Jaque mate a ignorancia histórica del ajedrez -Somos una familia-

El Amigo


Muy bien amigos: el artículo de hoy es continuación del anterior que versó sobre la difusión masiva del ajedrez en El Salvador. Especialmente desde abril 1975 al tomar posesión la nueva Federación proponiéndose además escalar la elevada montaña de los eventos internacionales. Necesitó gran trabajo, sin embargo, dio frutos lográndose la incorporación de numerosos aficionados del interior de la República. Organización de Clubes y Sub-federaciones departamentales. Todo lo anterior gracias al apoyo de numerosas personas inclusive ajenas al ajedrez. Helios Quintanilla, Campeón Nacional 1963, realizó una serie de películas promocionales en Televisión Educativa, Ministerio Educación. Estarán olvidadas. Bueno será recuperarlas para aprovechar su contenido. Se publicó la Revista CHILINCUJCU hecha a puro físico. Es decir, sin fondos pero con el apoyo de firmas comerciales é Instituciones de buena voluntad; entre las cuales destaca el Dr. y Coronel Roberto Escobar García, Ministro Agricultura que siempre estuvo presto a apoyar. Cooperaron activamente en otras comisiones elementos selectos como Roy Archila h., periodista, Don Salvador Ávalos, dibujante de Casa Presidencial; la Lic. Ruth Cardona Lara, prestigiosa profesional; Don Mauro Espinosa reconocido periodista y Coronel Joaquín Zaldívar, antiguo federativo que ayudó sin reservas a varias actividades. Doña Reina de Mojica y Lic. Gerardo Ramos en Sub-federación Juvenil y Colegial, de suma importancia. Faltarán numerosas menciones. No se alcanza. Es tiempo de agradecerles.

Uno de los máximos logros esos años fue la formación del Club Municipal de Ajedrez en el redondel Barrio San Miguelito, estratégico local del Teatro Municipal de Cámara, San Salvador. Gesto del buen Alcalde Municipal Ing. José Napoleón Gómez, amigo personal del Tte. Coronel Majano. “Será también la sede de la Federación de Ajedrez, como rama del Comité Olímpico de El Salvador.” Dijo el 4 Febrero 1977 en la inauguración enfatizando que era un deporte Olímpico. Tema polémico que aún se discute. El siguiente, Alcalde Ing. Hugo Guerra también amigo de Majano de igual modo reafirmó el compromiso. Hubo pláticas, conferencias, práctica para los más avanzados sin faltar visitas de algún Maestro Internacional. Se buscaba mejorar la calidad. Gustosos en este deporte han sido los salvadoreños. Quieren más. Algunos Clubes y Sub-federaciones funcionaron a todo tren, otros no. Era de esperar. Las dificultades no son pocas y los promotores, voluntarios. Tardaban en arrancar y no podían ser Clubes a todo dar como el Salvadoreño de Ajedrez por lo que algunos críticos contra la Federación no perdían tiempo para murmurar. La verdad es que era un trompo a la uña el que se habían echado los federativos tomando el trabajo a pecho. Hasta llegar al cusuco de hacer una rifa nacional para recaudar fondos. Endeudado quedó el Tesorero Armando Argueta; respiró por fin.

En resumen, no todo puede salir a pedir de boca pero valía la pena. Contagioso era ver el entusiasmo de colaboradores como Capitán Florencio Méndez, Presidente de la Sub-federación de San Vicente para ejemplo. No perdía ocasión en llegar personalmente a dar sus informes a la Federación y por razones de cortesía lo hacía con parsimonia ante su colega militar Tte. Coronel Majano. Era Director de la Penitenciaría de San Vicente pero trabajaba de la mano con la Casa de la Cultura. Éstas y las Casas Comunales se metieron a fondo. Aún el arte musical se mezclaba. Don Roberto Cárcamo de Santiago de María, Sub-federación Usulután, presente estaba frecuentemente. Él era la primera voz del Trío Hermanos Cárcamo, más que conocido. No dejaba de mezclarse por tanto las pláticas de la farándula reafirmando el lema mundial de ajedrez que dice: “Gens una summus” –Somos una familia. Que a través del caluroso contacto se forma espontáneamente.

Como premio de la fortuna, en el nivel Superior repuntó la generación de los Libios. Un grupo de jugadores autodidactas formados en ambientes familiares quienes viniendo desde la penumbra resplandecieron con brillo a la luz del primer plano. ¿Sorpresa? ¿Caídos de las nubes? ¡No, no! Se habían abierto paso codo a codo en torneos nacionales ocupando posiciones de privilegio. También participando en competencias internacionales demostrando méritos. Trabajo en gran parte de los anteriores federativos, hay que reconocer, presididos por el Coronel Joaquín Zaldívar “Quincho.” Los que calladamente habían estimulado la superación continuando su labor sin egoísmo con la nueva Federación. Un gran mérito. Sin embargo, estos nuevos valores no convencían a los tradicionales. La prensa regular, vale decir cronistas del Diario de Hoy y La Prensa Gráfica, opacaban su brillo. Los ninguneaban dejándolos al margen en las noticias. Así que, se puede afirmar que el nuevo potencial ajedrecístico salvadoreño era conocido ya regionalmente pero adentro del país nada, eran desconocidos en su justo valor. Por eso pareció una enorme sorpresa a tirios y troyanos cuando El Salvador, con el equipo amateur cien por cien que lo representó, ganó la Olimpiada Internacional de Libia en 1976.

El ninguneo de la prensa en parte se debía a recelo pues algunos informadores deportivos eran también ajedrecistas que no querían ver ojos bonitos en cara ajena. Este velo de ceguera en la mentalidad no dejaba apreciar la calidad del juego ciencia que surgía al interior de las fronteras patrias mismas. La Federación Ajedrez 1975 batallaba pues en un triple frente. El de la difusión masiva que como prioridad se había impuesto. El de mejorar la calidad y obtener éxito en competencias internacionales. Y tercer frente, la prensa local que tenía a la nueva oleada y a federativos mismos, entre paréntesis. Los postergaban. Lo anterior explica porqué la Federación para romper el cerco se saltó la barda. Formó su propia y especial Comisión de Prensa; hizo la Revista Chilincujcu, nombre folklórico medio raro pero ahí iba adelante. Y que llevara al seno propio de la Federación a un periodista como Vocal, Enrique S. Castro. Buscando apoyos de prensa por un lado y otro. Sin querer queriendo se conformó un panorama que fue básico para el siguiente salto, participar en una Olimpiada. Y ésta como anillo al dedo cayó del cielo. La Contra-Olimpiada de Trípoli, Libia, organizada para hacer contrapeso a la oficial de Haifa, Israel, en 1976. La tensión creada se hizo política pese a lo cual fue reconocida por la FIDE, organismo mundial rector del ajedrez. ¿Cuál fue el papel del Gobierno salvadoreño ante esta crisis? ¿Qué hizo el Coronel Arturo Armando Molina, Presidente? Tema que será a tratar en el siguiente artículo.

Mientras tanto lo invitamos a resolver con el ingenio e imaginación suyos propios, el siguiente problema: En el diagrama las blancas dan mate en tres

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