Arévalo: «aguardan desafíos inmensos a Guatemala»

Nos aguardan desafíos inmensos, admitió Bernardo Arérvalo en su primer discurso desde el balcón del Palacio Nacional tras asumir la presidencia de Guatemala, ante decenas de miles de seguidores a quienes pidió acompañarlo en su gestión para rescatar las instituciones del país de la corrupción y alcanzar el desarrollo social.

Hoy comienzan cuatro años de un mandato que seguramente estará marcado por obstáculos, muchos de los cuales no podemos prever en este momento porque sabemos que el cambio puede ser difícil, agregó.

El presidente, sociólogo, ex diplomático y filósofo de 65 años previó que su gobierno se verá en la necesidad de tomar decisiones difíciles y enfrentará momentos de duda y temor.

En los próximos años, la tentación de confrontar y aumentar nuestras diferencias será recurrente. Este periodo conllevará la posibilidad de cometer errores y recibir críticas, señaló.

No obstante, reiteró su compromiso de transformar no sólo las instituciones del Estado, sino también la realidad cotidiana de los guatemaltecos.

No más corrupción, no más exclusión, clamó el presidente con la banda presidencial cruzada en el pecho y frente a una multitud de seguidores.

Aseveró que enfrentará desafíos monumentales para erradicar las prácticas de corrupción que están enquistadas en tribunales, fiscalía, Parlamento, gobierno, alcaldías y otras instituciones públicas.

Al grito de sí se pudo, Arévalo –quien ganó la elección presidencial en agosto pasado con un respaldo popular de más de 60 por ciento– tomó posesión del cargo tras un retraso de más de ocho horas por la dilación del Congreso saliente con las nuevas autoridades, situación que nunca se había dado en el país.

Agradeció a las naciones hermanas y organizaciones que lo acompañaron en el proceso, y afirmó que este momento no sólo representa un logro personal, sino un paso firme hacia un futuro donde la participación ciudadana y el cambio positivo prevalezcan.

Subrayó que es gracias a los jóvenes de Guatemala, que no perdieron la esperanza, que hoy puedo hablarles desde este podio; también, a las familias que confiaron y al liderazgo ancestral.

Afirmó que es consciente de las deudas históricas que debemos resolver con los pueblos indígenas.

En su primera actividad, el presidente Arévalo visitó el plantón de protesta que durante más de tres meses autoridades y pueblos indígenas realizaron frente a la fiscalía para exigir la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, sancionada por Estados Unidos por socavar la democracia en el país centroamericano, quien lideraba una arremetida a la elección de Arévalo.

Las organizaciones indígenas, que se manifestaron durante 106 días frente a la sede de la fiscalía, acordaron durante la madrugada de ayer acabar con la protesta tras reunirse con el mandatario.

Arévalo reiteró que pedir la renuncia de Porras será una de sus prioridades.

Este lunes temprano asistió a misa y más tarde pasó revista a las tropas como comandante en jefe del ejército. Por primera vez esta ceremonia se realizó en la Plaza de la Constitución.

En su mensaje a los militares, resaltó el compromiso del ejército, en un pasado no muy lejano autor de golpes de Estado y violaciones de derechos humanos, de respetar la voluntad del pueblo.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, felicitaron por separado al nuevo mandatario y saludaron su intención de promover la paz, la justicia social y las reformas democráticas.

Fuente: La Jornada

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