Comienza una semana definitiva en Colombia para designar al futuro presidente de la República entre un candidato progresista, el senador y antiguo alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y el millonario conservador Rodolfo Hernández, favorito de la derecha local y regional.
Por: Guillermo Alvarado
Luego de la primera ronda, celebrada el 29 de mayo, el país sudamericano quedó entre dos opciones contrapuestas, con la particularidad de que los sectores políticos tradicionales que gobernaron durante prácticamente toda la vida nacional, están fuera de la jugada.
Quizás lo más señalado fue la debacle del partido de Gobierno, Centro Democrático, fundado y dirigido por el expresidente de extrema derecha Álvaro Uribe, a quien muchos consideran la figura decisiva detrás del presidente Iván Duque, ya próximo a abandonar su mandato.
Esta fue sin duda la demostración más clara del hastío de una sociedad, castigada por la violencia, tanto la ejercida por las autoridades como la de los grupos armados irregulares, al servicio de las mafias del narcotráfico, el crimen organizado y los grandes terratenientes y empresarios.
Todo está listo, entonces, para que unos 39 millones de ciudadanos, dentro y fuera de Colombia, acudan a las urnas el próximo domingo, 19 de junio.
Las encuestas de intención de voto muestran un empate técnico, excepto la última realizada por la firma Yanhaas, que le da a Petro una diferencia de diez puntos por encima de Hernández.
Hay que decir que éste último subió notablemente después de la primera ronda, pero no es porque haya conquistado más simpatizantes con su discurso electoral, bastante impreciso, sino porque absorbió de manera natural a los sectores de derecha y extrema derecha que fueron derrotados en esa ocasión.
Esto da una falsa imagen de popularidad, sobre todo en un país donde la abstención ronda el 50 por ciento del padrón de ciudadanos. Muchos que apostaban por otros candidatos simplemente podrían optar por permanecer en casa el domingo venidero.
Incluso firmas encuestadoras, como Guarumo y EcoAnalítica Medición y Conceptos Económicos, que hace una semana daban a Hernández entre tres y cinco puntos por delante de Petro, ahora muestran el uno por ciento, o menos, de diferencia y la tendencia es a reducir esa brecha.
En el otro bando, Gustavo Petro y su compañera de fórmula, Francia Márquez, mantienen su núcleo duro de votantes y lo amplían con una oferta pragmática y honesta. No ofrecen una revolución radical en Colombia, sino ser el comienzo de un proceso de cambios que anhelan las mayorías poco o nada favorecidas por gobiernos anteriores.
Fuente: Radio Habana Cuba
