Un área metropolitana caótica y vulnerable

Después de la fundación de las primeras ciudades salvadoreñas, con un impecable trazado cuadrangular de calles y organizadas en torno a la iglesia, el parque central y la alcaldía municipal, el crecimiento urbano se ha caracterizado por la improvisación, por la falta de planificación.

Por ello, la mayoría de las grandes ciudades del país han crecido de forma desordenada y sin tener en cuenta las necesidades de sus habitantes.

Cuando más grande es una zona urbana, más se sienten los inconvenientes generados por esa falta de planificación, lo que es especialmente evidente en el área metropolitana de San Salvador, que por su tamaño y número de habitantes se ha convertido en una urbe inhóspita, caótica y con altos niveles de vulnerabilidad.

Son muchos y variados los problemas que caracterizan al gran San Salvador. Uno de los más sentidos, el pésimo servicio de agua potable; el agua no llega a muchas colonias con la cantidad, la calidad y la frecuencia necesarias.

En segundo lugar, los recurrentes problemas con la recolección de los desechos sólidos por el ineficiente servicio que prestan las municipalidades, en particular en las zonas más populares. Además, son escasas las zonas verdes y recreativas, espacios fundamentales para el bienestar, la calidad de vida y el esparcimiento de la gente, más aún ante la elevación de las temperaturas por el cambio climático.

Por otra parte, la movilización en el área metropolitana de San Salvador es uno de las principales dolores de cabeza de sus habitantes. En los últimos años, el tráfico se ha ido haciendo tan pesado que obliga a que casi cualquier desplazamiento fuera de la zona inmediata de residencia sea cuestión de horas.

El transporte colectivo, factor clave en una gran ciudad, es en general desorganizado e insuficiente; la mayoría de unidades no tienen las condiciones para viajar con comodidad y no circulan con la frecuencia requerida, lo que obliga a los pasajeros a ir hacinados. Al no tener preferencia de circulación sobre los vehículos particulares, el transporte colectivo es mucho más lento que aquellos. Y la densidad del tráfico genera altos niveles de contaminación.

A los problemas anteriores se suma el riesgo de inundación en muchos lugares del área metropolitana, especialmente a las orillas de quebradas y ríos, y en las zonas bajas. La falta de una canalización adecuada de las aguas lluvias y de mantenimiento a la red tragantes y tuberías multiplica las cárcavas, algunas de tal tamaño que amenazan con tragarse a conjuntos residenciales.

Ante esta situación resulta obligatorio plantearse algunas preguntas clave: ¿qué acciones estratégicas tiene pensado implementar el Gobierno para mejorar la calidad de vida en el área metropolitana?, ¿existe un plan maestro de ordenamiento territorial que evite y corrija lo errores cometidos hasta la fecha? y, en definitiva, ¿hay interés real por trabajar para el desarrollo urbano sostenible?

La planificación es crucial para la expansión ordenada de las ciudades; ciudades que hagan más fácil y agradable la vida de las personas y que provean los servicios esenciales. Son los planes urbanísticos pensados de forma integral los que permiten invertir con eficacia en edificios y servicios de transporte, energía, agua y desechos eficientes, y transitar hacia modos de desarrollo urbano socialmente inclusivos y sostenibles.

Según ONU Habitat, “las ciudades más densas y mejor conectadas, diseñadas para estar más abiertas a los elementos, podrían mejorar el bienestar y los intercambios sociales y económicos mientras economizan el asfalto, el hormigón, la electricidad y el agua que actualmente se consume en extender los centros urbanos contemporáneos”.

Es clave que las autoridades tomen nota de esta recomendación para no repetir la situación del gran San Salvador en otros centros urbanos que están creciendo a lo largo de la geografía nacional; en definitiva, para no seguir caminando en contra de lo que indican los expertos y necesitan las personas. (Editorial UCA)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: