Organización sindical contra la pobreza, en pro de la reivindicación para mejores niveles de condiciones materiales de existencia

Trabajemos la comprensión de que los estados de pobreza—relativa o absoluta—que sabemos parecen ser más una terminología eufemística, algo que suene menos duro a la realidad de esos sectores que viven el día a día, por una subsistencia plena en todo sentido; y que por otro lado se vea para quienes no están en esas condiciones de pobreza, que son cuestiones temporales y perciban que hacen sus esfuerzos propios y que pronto saldrán de esa situación, sumando el individualismo que caracteriza el asiento del modelo económico imperante.


Por: Róger Hernán Gutiérrez*


La verdad es que los estados de empobrecimiento que viven una alta concentración de población nacional—que aseguran es más de 2 millones de personas—que luchan día a día por obtener un empleo estable y decente, que les permita satisfacer con ese ingreso periódico, necesidades vitales de subsistencia, no es tan así y depende según los pensamientos neoliberales que prevalecen en la sociedad salvadoreña, se trata de una cuestión pasajera y centrada en los mismos grupos, que necesitan valerse por si mismos y conquistar todo el mundo de ambiciones y sueños que el mundo capitalista les ofrezca.

Dicha retórica, que sabemos se asienta en falsas premisas, en tanto se trata de un vacío sin sustancia, el empobrecimiento que viven es resultado de asuntos que sostienen las condiciones materiales de existencia en favor de grupos dominantes que ven la necesidad de mayores ganancias ir acumulando, y como efecto sostener un grupo mayoritario en condiciones de subsistencia bastante precarizadas y con nulas capacidades de superarlas en largo tiempo.

Este discurso retórico no siempre pega, para que los grupos mayoritarios en pobreza, sigan mediatizados y viendo la realidad que viven como el resultado de ellos mismos; y no por la deficiencia en los modelos económicos que son aplicados, de procesos electorales viciados que sirven para elegir políticos que se pliegan incondicionalmente a este tipo de modelos; conducidos por grupos élites minoritarios, muy fuertes que estudian y accionan en base a una suficiencia de recursos de todo tipo disponibles a sus intereses a saber: monetarios, infraestructura, técnicos; profesionales; control del tipo y modo de producción de bienes y servicios; manejo de relaciones laborales de explotación; políticas públicas en pro del capital, y toda una estrategia de abusos y arbitrariedades, que conduzcan a un sometimiento social que evite la organización socio-política para luchar contra su reversión y por un sistema de bienestar generalizado, capaz de cambiar y favorecer otras condiciones materiales de existencia.

Los ámbitos de una vida material diferente y en función de las mayorías oprimidas, marginadas y excluidas del proceso existencial, incorporadas al eje de acumulación identificado, denota para estos que continúe el deterioro constante de la naturaleza—la geografía como medio de vida es afectada por este eje de acumulación decidido por ese minoritario grupo, y el medio ambiente se ve afectado a partir del deterioro de la infraestructura, los bosques y medios de subsistencia y seguridad alimentaria.

La población y su densidad, y que en sociedad se ve polarizada, en tanto una parte muy reducida se favorece de la mayoría, y mantiene un control social que le permite claros procesos de acumulación de la riqueza producida; y de alienación de la realidad para estas mayorías y sectores populares, desprovistos de ingresos, de educación, de vivienda, de una vida que satisfaga plenamente las necesidades básicas.

Y en consecuencia el proceso de producción establecido e impuesto debe disponerse con un alto grado de control de las relaciones sociales de producción, y se establezca el tipo de trabajo, los sectores productivos donde habrá de insertarse, cuál es el pagado, que salarios mínimos serán establecidos; con o sin cobertura y protección social; lo que garantizará un alto sub empleo, que haga impulsar poca reivindicación social, laboral, económica y política; y que como establecimos la organización social se vea mermada y minada de crecer y desarrollarse de la mejor manera posible.

Somos partidarios que nada puede cambiar si no se dispone de una organización sindical clara y que luche por objetivos y metas que trasciendan el localismo; el capital se ha globalizado de hace ratos, los mercados son más importantes que los derechos humanos; la comercialización, los recursos y servicios financieros son dominantes en estos escenarios y es claramente un grupo claro que está acumulando; las telecomunicaciones igual mantienen la tecnología para garantizar el proceso de acumulación determinado.

La reivindicación está estancada, no se produce, la organización sindical está siendo atacada desde dentro y fuera por estos intereses; y la estrategia no sindicato va tomando mayor fuerza, en consecuencia la pobreza relativa o absoluta es algo para rato y seguirá en aumento, mientras los intereses dominantes sostengan el aparato del estado en su favor; y sigan favoreciéndose de leyes, reformas y decretos que modifican claramente hacia la desregulación y la flexibilidad laboral; y en donde los recursos estatales, serán siempre insuficientes y en claro perjuicio de estas mayorías empobrecidas.

*Sindicalista salvadoreño

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