Descomposición política

La baja en popularidad de Nayib Bukele y, la presión internacional sobre su Gobierno, revelan la descomposición política, que permitirá un reacomodo de las fuerzas políticas internas, sin ofrecer claridad, de cuáles serán los resultados finales.

Por: Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Las autoridades municipales y diputaciones se ganaron, por el arrastre de Nayib Bukele, sin considerar la capacidad, moralidad y aceptación popular de los candidatos. Situación que favoreció a Nuevas Ideas, inicialmente, pero la gestión de las administraciones locales y, el pobre desempeño de los Diputados oficialistas, está yendo ahora, en contra de Bukele a lo cual debe sumarse, la presión internacional que le cierra el dinero que el Gobierno necesita.

Esta situación, obliga a la dictadura, a buscar otras bases de sustentación política, como las que han sido tradicionales nichos del FMLN, ARENA, PDC y PCN, y serían las alternativas territoriales, al actual dominio municipal de Nuevas Ideas. Por esa razón, puede apreciarse, en algunas municipalidades, el abandono partidario de cuadros que tradicionalmente, fueron de dichos partidos y hoy, sin ninguna línea ideológica, ambicionan formar un nuevo partido, sólo para estar bien con la dictadura.

La disminución de los fondos FODES y la centralización de las obras municipales, ha afectado a las municipalidades de Nuevas Ideas, que hoy se ven imposibilitadas, de dar satisfacción a las demandas de sus electores. Y en igual situación se encuentran las alcaldías opositoras.

En la actualidad, Nuevas Ideas lidera 153 alcaldías, de 262 existentes; la mala gestión de las mismas, pone en riesgo, el dominio que se ejerce en la Asamblea Legislativa, pues la sustentación electoral del diputado, surge de acuerdos con las bases municipales. A este riesgo, debe ya sumarse la disidencia que existe, por lo impopular de las leyes aprobadas actualmente (la nueva ley de aguas creará más resentimiento popular) y las otras disposiciones del Gobierno, que han atraído sanciones internacionales. Este fenómeno, puede apreciarse en la elección del Fiscal General de la República, en la que decidieron no participar 12 diputados oficialistas, debiendo ser substituidos, por igual número de suplentes, situación, que, según la jurisprudencia de la Sala de lo Constitucional, constituiría una elección ilegal.

Parecería que la dictadura, tratase de crear una pseudo-oposición, que substituiría a GANA y a Nuevas Ideas y, permitiese a Bukele, tener el control de todas las instituciones del Estado. Esta situación, podría consolidar su régimen, pero también puede desestabilizarlo, si los cuadros oficialistas consideran, que han sido usados y traicionados por Nayib Bukele, lo cual obligaría a dominar, por medio de sobornos y coacciones, en sus diferentes formas.

Una pseudo-oposición, carecería del fundamento ideológico necesario para mantener su independencia en el actuar político y estaría al servicio de quienes posean, fuerza o dinero: maras y crimen organizado transnacional. Ya ha habido muchos casos en los que líderes locales, terminan siendo procesados, por asociaciones ilícitas, un fenómeno que no es nuevo en Centroamérica, pues ya lo está viviendo Guatemala.

Al presente, no hay líderes que aglutinen a la oposición, pues de aparecer alguno, sería objeto de ataque por parte del Gobierno y, de espionaje, como hoy lo es, todo opositor en el país. A falta de líderes, es necesario que el liderazgo recaiga sobre principios ideológicos y, pueda saberse con exactitud, cuál será la política en su quehacer práctico. En este caso, la conducción efectiva de un movimiento, debe de recaer sobre grupos que proclamen una ideología clara, siendo la principal proclama, la libertad en su sentido directo, enfatizando que el ciudadano, y no el Gobierno, es el dueño del Estado.

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