Distrayendo la atención pública

La última de la FGR es la agresiva persecución en contra del ex presidente Cerén por supuesto enriquecimiento ilícito, denunciando una serie de irregularidades que supuestamente realizó el anterior ejecutivo y aseverando el congelamiento de sus bienes materiales.

Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*

El alegato de la fiscalía, hace suponer una masiva sustracción de recursos públicos.

Meses atrás por otro lado, cuando la Asamblea Legislativa iniciará aquellos procesos públicos hacia el interior del hemiciclo, sentó en un banquillo a varios ex funcionarios a los que por horas cuestionó sobre su quehacer y el uso que dieron a los recursos que tuvieron a su disposición cuando ejercieron. Sin ningún logro práctico.

Entre los funcionarios en cuestión, también se sentó al ex presidente Cristiani, a quién por horas se lo cuestionó sobre el fin que tuvieron las utilidades que produjeron la privatización de la banca, cerca de 700 millones de dólares, los cuales al igual que los 3.000 millones de dólares que utilizara la presente gestión durante la pandemia, son de fin “desconocido”.

Hay que acotar en este punto que al dejar sus funciones públicas todo funcionario pasa a una evaluación de ley, de la corte de cuentas, que dictamina si hubo o no enriquecimiento ilícito, la que el señor Cerén superó sin dificultades, pues es tenedor en su haber solamente de la pensión que lo favorece, sin poseer ninguna propiedad a su nombre.

En su caso particular, debemos recordar que hubo un sobre esfuerzo por determinar si el ex presidente habría transferido en algún momento bienes a terceros, lo que sin embargo no dio resultados, determinando que el ex presidente no posee bienes a su favor.

Por otro lado, y en el caso del ex presidente Cristiani, es de conocimiento público que malversó aquellos 700 millones de dólares a su favor, lo que fuera denunciado detalladamente por entidades multilaterales en sus informes, como el FMI, el BMI y el BID, lo que cualquiera puede comprobar.

Dicho de otro modo, aquella sentada en el hemiciclo fue solo parte de un vergonzoso circo que descalifica a la Asamblea, pues no solo no le compete tal tarea, pero además carece de la solvencia moral para emprenderla.

En el caso ex presidente Cerén, la cosa tiene otra intencionalidad, pues ya la institucionalidad ahora inexistente, que se erigió superando resistencias durante los diez años de conducción de la izquierda, y que echara raíces y fuera aplaudida sobre todo internacionalmente, por la credibilidad que lograra para el país, lo exonero de la práctica de enriquecimiento ilícito, pues no tiene mayor patrimonio que su pensión, la cual ha sido secuestrada por la FGR, privándolo de tales ingresos, mientras lo que se alega se ha secuestrado en su favor no es sino una gravísima mentira, dirigida a erosionar la figura del ex presidente.

Otro desmán que en apenas días pasará la factura a la ya nula credibilidad del actual régimen, no sólo por carecer de evidencias, sino también porque el ánimo último es la difamación.

Y esa, ya nadie se la cree.

*Educador salvadoreño

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