La política y la retórica política

“la fe de los pueblos no se despierta con promesas, con teorías, ni con retórica: la fe de los pueblos se despierta con hechos, con realidades, con soluciones verdaderas” Fidel Castro.

Por: Igor Iván Villalta Sorto*

No es para nada desconocido que en la guerra como en la política los discursos y planteamientos tienen mucho que ver en la trayectoria de la guerra o la paz.

En esos momentos álgidos, pre conflicto, la influencia de personajes con credibilidad, que son escuchados y seguidos por un buen número de habitantes de un país o región tienen mucho que ver en el curso que tomen los acontecimientos.

Será la historia quien evaluará si la retórica empleada por el líder empujo a un conflicto que no tenía razón o que simplemente no existía y únicamente empujado por sus objetivos, en un momento determinado, condujo a exacerbar las pasiones y conducir a la guerra.

Los ejemplos abundan en la historia de la humanidad, por otro lado encontramos personajes que han llamado a la cordura y a la búsqueda de la paz y la reconciliación, afortunadamente estos personajes también abundan en la historia.

Cuando George W. Bush llamó a desarrollar una guerra contra el terrorismo y específicamente en contra de su antiguo aliado Sadam Husein, aduciendo que este personaje poseía armas de destrucción masiva. Por tanto era un peligro eminente para la paz, la democracia y la libertad de la humanidad.

Bueno todo está claro como el agua, había que derrotar al tirano, no importando el derecho internacional, no importando el número de muertos que provocaría la guerra. Era una causa justificada y todos aquellos que se oponían a esta gesta heroica estaban en connivencia con los terroristas.

O estás conmigo o estás contra mí. Retórica que utilizan los “lideres” en infinidad de situaciones para contribuir a la polarización de las sociedades, en este caso para lograr adeptos y distinguir entre los buenos (los que están conmigo) y los malos (los que están contra de mí) este efecto se utiliza en política para alinear el pensamiento político a mi favor, conducir a las masas a justificar mis atropellos, desmanes, y sobre todo a saltarme las normas y la ley, con el fin de lograr mis objetivos políticos.

Si cumplo con estos objetivos, puedo lograr muchas cosas hasta perpetuarme en el poder. Pero pensemos un poco en las consecuencias de estos actos irreflexivos y temerarios.

La violación fragante del derecho internacional con la invasión a una nación soberana sustentando una mentira conduce a que otros actores se vean en desventaja política y estratégica. En ese momento surge la pregunta: y porqué yo si debo someterme a reglas si los poderosos no las cumplen.

Si nos podemos dar cuenta, cuando llegamos a estos estadios del pensamiento nos encontramos con una situación de peligro y posiblemente incendiaria. En nuestro país cuando el Concejo Central de Elecciones (CCE) perdió toda credibilidad de parte de la población sobre el respeto de la voluntad popular se desató el conflicto.

En los momentos coyunturales en los que vivimos en El Salvador estamos llegando al mismo punto. En encuesta de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” expresa que un 50% de la población desconfía de la imparcialidad de la conducción del Tribunal Supremo Electoral (TCE).

Indudablemente esto es producto de una percepción ciudadana que está enviando señales de desconfianza y temor. Si los gobernantes no ponen atención a los síntomas inevitablemente habrán consecuencias en la percepción que tenga la población en las futuras elecciones.

Sí las evaluaciones son buenas, fabuloso los ganadores de las mismas han logrado un buen espacio político para consolidar sus objetivos y posiciones. Pero si no, profundizamos la crisis social que se manifiesta en cada momento y todos los días.

Pero volvamos a las consecuencia de la invasión a Irak. Este acto arbitrario, motivado por razones económicas de controlar los recursos naturales de una nación soberana, del negocio que significó la concesión a compañías norteamericanas en diferentes actividades en un país ocupado.

Y sobre todo la continua invasión a otras naciones como Libia, Afganistán, y Siria. Ya sea por sus recursos naturales o por su posición estratégica, condujo a operaciones militares en Ucrania en donde tras el fracaso de varias negociaciones con Rusia y acciones como la burla a acuerdos ya suscritos. Llevaron a una guerra que en estos momentos se encuentra en una etapa de definición estratégica que ojalá se resuelva en un corto periodo de tiempo.

La reflexión a todo esto es la necesidad imperante de sujetarse a la ley vigente, debido a que no es una posición de poder lo que me puede permitir violar la ley, debido a que los apoyos no son eternos.

Joe Biden solicita un apoyo multimillonario para continuar la guerra en Ucrania que está dando visos de un gran desgaste político y militar para esa nación que se debate entre la falta de independencia en la toma de decisiones y la presión tanto de la Unión Europea como de los Estados Unidos para que logren ganar la guerra a Rusia.

Ganar la guerra en Ucrania que beneficie a Estados Unidos y a la Unión Europea se ve cada vez más lejana. En los actuales momentos Rusia lleva la iniciativa estratégica y nadie puede estar dispuesto a financiar un ejército que en el plano político y militar no tiene posibilidades de ganar.

*Biólogo e investigador

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