Chile hacia la consolidación de un proyecto transformador

El primer mandatario más joven de la historia chilena llega al Palacio de la Moneda en medio de grandes expectativas, pero con una carga de demandas de sus compatriotas que hacen harto compleja su gestión.

Por: Roberto Morejón

De guía en las marchas estudiantiles a favor de la gratuidad de la educación, Boric pasó a ser líder del Frente Amplio y participante en la coalición Apruebo Dignidad, con el Partido Comunista, entre otras colectividades.

Se ha rodeado de antiguos compañeros de lucha, para impulsar cambios en la sociedad, en sintonía con demandas populares, como la de combatir las desigualdades en un Chile permeado por el neoliberalismo, presentado como laboratorio ideal de ese modelo.

Las protestas populares de 2019 desmintieron con creces el supuesto éxito de esa experiencia, instalada durante la dictadura de Augusto Pinochet y defendida a ultranza por la extrema derecha y ricos empresarios, como el presidente Sebastián Piñera.

Boric afirma oponer un estado de bienestar a aquella herencia, con acento ecologista, feminista y de sintonía con las masas.

Diputado por la austral Magallanes, Boric tiene también, como es lógico, sus puntos de vista y enfoques, algunos de ellos conciliados con exponentes de la centro derecha, para ganar más apoyo y derrotar, como lo hizo, al ultraderechista José Antonio Kast.

Desde esas filas querrán tirar de algunas de las riendas del poder para frenar ímpetus del flamante nuevo Jefe de Estado, y está por ver cómo responderán ante los intentos de Boric de cumplir sus promesas de campaña.

Entre ellas un nuevo sistema de pensiones sustituto del denostado mecanismo de capitalización individual, condonación de créditos universitarios, fondo universal de salud y una reforma tributaria.

Para respaldar al novedoso dignatario, emergerá un gabinete inusual, el primero con más mujeres que hombres.

Entre todos aguardarán por los resultados de la convención constituyente que trabaja a marcha forzada para presentar, como quiere la mayoría de los chilenos, una oferta de Carta Magna para cambiar el tablero legislativo.

Ahora bien, la tarea gubernamental NO será fácil sin mayoría en el Congreso, con los coletazos de la pandemia amortiguada, pero no erradicada, aprietos económicos, presiones migratorias y las derivaciones del conflicto en Europa del este.

Es de esperar que ante probables contratiempos, Boric apele al respaldo de los movimientos sociales, cuya cadencia conoce.

Tomado de www.radiohc.cu

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