Personalidades peligrosas

Joe Navarro, es un exagente especial del Buró Federal de Investigaciones de los Estados Unidos, conocido como FBI. Publica “Personalidades Peligrosas: un criminólogo del FBI muestra como identificar a las personas malvadas ocultas entre nosotros”, en el dos mil catorce.

Por: José Guillermo Mártir Hidalgo

En palabras del autor, con su libro quiere ayudar a los lectores a comprender que, cuando se enfrentan a personalidades peligrosas, hay buena posibilidad que se conviertan en víctimas.

Las personalidades peligrosas hacen daño en la casa, en la iglesia, en la escuela y en la oficina. El patrón emergente de estas es que hacen sentir miserables a los demás, infringen las leyes, se involucran en conductas riesgosas, se aprovechan o maltratan a otros y causan dolor o sufrimiento. Estos individuos presentan defectos en la personalidad, en el carácter, en la moral y en la ética. Navarro, presenta cuatro personalidades peligrosas: la personalidad narcisista, la personalidad emocionalmente inestable, la personalidad paranoica y el depredador, como así llama al psicópata o a la personalidad antisocial.

Las personalidades narcisistas se preocupan solo de sí mismas. Para tener éxito conspiran, engañan, mienten, embellecen la realidad y tienen un esquema para salir adelante, sin importar como se ven afectados los demás. Rasgos definitorios de la personalidad narcisista son: egocentrismo, sobrevaluación y devaluación de los demás, arrogancia, tuerce las reglas y necesita controlar a los demás. Si no se salen con la suya presentan ojos blancos, exhibiciones despectivas, pucheros, impaciencia, petulancia, malhumor, despotrican a otros y se ausentan. En su búsqueda por contemplarse a sí mismos incomodan, intimidan o enfurecen a otros.

El narcisista puede escalar a la violencia. Logran alcanzar altos niveles en profesiones de alto poder y confianza, donde las transgresiones o abusos de autoridad pueden tener consecuencias devastadoras. La lista de verificación propuesta por Navarro consta de ciento treinta chequeos. Entre veintiséis a sesenta y cinco verificaciones, nos encontramos con una personalidad narcisista. Superior a sesenta y cinco cheques es una personalidad peligrosa a nivel emocional, psicológico, financiero y físico. Sugiere distanciarse de estas personas e intentar establecer límites.

Los altibajos emocionales, es el sello distintivo de la personalidad emocionalmente inestable. Dicho comportamiento puede deberse a razones neurológicas, biológicas, traumas del pasado, uso de drogas e indiferencia de los padres. Se caracterizan por ser hipersensibles, necesitados y exigentes sin límites, manipulativos, con pensamiento irracional, impulsivos y buscan sensaciones de placer o dolor y la ira puede aumentar de verbal a física. La lista de verificación es de ciento veinticinco chequeos. Entre treinta y seis y sesenta y cinco es una personalidad inestable. Superior a sesenta y cinco verificaciones es un peligro emocional, psicológico, financiero y físico. Con ellos hay que establecer límites.

La personalidad paranoica es consumida por la desconfianza y el miedo. La perspectiva sesgada domina su vida y puede dominar a cualquier persona involucrada con ella. Sus características definitorias son la sospecha irracional, su hipersensibilidad es concebida como una forma superior de visión, con el que consideran enemigo guardan rencor, odio intransigente y deshumanizante. En posiciones de liderazgo o gobernanza, puede cometer las peores atrocidades de la historia. Su lista de verificación está formada por ciento treinta chequeos. De veintiséis a sesenta comprobaciones, nos encontramos con una personalidad paranoica. Superior a sesenta verificaciones, es un peligro emocional, psicológico, financiero y físico. Navarro recomienda alejarse y no intentar discutir con ellos o tratar de convencerlos.

De todas las personalidades peligrosas, el depredador es la que causa más daño. Estos viven de saquear, robar, victimizar y destruir. Los depredadores se centran en las oportunidades de usar personas, lugares y situaciones, para su propio beneficio. No tienen restricciones emocionales, de conciencia, morales, legales o éticas. Son calculadoras, manipuladoras y agresivamente depredadoras. Les encanta controlar a las personas como títeres. El comportamiento depredador existe en un continuo o espectro. Pueden diferir, pero, comparten en que toman y no dan, ponen a otros en riesgo, insensibles, despectivos y carecen de preocupación por los demás. En una relación, el depredador actúa como parasito, viviendo de un huésped humano. Los depredadores, como líderes, tienen una misión: mantener el poder por cualquier medio. La lista de verificación está compuesta de ciento cincuenta chequeos. Entre veintiséis y setenta y cinco verificaciones, se comporta como depredador. Mayor de setenta y cinco, es un peligro emocional, psicológico, financiero y físico. Navarro sugiere el distanciamiento y tener mayor conciencia de esta personalidad.

Regularmente, hay personas poseen características de dos o más tipos de personalidades peligrosas. La combinación narcisista-paranoico, es la más destructiva de todas, si tienen poder ilimitado. El depredador-narcisista, arroja individuos altamente peligrosos. Hay combinaciones de tres tipos de personalidades peligrosas, como el depredador-narcisista-paranoico, ejemplificados en David Koresh, Osama Bin Laden y Jim Jones. Y el cuadro completo, cuatro personalidades peligrosas, como el depredador-narcisista-paranoico-inestable ejemplificado en Adolf Hitler.

Las personalidades peligrosas se asocian con otras personalidades peligrosas, aumentando el peligro para la sociedad. Para protegernos, Navarro siguiere adquirir conocimientos de dichas personalidades, observar, anotar todo lo que hacen. Y cuando las personalidades exhiban un comportamiento tóxico, inestable, arriesgado o criminal, hay que distanciarse de inmediato o liberarse de esa relación.

Para evaluar rápidamente a alguien, el autor propone cinco preguntas: ¿Me afecta emocionalmente de manera negativa?, ¿Hace cosas ilegales, erráticas o poco éticas?, ¿Explota o manipula a personas?, ¿Hace cosas peligrosas?, ¿Haces cosas impulsivas con poco control? Cuanto más respuestas afirmativas, nos encontramos con alguien con más de un tipo de personalidad peligrosa.

*Psicólogo salvadoreño

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