¿Por qué somos diestros o zurdos?

La preferencia por la mano derecha o izquierda al inclinarnos para abrazar y realizar gestos cotidianos depende del hemisferio cerebral dominante, pero quizás esta no sea la única causa. Un reciente estudio publicado en Nature Communications vinculó determinadas variaciones genéticas con la lateralidad.

Para el análisis, el equipo del Instituto Max Planck de los Países Bajos revisó datos de secuenciación de ADN entre más 350 mil personas.

Como resultado, descubrió desequilibrio en un gen, denominado TUBB4B, mucho más común en personas zurdas que en diestras.

Según explicaron, el compuesto investigado dirige los flujos de líquido de las membranas celulares de forma asimétrica durante el desarrollo embrionario.
No obstante, a nivel de grandes grupos la posibilidad de heredar la tendencia hacia la siniestra resultó baja, ligeramente inferior al uno por ciento.

“A pesar de afectar solo a una pequeña proporción, pueden dar pistas sobre los mecanismos de desarrollo», afirmó el neurocientífico Clyde Francks.

Trabajos anteriores analizaron datos de todo el genoma del Biobanco 2 del Reino Unido y encontraron 48 variantes asociadas a esta característica del cuerpo.

Durante la primera etapa del desarrollo humano, las dos estructuras más grandes del encéfalo se conectan de manera diferente y determinan comportamientos innatos.

A partir de entonces deciden cuál es nuestra mano dominante. Esta resulta ser la izquierda en alrededor del 10 por ciento de la población humana.

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