Real Madrid: ¿y si fuera un milagro?

Volverán las recriminaciones a los árbitros, porque en el fondo nadie se explica cómo a lo largo de la historia el Real Madrid consigue remontadas épicas en el fútbol, el tema que dominará las tertulias deportivas.


Por: Fausto Triana


Finalista en busca de su decimoquinta Orejona, la “casa blanca” hizo temblar anoche al Estadio Santiago Bernabéu con una victoria memorable 2-1 contra el Bayern de Munich en semifinales de la Champions League.

Aunque hubo muchos nombres propios, dos no pueden faltar a la cita de los elegidos: el delantero español Joselu Mato, y el muy virtuoso atacante brasileño Vinicius Junior, quien fue un azote para el Bayern de Munich.

Exigió al máximo al estelar guardameta germano Manuel Neuer, quien tuvo cuatro paradas sensacionales (una a disparo del también brasileño Rodrygo) hasta la hora nona. En el minuto 88 remató sin demasiada fuerza, pero el balón dio un rebote, Neuer no lo controló y Joselu hizo el empate.

Dos minutos más tarde, con discusión sobre un fuera de juego, el central alemán del Madrid, Antonio Rudiger lanzó un balón endiablado al área y de nuevo, Joselu para el 2-1.

“Uno siempre sueña con estar en el momento. El primer gol es de estar listo (…) uno sueña con tener noches así, en mis sueños no es tan bonito como los de hoy, como el que he vivido esta noche”, confesó Joselu.

Todo ocurrió cuando los merengues sufrían injustamente después dominar el cotejo y no obstante, perdían por golazo del canadiense Alphonso Davis, quien sorprendió con un latigazo de su “pierna mala”, la derecha para el 1-0 a los 68 minutos.

El entrenador del Real Madrid, el italiano Carlo Ancelotti, calificó de inexplicable la remontada de los blancos para jugar la final de la Liga de Campeones.

‘Ha pasado otra vez lo que ha pasado muchas veces, algo inexplicable. Un ambiente fantástico y los jugadores no han parado de creer que se podía. Es la magia de este club con esta competición, sientes algo especial”, apuntó Ancelotti.

De todas formas, el árbitro polaco Szymon Marciniak se complicó la existencia con dos decisiones inesperadas. Alargó el tiempo de descuento hasta casi 16 minutos y con un cotejo resuelto, vino el segundo gran problema.

Un fuera de juego decretado por el juez de linea y confirmado Marciniak al filo de los 104 minutos, terminó con un remate flojo pero a las redes del defensor De Ligt, cuando el portero Lunin ni se movió confiando en la anulación decretada del movimiento.

Luego en la repetición se ve que probablemente no era off side, sin embargo, el árbitro no podía echar para atrás su dictamen y el VAR tampoco podía corregirlo.

Sin embargo, salvo tarjetas amarillas y excesivas maniobras del Bayern Munich por perder tiempo, el vuelco del encuentro volvió a dejar en el éter del ciberespacio la misma pregunta de toda la vida con el Real Madrid: ¿y si es un milagro?

Porque el vicio de remontar partidos cruciales, al filo de la navaja, ya se va convirtiendo en costumbre. El 1 de junio en Londres, el conjunto merengue irá en busca de su 15 Orejona frente al Borussia Dortmund.

Pocos se atreverían hoy a no darlo favorito.

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