Persecución a los elementos corruptos del régimen, ¿en serio?

En los días pasados se hizo viral la detención de cierto elemento del círculo presidencial, junto a su colaborador más allegado.


Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*


Se les acusa de cometer falsedad material, al ofrecer beneficios por dinero.

Sin embargo, este solo gesto no hace que la supuesta política de cero tolerancias para con la corrupción, sea creíble, pues el grado de descomposición del régimen es completo.

Consideremos los antecedentes.

Semanas atrás, el régimen completo fraguó y ejecutó el mayor y más descarnado fraude electoral de nuestra historia, punible, pero además de lesa patria, pues liquida a la República y la institucionalidad mismas, que de paso estas mismas gentes, por medio de esa serie de reformas ilegales contra la Cn procuran legitimar.

De este solo hecho son todo el estamento gubernativo responsable, procurando evadirlo con las tales reformas, la narrativa oficialista dirigida a naturalizarlo, y el temor de la población ante el estado de excepción ilegal que padecemos, dirigido a establecer el régimen neofascista que ahora opera, y que pretenden exportar al resto de LATAM en colusión con Washington.

Consideremos que esta administración en su solo mandato contrató una deuda por más de $10, 000, 000, 000. 00, mayor a toda la contraída los últimos 30 años, y que luego de los cinco años en ejercicio, sencillamente no respalda en obras físicas que la justifiquen, y que para colmo nosotros, quienes pagamos tales deudas, no podemos cuestionar dónde están tales dineros.

Y el régimen nos dice que ¡no hay dinero!

¿Cómo puede conciliarlo?

No se puede y la única explicación plausible es que el régimen, el ejecutivo mismo y su círculo cercano, son los beneficiarios de esos recursos (El informe de OXFAM de 2022 asegura que solo 160 familias son las únicas beneficiadas de todo el quehacer del régimen).

Una evidencia se encuentra en la crisis que supuso la pandemia, cuando el régimen adquirió con sobre precio, aquellos alimentos que repartió con cruda malicia política, valiéndose de los pandilleros, entre la población.

No adquirió los alimentos de los productores nacionales, lo que habría significado un compromiso con la producción nacional dirigida a alcanzar la soberanía alimentaria.

No, prefirió comprar a los mismos que ahora surten al ejército y la seguridad nacional, beneficiando a los intermediarios, que ya costara el retiro de más de un ministro por ahí.

Podemos continuar con muchos más casos, entre los que destacan los asesinatos en las cárceles, la tortura infligida por agentes estatales, o el desvió de vastos recursos a intereses particulares de los jerarcas partidarios, o los señalado por entidades supranacionales, como las NNUU, WOLA, Swissinfo, Amnesty International, etcétera, que en diferentes momentos y desde el inicio de esta gestión, señalan sendas faltas cometidas por el régimen.

Así que, no, la detención de estos funcionarios es para aparentar, encubriendo al caudillo, el saqueo al país y crímenes tales como el asesinato de ciudadanos salvadoreños bajo detención.

Pues solo es otra de las funciones del circo mediático que padecemos por gobierno.

*Educador salvadoreño

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: