La necesidad de la impunidad en las dictaduras

Levantamiento Campesino de 1932.

Para el fundador del Movimiento de Trabajadores de la Policía, “hay un 60% de agentes que «lleva en su corazón» a Bukele. Sin embargo, está seguro de que no saldrán a las calles a defenderlo cuando su plan dictatorial se consume”

Marvin Reyes

Entrevista periódico digital El Faro

Por: Igor Iván Villalta Sorto*

La impunidad en las dictaduras debe ser algo normal, lo mismo que justificar la impunidad. Es un proceso en el cual el ejército y la policía tienen mucho que ver. De allí que estos estamentos militares son fortalecidos y tratados con privilegios, con la justificación que ofrecen su vida para defender la patria de cualquier enemigo que quiera mancillarla.

En ese caso los ejércitos se vuelven represores de los ciudadanos, ocupan los poblados y las ciudades a su antojo, generan miedo y terror en población indefensa. Esta es una carga muy grande para los militares debido a que terminan por ser repudiados y odiados por el pueblo que dicen defender.

Los casos son múltiples y variados en toda América Latina. En Centroamérica la instauración de dictaduras militares fue un proceso brutal y despótico. Lamentablemente en Centroamérica se revive la tendencia de gobiernos autoritarios, mientras que en el sur del continente el proceso es diferente ya que se instauran gobiernos progresistas.

Una de las claves para lograr controlar el poder por “secula seculorum”  (por siempre y para siempre), es mantener en la conciencia de las personas que es muy necesario para el bien y desarrollo del país, que este grupo de personas se mantenga en el poder porque son los que siempre han mantenido el progreso de las grandes mayorías.

En la dictadura militar era mantener a la población en un constante estado de guerra, ya sea en contra de fuerzas extranjeras que nos querían imponer ideologías extrañas a la democracia que gozábamos, como el comunismo. También que eran los únicos que nos podían defender de otros enemigos externos como los hondureños, que eran violadores de los derechos humanos.

¿Para qué aferrarse al poder? Precisamente porque cinco años es muy poco para lograr conformar una élite que permita implementar un modelo económico de acuerdo con sus intereses. En un programa de televisión el politólogo de la UCA Álvaro Artiga nos ilustra como las élites del poder se han ido afianzando a lo largo del tiempo en nuestro país.

Después de la independencia de España, los criollos, necesitaban un producto que les permitiera insertarse en el mercado internacional de materias primas, para ello el producto con el cual podían hacerlo era el añil, el cultivo intensivo de añil fue degradando los suelos en la zona norte del país, los campesinos pauperizados eran obligados a trabajar en los obrajes con toda su familia, hasta 16 horas diarias. En consecuencia, se produjo la muerte de mucha población campesina debido a las infecciones como la tuberculosis. De acuerdo con David Browning en su libro El Salvador La Tierra y el Hombre.

Al descubrirse en Europa los colorantes sintéticos, ya no había quien les comprara añil. Por lo que la oligarquía necesitaba otro producto de exportación, este lo encontraron en el café, pero necesitaban de tierras y clima propicio. El problema era que, la tierra se encontraba en manos de los pueblos originarios. Por consiguiente, fueron expropiadas las tierras ejidales y pocos años después se da el levantamiento campesino de 1932.

Se conforma la oligarquía cafetalera, protegida por el estamento militar que se definió como el primer gobierno de seguridad nacional, con ideología anticomunista encabezado por Maximiliano Hernández Martínez que se prolongó por 12 años. En la dictadura militar se transforma el país en primer lugar para sacar el café. Se construye el ferrocarril, luego se necesita industrializar el país y se construyen represas para aumentar la producción de energía eléctrica, mejores carreteras, puertos y aeropuertos, con el mismo fin.

Ya en la etapa de posguerra, se introducen políticas neoliberales siempre con el objetivo de que un pequeño sector se enriquezca más, controlando el estado y colocándose en puestos privilegiados para hacer negocios. Ahora un nuevo sector de la población, siempre acompañado de sectores oligárquicos, pretenden convertir al país en un paraíso turístico en donde se establezcan hoteles, aeropuertos, ciudades con privilegios fiscales, medios de transporte que les permitan dar la idea de un país de primer mundo, mientras el grueso de la población se verá marginada y afectada.

Todas estas transformaciones económicas tienen un mismo patrón, siempre te dicen que el pueblo saldrá favorecido, habrá empleo y desarrollo. Pero para lograr todo esto es necesario contar con un ejército y una policía militar que proteja los negocios del grupo. Esto lo confirma el representante de los policías Marvin Reyes, Al denunciar que después de ser incitados a reprimir a la población y las posteriores críticas nacionales como internacionales, por la muerte de ochenta individuos en los penales, se ha ordenado investigar quien los capturó y otros pormenores.

Claro, “al perro más flaco se le pegan las pulgas” estos crimines pueden ser crimines de lesa humanidad y el estado salvadoreño deberá responder por ello en los tribunales internacionales.

Para establecer cualquier dictadura se necesita que sus esbirros tengan privilegios sociales como la impunidad.

“Cuando el ser y existir afecta a la moral de una sociedad, eso no debe llamarse derecho bajo ninguna justificación, eso es doble moral”

 Rodrigo Azucena

*Biólogo Investigador

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