Libro | Manipulación del hombre a través del lenguaje

Alfonso López Quintás, filosofo, profesor universitario y teólogo español, se propone, como objetivo, conocer de cerca lo que es la manipulación y los peligros que entraña al escribir “La Manipulación del Hombre a través del Lenguaje: estudio de los recursos manipuladores y del antídoto contra los mismos”. Piensa que si al tratar a una persona, no respeto su capacidad de iniciativa y lo tomo como un ser dominable y manejable a mi arbitrio, presume un envilecimiento injusto. Tal reducción puede llevarse a cabo mediante la crueldad (manipulación sádica) o por medio de cierto tipo de supuesta ternura (manipulación seductora).

Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*

López Quintás afirma que manipula quien desea vencer a otras personas, sin preocuparse de convencerlas. Destaca que, para dominar a un pueblo, solo se necesita privarlo de su carácter comunitario y reducirlo a masa. La masa se compone de seres que están cerca, pero, no se complementan. Son seres que actúan en forma individualista y no se aúnan entre sí.

El lenguaje, dice López Quintás, ofrece la posibilidad de descubrir en común la verdad. Igualmente, facilita recursos que tergiversan las cosas con el fin de sembrar confusión. Una persona poco preparada pero astuta, que conoce tales recursos y puede manejarlos hábilmente, puede dominar fácilmente a personas y pueblos enteros.

El lenguaje crea palabras, términos “talismán”, que pueden condensar todas las excelencias de la vida humana. Estos términos “talismán” como cambio, progreso y libertad, tienen el poder de prestigiar las palabras que se le avecinan y desprestigiar a las que se oponen o parecen oponérsele. El manipulador sencillamente lanza proclamas, hace afirmaciones contundentes y propaga eslóganes, a modo de sentencias cargadas de sabiduría. La única defensa frente al uso manipulador del lenguaje consiste en adquirir una formación adecuada. El que conoce los “trucos” del ilusionista manipulador, decrece el peligro de caer en la red de sus juegos de conceptos. El manipulador busca que la gente confunda la euforia del vértigo, con el entusiasmo del éxtasis y se rindan al halago de las experiencias que, prometen todo al principio para privarnos al final de la capacidad creadora.

En las democracias, se práctica con frecuencia la coacción de guante blanco. Se procede como si se respetara la libertad, pero, quien no se somete a los dictados de la opinión pública, queda fuera de juego. El manipulador saca amplio partido a la fuerza de la opinión pública. El manipulador desea moldear la mente, la voluntad y el sentimiento de personas y pueblos de forma dolosa e inadvertida. La ideología es una concepción de la vida humana simplificada, tosca y utópica. Al no ajustarse a la realidad, las ideologías pueden inocularse por violencia o por astucia. Este malabarismo mental es ejercido por técnicas de publicidad que utilizan el lenguaje de doble sentido, proyectan unas imágenes sobre otras y sacan partido a los flancos débiles de las gentes. Las ideologías se cargan rápidamente de adherencias sentimentales, las que tienen un incalculable poder de arrastre. Para conseguir que el pueblo adopte como propia una ideología, ésta se realiza a través de diversos medios: educación, obras culturales y espectáculos, medios de comunicación, publicidad de estadísticas y promulgación de determinadas leyes.

El político demagogo, tiende a reducir el voltaje moral de las gentes, para debilitar su capacidad de exigir mayor calidad en el planteamiento de los problemas y la búsqueda de soluciones. En sociedades y Estados Autoritarios, se orienta el proceso de educación a obtener ciudadanos dóciles y fáciles de manipular. Y se reprime todo lo que pueda suscitar un espíritu crítico. A las personas y a los pueblos se les manipula, para adquirir dominio sobre ellos e incrementar el propio poder. Los rasgos básicos de las diversas formas de manipular son: el manipulador actúa con falsedad, el manipulador empobrece al hombre a fin de dominarlo fácilmente, el manipulador no se esfuerza en buscar la verdad, sino, en vencer al adversario; el manipulador no acepta el dialogo como medio clarificador de las ideas y opera siempre a favor de la corriente. Las palabras “talismán” producen un efecto fascinante, porque presentan un aspecto sumamente atractivo y ocultan otros menos favorables. Este tipo de lenguaje deformado y destructor de su sentido originario, carece de capacidad creativa, pero, muestra un poder de arrastre terrible.

La ética no es cuestión de atenencia a normas y cauces, sino, la asunción activa de valores. Los valores se nos revelan de verdad, cuando los asumimos como una voz interior. Debemos tener libertad interior, dice López Quintás, frente a la astucia con que los manipuladores tergiversan los conceptos.

Los “esquemas”, son pares de conceptos que suelen ir unidos a nuestra vida y juegan un papel decisivo en la misma. Los manipuladores trastocan el sentido de los mismos y frenan el dinamismo creador del hombre. Los conceptos una vez banalizados y empobrecidos en cuanto a su sentido, se enfrentan entre sí y forman dilemas. La meta del manipulador es vencer a las gentes, sin necesidad de convencerlas. Este propósito lo consigue al lograr que la gente desarrolle su vida como meros objetos, que la gente no cultive su inteligencia, borrar la memoria de los pueblos, empobrecer la vida espiritual de las personas y empobrecer la calidad de la unión que crean las gentes entre ellas. Las tácticas para moldear la opinión pública son el boicot informativo, las insinuaciones ambiguas y turbias, el ataque precipitado e infundado, la tácticas de la intimidación o explotación del miedo, la valoración vía de oposición o rebote, el desvío de la atención, la insistencia como táctica de persuasión, la intimidación mediante el uso repetido de un vocablo prestigioso, fomento del dialogo como pretexto para provocar el relativismo y el indiferentismo, el recurso de la mofa, burla o escarnio; la alteración sinuosa del sentido de términos y locuciones, mentir abiertamente y sin medida y la utilización del lenguaje emotivo de las canciones. Consecuencia de la manipulación es el empobrecimiento de nuestra vida hasta hacerla vulnerable a los recursos seductores, la entrega a la seducción nos impide pensar con rigor, perdemos el sentido del lenguaje y usamos ingenuamente el lenguaje trastocado, se convierten en ideales las ideas talismán que nos alejan de la creatividad, hay una subversión de valores que provoca relativismo e indiferentismo, se frena el dinamismo personal y provoca una actitud de apatía, el hombre ansía lo que se le ofrece como ganancias inmediatas, el pueblo regresa a estadios de inmadurez y primitivismo y no puede configurar una democracia verdadera. El proceso de liberación debe mostrar que es la manipulación, iniciar a las personas en el arte de pensar con rigor, agilizar la mente, acrecentar la capacidad crítica, amor incondicional a la verdad, aprender a distinguir modos diversos de la realidad y el encuentro de la existencia humana, que libera de la apatía y flojera.

*Psicólogo salvadoreño

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