El suicidio

Desde el año dos mil tres, cada diez de septiembre se celebra el Día Mundial de Prevención del Suicidio, como un esfuerzo para poner en la agenda pública el tema del suicidio, priorizando en la necesidad de su prevención.

Por: José Guillermo Mártir Hidalgo

Los suicidios en hombres jóvenes han ido aumentando. La tasa de suicidios masculinos pasó de diez punto tres por cada cien mil habitantes a trece punto cinco por cada cien mil habitantes. El incremento ha sido mayor entre los jóvenes de veinte a treinta y cinco años de edad. En el rango de edad de los veinte a los veinticuatro años, se suicidaron sesenta y siete hombres y dieciocho mujeres. Y en el rango de edad de los veinticinco a los veintinueve años, se suicidaron sesenta y un hombres y dieciséis mujeres. Según la Organización Panamericana de la Salud, El Salvador tiene una tasa media de suicidios y ocupa la onceava posición, teniendo en la primera a Guyana y en la tercera a Nicaragua.

Suicidio, dice el sociólogo francés Emilio Durkheim en su obra “El Suicidio”, es toda muerte que resulta indirecta o directamente de un acto positivo o negativo realizado por la misma víctima. Es creencia popular que el suicidio es un acto típico de personas enajenadas. Joussef y Moureau, citados por Durkheim, proponen la siguiente clasificación a partir de esa creencia popular: El Suicidio Maniático, es consecuencia de alucinaciones o concepciones delirantes. El Suicidio Melancólico, nace de los estados de extrema depresión. El Suicidio Obsesivo o Ansioso, resulta de la idea fija que la muerte se va apropiando del individuo. Y en el Suicidio Impulsivo o Automático, la idea sin fundamento se va apoderando de la voluntad y bruscamente puede provocar su ejecución.

Durkheim descarta que todos estos tipos engloben todos los suicidios. Nuestro autor rechaza que la raza, el clima y la temperatura tengan que ver con el porcentaje de suicidios. La imitación, representación de un acto semejante anteriormente realizado por otro, no es un elemento único de suicidio. Con respecto a las confesiones religiosas, expresa que los suicidios son menores en los países católicos que en los países protestantes. Cree que esto se debe a que, en los países católicos, la Iglesia deja menor espacio al pensamiento y a la reflexión, ya que busca reinar sobre sus conciencias. Mientras que, en los países protestantes, hay un individualismo religioso que se deriva de la reflexión individual, por lo que los fieles se mantienen menos cohesionados.

Por otro lado, comparó a personas de igual edad entre solteras y casadas y dedujo que el matrimonio disminuye el peligro del suicidio, no por la sociedad conyugal, sino, por la sociedad familiar, es decir, por la influencia del medio doméstico. Durkheim expresó, que el suicidio varía en razón al grado de desintegración de los grupos sociales de los que forman parte los individuos. Las crisis políticas o nacionales, tienen un efecto relentizador de los suicidios, ya que avivan los sentimientos colectivos y la integración de la sociedad se hace más fuerte.

Una sociedad completamente integrada se opone a que rehúyan, por la muerte, los deberes que con ella tienen. Cuando hombres y mujeres están desligados dé la sociedad, se matan fácilmente. Pues si el lazo que los liga con la vida se afloja es, porque el nexo que los une con la sociedad se ha relajado. En otras palabras, si el individuo cede al menor choque de las circunstancias, es porque la sociedad ha hecho de él una fuerza dispuesta al suicidio. Como se aprecia, la individualización extrema conduce al Suicidio Egoísta, porque el sujeto pierde interés con lo que lo une a la vida.

También la Sociedad puede exigir a ciertos miembros, con personalidades individuales muy pobres y absorbidas por el grupo, el Suicidio Altruista. En éste, los suicidas no se pertenecen y se confunden con otra cosa que no son ellos. Terminan suicidándose porque creen que es su obligación, por temor al deshonor o a penas religiosas. Sostiene que la individualización insuficiente de igual forma produce suicidio. A los suicidios exigidos por la sociedad o grupos sociales de pertenencia, se les llama Suicidios Altruistas Facultativos. Hay personas que, por no tener ningún apego a la vida, a la menor indicación, renuncian a ella. Uno de los Suicidios Altruistas es el Suicidio Místico, dentro del cual la conciencia del deber y la integración con el grupo es mucho mayor que en otras parcelas de la sociedad.

La pobreza, dice Durkheim, protege contra el suicidio, porque cuanto menos posee uno, menos intenta extender el círculo de sus necesidades. En cambio, la riqueza da la ilusión que nos engrandecemos por nosotros mismo. Cuanto menos limitado se siente uno más insoportable parece toda limitación. Por esto, las crisis económicas disparan el número de Suicidios Anómicos, debido a que el estilo de vida de las personas se desorganiza y por el materialismo reinante, los desórdenes económicos causan estragos.

Durkheim expresa diferentes causas sociales de suicidio: El Suicidio Epicúreo, ocurre cuando un individuo se impone satisfacer sus necesidades y si se las impiden, entonces, su existencia deja de tener sentido. En el Suicidio Obligatorio, el individuo se mata porque su conciencia se lo ordena. El Suicidio de Carácter Pasional es aquel que, por despecho, acaece después de cometer asesinato. La única manera de solucionar el Suicidio Egoísta, expresa nuestro autor, es dar consistencia a los grupos sociales. Por su anormalidad, dice Durkheim, el suicidio es reprobado. Pero, la actitud ante el mismo es bastante relajada que llega a ofender la moral. El suicidio tendría que ser castigado, plantea.

Los suicidios en la actualidad, son fruto de la miseria moral que reina en la sociedad. La depresión es la causante del setenta por ciento de los suicidios. Los Suicidios Melancólicos son los dominantes, ya que la Organización Mundial de la Salud, considera que la depresión es el segundo problema de salud del mundo y la primera causa de baja laboral en los países desarrollados. La mayoría de suicidios se consuman durante una crisis depresiva, pero, no todos los suicidas están deprimidos ni todos los deprimidos se suicidan.

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