Mira nada más: el gurú del libertarismo da consejos en los EE.UU.

La semana pasada se celebró en los EEUU la CPAC, que es una reunión que congrega a la élite conservadora de aquel país. A ella asistió el golpista salvadoreño, además del ejecutivo argentino como invitados especiales.

Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*

Ambos se celebraron a sí mismos en sendas conferencias, en las que ahondaron su particular visión de lo que es libertad.

Pero hablemos del señor que, en calidad de invitado especial, exhibiendo la supuesta refrenda electoral de nuestro pueblo en el papel de ejecutivo de nuestro país, hablara en aquella reunión especial.

El personaje en cuestión no necesitó de presentaciones, pues él lo hace por sí mismo con bombos y platillos autonombrándose como “el presi más cool de Latinoamérica”, abrazado de una parafernalia de luces, colores, pitidos y gritos, con los que se auto exalta, regalando sonrisas y repartiendo la mano entre aquellos, la mayor cantidad que le fueron posibles, mediando las respectivas fotografías que den fe de aquellas lumbreras neoliberales que le abrazaron y celebraron por su discurso.

Les habló de la necesidad de anular el estado, refundándolo a su imagen, mientras suprime a los que denominó corruptos y como parte de una política de choque que insinuó, no debiera superar los primeros meses de gestión, con condiciones como por ejemplo la de ser provenientes de relaciones político partidarias anteriores, tal cual lo es él y sus prosélitos.

Habló de la urgencia de legitimarse por intermedio de elecciones verdaderamente libres, olvidando referir cómo nuestras elecciones ni son libres ni son legales, pues el aparato completo del estado se utiliza para asegurarle desigualmente, una deshonrosa ventaja sobre sus contendientes electorales, a los que solo utiliza, y se dejaron utilizar, para ejecutar un ejercicio electoral que guarde las formalidades de la legalidad que no existe ya en nuestro país, desde que promoviera aquel golpe en contra del poder judicial.

Les habló de acabar con las apariencias que la oligarquía blanca estadounidense guarda con el resto del pueblo estadounidense, proponiendo sin ambages no pagar impuestos, para no seguir fingiendo se cumpla el rebalse que aquella teoría prometió en los 80’s, y que supuestamente admitiría que más se enriquezcan con el menor esfuerzo de acuerdo al modelo que desde entonces y como heredad del ex presidente Reagan, padece los EEUU.

En fin, promovió el aislacionismo, cerrando al mundo – no definió si solo aquel país, los EEUU, o también aquellos que por ahora están sometidos al libertarismo – sus fronteras, mientras olvidó por uno de esos lapsus propios de los exaltados, que hasta la mitad de nuestra población se aloja ahora en aquel país, y sería víctima de la política que sobrevendría a su concreción.

En fin, el señor derivó en otros sinsentidos parecidos, que fueran celebrados por aquel maremágnum asistente que se creen su cuento, asegurando ser elegidos por la divinidad como guías de esa nueva sociedad regida por el mercado.

En profundidad no dijo nada que objetivamente merezca recordarse, y solo abundó en demagogia.
Vaya presi.

*Educador salvadoreño

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