La señora Jill Biden, esposa del presidente de los Estados Unidos, asistió esta semana a la conferencia anual de la organización UnidosUS, que promueve los derechos civiles de los latinos, y cometió allí el disparate de decir que los hispanos son tan singulares como “los tacos para el desayuno”.
Por: Guillermo Alvarado
Como es de suponer, de inmediato los representantes de esa comunidad, que es una de las más grandes que habitan en la potencia norteña, reaccionaron con indignación ante una comparación tan banal y desafortunada, que denota una ignorancia brutal de lo que representan social, cultural y económicamente.
La Asociación Nacional de Periodistas Hispanos aseguró que utilizar los tacos del desayuno para tratar de demostrar la singularidad de los latinos demuestra una falta de conocimiento y sensibilidad a la diversidad de estas comunidades en la región, y yo agregaría que también dentro de Estados Unidos.
En efecto, en la actualidad hay alrededor de 60 millones de personas de origen latinoamericano en ese país, de los cuales unos 39 millones son mexicanos, lo que se explica por la cercanía e historia de ambas naciones, además de nutridos grupos de centroamericanos, caribeños y sudamericanos.
Todos ellos van acompañados por sus respectivas tradiciones, costumbres y un factor común, que es el idioma.
Dentro de relativamente poco tiempo Estados Unidos será el segundo país del mundo, sólo detrás de México, donde más se hable y se estudie el español, pero más allá de este dato, muy importante por cierto, hay también una gran parte de migrantes indígenas, que están allí con su cultura y cosmovisión.
Es innegable que existe un proceso de hispanización de la sociedad estadounidense, algo que la esposa del presidente Joseph Biden ignora.
Más aún, una reciente investigación, realizada por la organización Colaboración de Donantes Latinos y académicos de la Universidad Luterana y la Universidad de California en Los Ángeles, aporta un dato interesante.
Resulta que si la fuerza económica de los hispanos en Estados Unidos fuese la de un país independiente, tendría el séptimo lugar del planeta por su Producto Interno Bruto, igual al de Francia y superior al de Brasil, Italia y Canadá.
Así lo señaló David Hayes-Bautista, académico de la Universidad de California en Los Ángeles, quien aseguró que los latinos participan e incrementan la fuerza laboral en diversos sectores, suben salarios, tienen un consumo firme, forman hogares y compran casas.
Al mismo tiempo, agregó, sufren discriminación, son vistos “como una infraclase”, criminales, violadores, narcotraficantes y migrantes ilegales.
Cuando Donald Trump profirió estos insultos ¿recuerdan? no fue casualidad, ya existían en el imaginario xenófobo y racista de muchos estadounidenses.
Fuente: Radio Habana Cuba
