Más de 3.500 millones de personas en el mundo presentan enfermedades en los dientes y boca
La boca es la puerta de entrada de muchas enfermedades, que afectan desde los dientes a los labios o el paladar. Por ello, cualquier problema que afecte a nuestra salud bucal puede provocarnos dificultades a la hora de comer, beber e incluso hablar. En su mayoría tienen solución, pero también existen maneras para prevenir, antes que curar.
Aunque la mayoría de los daños son leves, conviene tratarlas de manera adecuada para que no empeoren y vayan a más. La Organización Mundial para la Salud (OMS) estimó que las enfermedades bucodentales afectan a cerca de 3.500 millones de personas en todo el mundo, y que 3 de cada 4 de estas personas viven en países de ingresos medios.
En todo el mundo, se calcula que 2.000 millones de personas padecen caries en dientes permanentes, mientras que 514 millones de niños sufren de caries en los dientes de leche. La mayoría de las afecciones de salud bucodental son prevenibles en gran medida y pueden tratarse en sus etapas iniciales. La mayor parte de estas infecciones son caries dentales (caries), enfermedades periodontales, pérdida de dientes y cánceres bucodentales.
Una de las enfermedades más comunes son las caries dentales, estas son infecciones bacterianas que atacan el esmalte dental. Uno de cada cuatro adultos tiene una caries, y además, sin ser tratada. El problema de no descubrirla y tratarla a tiempo es que puede derivar en una infección más profunda que afecte a otros tejidos, llegando incluso hasta el nervio. Este es el peor de los casos, ya que se acabaría comiendo por completo la pieza dental.
La mayor prevención para las caries se basa en mantener una buena higiene dental, cepillándose los dientes 3 veces al día y utilizando hilo dental para aportar una limpieza extra. Hay que tener especial atención en los niños y comprometernos con su seguimiento ya que ellos muchas veces no son conscientes. También es recomendable visitar a un odontólogo periódicamente.
Otra enfermedad que se repite en la población es la gingivitis, se trata de la inflamación de las encías, causada por la infección de tejidos alrededor de los dientes causada por la placa bacteriana o biofilm oral.
Uno de los síntomas más comunes es el enrojecimiento de las encías, la sensibilidad e incluso el sangrado, sobre todo al cepillarse. Pero a pesar de ello no suele doler, por lo que a veces hay gente que no es consciente de que la padece.
Es un paso más allá de la gingivitis aparece la periodontitis, una enfermedad de las encías, se caracteriza por un enrojecimiento mucho más notorio, sangrado y retracción de las encías. Además se puede tener un mal aliento permanente y cambios en la mordida. En el peor de los casos puede incluso provocar la pérdida de dientes adultos.
Las llagas bucales también son conocidas como aftas, se trata de pequeñas lesiones de úlceras de forma redonda u ovalada, que adquieren un color blanco o gris que pueden salir tanto en los labios como bajo la lengua o en la garganta. Además, presentan enrojecimiento a su alrededor y pueden causar dolor y molestias.
Se desconoce la causa exacta de su origen, pero lo más común es que surjan por la debilidad en el sistema inmunológico, las mujeres suelen tener más propensión a sufrirlas. No suelen necesitar un tratamiento específico, se curan por sí solas al cabo de unas semanas. Algunas cremas o enjuagues bucales pueden servir para aliviar de manera temporal el dolor que pueden causar.
