La elección del soberano en peligro: oligarcas a las armas

En la mañana del 3 de julio, el supremo de Guatemala dictaminó favoreciendo un amparo presentado por los diez partidos de derecha participes en el reciente evento electoral de ese país, vencidos todos electoralmente menos uno, por el único partido de izquierda en el evento: Semilla.

Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*

Para ponernos en contexto debemos considerar el que los resultados publicados por las encuestadoras antes del encuentro eleccionario, no sugerían de modo alguno que Semilla fuera favorecido por el soberano, lo que suscitó varios señalamientos de parte de los observadores extranjeros que refirieron esa anomalía como una de muchas que evidenciaría la nula transparencia del proceso, en el que los dados cargados impusieron una narrativa que favoreciera desde un primer momento a los representantes del conservadurismo en el proceso, anulando y despreciando la voluntad del soberano.

Y es que, el final de los pasados conflictos armados en la región supuso por acuerdo de las partes, una reestructuración de los órganos judiciales, lo que en la práctica no implicó ninguna transformación, pero si la introducción de algunas reformas, las cuales no se incorporaron en el ánimo de modificar el statu quo y si para asegurar el modelo económico, perpetuándolo.

Entonces, a un régimen jurídico de corte conservador se le suma una cultura predominantemente reaccionaria, la cual es alimentada negando a la población educación de calidad, como erosionando sus valores por intermedio de las iglesias pentecostalistas, aliadas incondicionales de las élites militantes y ultraconservadoras, en un cóctel dirigido a conservar y perpetuar las desigualdades, agravándolas mientras concentra la riqueza entre las élites.

Entonces la desinformación señalada por la comunidad internacional es solo uno de los muchos elementos existentes cuya razón es la preservación del modelo, mientras el órgano judicial hace lo suyo favoreciendo el reclamo de los partidos de derecha, aún cuando este carece de precedentes y supone un escenario no contemplado por la constitución guatemalteca, lo que implica un vacío legal por defecto, que en lo concreto rechaza la voluntad del soberano, las mayorías en todo caso, incluidas las que votaran por el partido de derecha que pasa al balotaje con Semilla, pues desconoce también su voluntad, evidenciando con crudeza cómo el modelo se sirve de la ciudadanía a través del ejercicio electoral, solo para legitimarse, sin reconocer y menos favorecer a este.

Falta en la ecuación el papel de los ejércitos, cuya historia es la suma de los más ignominiosos ultrajes a la dignidad de nuestras repúblicas, siempre dispuestos a atentar contra su seguridad como contra la vida de los ciudadanos, con la excusa de asegurar paradójicamente a las repúblicas que debieran guardar, mientras el gran hermano del norte, los EEUU pretenden garantizar que la cosa siga igual, perpetuando en el poder a una banda de esquizoides derechistas cuyo único interés es el enriquecimiento desmedido, por los medios que sea necesario.

Y, aun así, con todo aparentemente en contra, incluso la historia, nuestros pueblos construyen paso a paso, siguiendo esas reglas, sin retroceder, desigual y heroicamente, su libertad.

*Educador salvadoreño

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