¿Institucionalidad?

La construcción de la Democracia es un proceso constante y dinámico, comparable narrativamente a una aventura por las dificultades y obstáculos que se tendrán que sortear, porque las resistencias siempre serán superiores a las ansias por su construcción. Ello porque los poderes representados en el conservadurismo nunca estarán dispuestos a abandonar sus privilegios y ventajas, grajeadas manipulando al estado. Sí, y también cometiendo multitud de crímenes para conservarlo. La historia y la evidencia así lo confirma.

Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*

Por otro lado, las carencias obligadas a las que orillan los regímenes conservadores a su población pasan por el abandono de la educación, y en consecuencia del conocimiento de la propia historia, lo que deriva en la indefensión de parte de la población de los propios derechos, y para el caso que nos ocupa, el desinterés por construir la institucionalidad que defenderá los propios derechos ciudadanos.

Tomemos un caso de actualidad para ilustrarlo: las comunicaciones.

Las comunicaciones son un derecho humano fundamental, vitales en el mundo moderno, por lo que es fundamental que sean veraces, y además para que tengan valor, vertidas en tiempo real, lo que supone ser trasladadas sin manipulación, directamente, por intermedio de profesionales en las comunicaciones que realicen la labor sin pasiones e independiente. Esto es capital en particular en lo tocante a la información desprendida desde el primer órgano de estado, donde se discuten y aprueban las leyes que nos afectarán, por lo que la presencia de periodistas objetivos es necesaria.

En cambio, ahora nos dicen que esta tarea la realizarán you tubers, apenas comentaristas que tienen por propósito granjearse seguidores, que en la mayoría de casos no son objetivos y para nada serios al abordar cualquier tema, con por supuesto algunas honradas, pero muy contadas excepciones, que no han sido sumadas a la planilla en cuestión.
Estas personas, contratadas para este fin por la propia legislatura, es decir pagados, asalariados, por los mismos sobre los que nos compartirán información, son la fuente primaria que intermedian entre nosotros y la legislatura.

¿Honradamente podremos esperar de parte de estos un ejercicio noticioso objetivo? Por supuesto que no.

Son asalariados por lo que para conservar ese hueso serán lo más favorables que le sea posible al propósito de edulcorar la deteriorada imagen de un órgano que apenas es una farsa de sí mismo, y que ha sido reducido a ser un remedo del ejecutivo, un eco irreflexivo de los deseos de la presidencia.

No podemos esperar de estos, ninguna información objetiva y sí propaganda. Lo cierto es que, en apenas 3 años, esta administración ha retrocedido en todos los marcadores de desarrollo social, alcanzando para ilustrarlo, de nuevo hasta un 20% de analfabetismo entre la población, de acuerdo a los medidores que en esta materia hacen las NU.

Ello supone no solo el retroceso per se, referido, sino el desarrollo de las objetivas condiciones para alcanzar nuevas cotas de retraso, favorable al conservadurismo por desinstitucionalización.

Y ése, ése es el objetivo propósito de este régimen para perpetuarse en el poder.

*Educador salvadoreño

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