Condiciones y caracterización de la clase trabajadora y el trabajo sindical

Por: Róger Hernán Gutiérrez*

El establecimiento de un gobierno pequeño burgués (ni-gana) que ha tomado un poder representativo altísimo hoy a cargo del ejecutivo y luego del uno de mayo con la asamblea legislativa, encuentra un escenario que continúa para la clase trabajadora: con salarios bajos, puestos laborales precarizados, inseguridad social-desprotección social abrumadora- económica—en tanto los ingresos de la gente popular siguen siendo precarios y de acelerado empobrecimiento por las condiciones resultado de la pandemia; que lleva a graves dificultades para alimentarse; cobijarse; educarse; recrearse, sanarse y en convivencia segura; políticamente con un alto grado de optimismo y de expectativa, luego del 28f; y por otro lado un gobierno con alto grado de enseñoramiento, que pareciera ser lo suficientemente fuerte para acabar con el antiguo régimen político (1983-2019), y dar a la clase trabajadora un nuevo orden para ganar un bienestar común, que hasta hoy no se tiene.

Las libertades democráticas colectivas e individuales siguen siendo mínimas, sigue mucha marginalidad y exclusión política en la toma de decisiones, la participación ciudadana es siempre limitada a términos de votos, sin elegir sobre ejercer el poder, sino en base a dar formalmente sus intereses a una representación partidaria (ni), los mecanismos que permitan a la gente expresarse e ir avanzando en sus derechos dentro de una sociedad en lucha por una democracia popular—se basa en el poder de las redes sociales. Las que culturalmente el Presidente maneja en la idea de 24/7, en tanto el día termina cuando ya nada se mueve en las redes trayendo un mensaje, un aviso, una noticia, un suceso; una información, un dato, un hecho aislado o concatenado a otros.

Seguimos siendo un pueblo con escasa lectura que lleva a un problema de entendimiento para el análisis de la realidad, de participación en las decisiones que se están tomando por los grupos que tienen hoy el gobierno. Hay herencias negativas de años que afectan la integración social, y que el gobierno aduce haber mejorado como es la seguridad ciudadana—con la reducción de los homicidios, que hace publicitar en virtud de las redes sociales, y que en el imaginario colectivo se toma como que el país es ya seguro para recorrer los diferentes sectores de la ciudad y del interior del país; sobre todo en aquellos municipios considerados de control territorial de grupos diversos fuera de la legalidad.

El desarrollo de clase trabajadora dentro del arte y la cultura, no se ha visto un avance y muchos lugares se cerraron y no volvieron a abrirse, generándose un rompimiento de articulación e ingresos para este tipo de trabajadores; se observa uno que otro mural aislado, pero otras disciplinas teatro, canto, música, poesía, etc no hay un trabajo de impacto, apoyo definido y concreto por la cartera gubernamental—la persona encargada ha saltado a la legislatura, sin una huella importante; se continúa sin presupuesto suficiente, malas relaciones laborales y sin reactivaciones importantes que den confianza y credibilidad—en la capacidad del Estado para una inserción cultural de avanzada para el mejoramiento sustancial de mejor formación en el devenir histórico y proyección de los ámbitos turísticos, de recreación y comerciales.

La protección ciudadana, en un mejoramiento efectivo en la defensa y desarrollo de los derechos humanos—hay muchas afecciones que han impactado, la violencia de género incrementado, acosos laborales y sexuales incrementados en razón de los aislamientos de convivencia en los hogares y la pérdida en el poder adquisitivo y la economía de las empresas con exigencias productivas que vulneran los derechos humanos en general.

Hoy la expectativa ha crecido y debe comenzar a dar resultados concretos para la gente—que con la pandemia se han pisoteado y deteriorado superando todos los límites de convivencia sana y desarrollo humano, y sobre todo aquellos sectores del comercio informal—la línea de negocios en el litoral salvadoreño, que hoy de manera un tanto demagógica se habla de la inversión en el lugar denominado surf city, siguen impactados en sus empobrecidas economía—no obstante hay una votación rural, cantonal y de caseríos que antes no existía, dado que era una masa históricamente manipulable en extremo por grupos dominantes.

La Asamblea Legislativa, se ve hoy un espacio donde no existirán “negociaciones y manipulaciones en temas y legislaciones” a favor de la gente—la ley del agua; de la soberanía alimentaria, de un sistema de pensiones consecuente para beneficio de la gente cotizante y no cotizante; mucha convención internacional del trabajo que viene y redunda en protección a los derechos laborales a saber: protección a trabajadoras a domicilio, del hogar, de maquila; del sector público; seguridad social, procedimental para un ejercicio de una pronta y cumplida justicia.

*Sindicalista salvadoreño

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