Coleccionista acumula 379 ediciones en distintos idiomas del clásico de García Márquez

La novela nació al mundo por primera vez mediante la argentina Editorial Sudamericana, con un diseño del artista plástico mexicano español Vicente Rojo, y con una letra colocada al revés que se convertiría en mítica razón de afán para los coleccionistas.

Se trata de la obra cumbre del escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez: la novela Cien años de soledad, que desde entonces ha sido traducida a decenas de lenguas y vendido millones de ejemplares en el mundo.
De estos millones de libros vendidos, un coleccionista connacional de García Márquez alberga 379 diferentes, incluido un ejemplar de la primera edición. Se llama Jorge Iván Salazar y desde hace 16 años suma ediciones distintas del clásico latinoamericano, con traducciones al tamil, el ruso, el azerbaiyano, el chino o el armenio.
Los anaqueles de su biblioteca se ubican en la ciudad colombiana de Armenia, departamento de Quindío, a unos 300 kilómetros al oeste de Bogotá, la capital colombiana. El coleccionista es ingeniero civil y constructor, y entre sus ejemplares de Cien años de soledad tiene algunos con portadas de artistas europeos, de acuerdo con una entrevista que le hizo la agencia AFP.
Salazar asevera que ha aprovechado sus viajes por el mundo para adquirir nuevos ejemplares de la novela, que narra la historia de la familia Buendía en un pueblo ficticio conocido como Macondo.
El apasionado de la obra de García Márquez se considera el mayor poseedor de ejemplares del colombiano, título que intentó certificar ante el libro de los récords Guinness, aunque que no cuenta con registros parecidos con los cuales compararlo. El coleccionista organiza su biblioteca mediante un catálogo con los datos más relevantes de cada ejemplar.
Entre los más curiosos figura una versión pirata traducida al chino y que circuló en librerías antes de que saliera la oficial, que además cuenta con un autógrafo del autor. «Para el mayor pirata del mundo», le apuntó García Márquez al traductor a la lengua asiática.
Hace 40 años, en 1982, el novelista colombiano recibió el Premio Nobel de literatura de manos de la Academia Sueca, que aceptó con un discurso sobre la identidad y la lucha política de Latinoamérica.
«El último libro que adquirí fue en el idioma feroes, (de) una isla entre la península escandinava e Islandia. Para mí fue impresionante que en una isla tan remota tengan Cien años de soledad en su idioma», explicó el entusiasta.
Fuente: Sputnik

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