Y el ante proyecto de pensión, avanza, se estanca o simplemente se espera caiga de arriba

El anuncio del pasado 15 de sept/2021, tendrá como efecto que el Ministro de Trabajo y su grupo sindical haga una presentación que será entregada al gobierno. Será la próxima semana—el mismo se centra en que debemos sacar una mejora sustancial de los montos de pensión—por ahora el grueso de pensiones está bajo el 45%, mínimo que establece la OIT—no obstante, la lucha apela por elevarlo al menos en un 60%, pero el pelo en la sopa es que no se tienen los fondos suficientes para un cálculo mejor de la tasa de reemplazo, sobre todo que se conoce que durante el ejercicio del sistema público (INPEP) con 40 años de servicio o los docentes con 35 años se alcanzaba el 100 del salario básico regulador.

Por: Róger Hernán Gutiérrez*

El asunto acá es que una nueva forma de calcular el monto de pensión, significaría disponer del comportamiento de las variables paramétricas que sostienen el sistema: edad, cotización, tiempo de servicio. La reforma previsional del 96, modificó el tiempo de servicio elevándolo de 15 a 25 años como mínimo para tener derecho, también modificó la cotización elevándola sustancialmente y se volvió a modificar con la reforma del 2017, quedando en 15%, uno de los más altos de la región. Las personas trabajadoras no soportan el peso que esto significa en sus salarios, muy bajos—lo bueno es que la pensión mínima ha llegado en 2021 a 304 usd muy cerca del salario mínimo actualizado (365 usd), ello implicaría una tasa de reemplazo significativamente considerable.

En aquel entonces la edad no se modificó y continuó estando a la fecha en 55 para mujeres y 60 para hombres, la situación acá es que la pista de acumulación para las mujeres trabajadoras es menor, aunado a períodos de maternidad que no son cotizables, así como una construcción social que no reconoce el trabajo del hogar remunerado, obligando esta situación y la crianza de los hijos/as a disponer de un período cotizable menor, lo que en la manera cómo actualmente está calculado significa pensiones menores hasta de un 30%.

Esto debe obligar a incorporar en la reforma previsional que se prepara, una compensación en tiempo de servicio y/o cotización (monto de subsidio) para recuperar el tiempo y el nivel de cotización perdido.

La expresión mayoritaria es a impedir el aumento de la edad, y la cotización incrementarla, solo hacerlo en la parte de la cuota patronal. No hay estudio actuarial que analice en el mediano y largo plazo el mejoramiento sustancial de los beneficios, que sean sostenibles y con suficiencia, sin discriminar ni lesionar a las personas que ganan menos y que presentan una carrera laboral muy discontinua. Mucho de la duda que se percibe es quién administra el sistema, al parecer ha penetrado la parte que el Estado es por naturaleza corrupto y la empresa privada no, ese pensamiento nos lleva a creer que la administración de las AFP está bien, y pasarle los cotizantes y montos de pensión valorados en más de 600 millones de dólares mensuales, parecería un exceso, y debe haber cautela, mucho de los fondos de pensión están en papeles dado el alto endeudamiento que lleva desde el 2000 con bonos y luego con el fondo de obligaciones previsionales.

Este es un tema de difícil comprensión popular, la protección social es algo que ha venido desvalorándose hasta caer en un vacío muy profundo, la ley de desarrollo y protección social (D.L. 647) que fue creada en el período del FMLN es hoy totalmente estéril; la pandemia es responsable de que este derecho vaya agotándose hasta representar muy poco en la vida de los salvadoreños, en tanto que está destinando mucho de los pocos recursos con que se cuenta para su contención. La previsión social es un tema trascendental y de mucha polémica, la presentación próxima debe reunir lo mejor de la histórica discusión desde que se privatizó el sistema de pensiones público, un sistema de coexistencia del privado y una nueva valoración para renovar el sistema público, parecería ser la mejor decisión, pero y aquellos que con sus impuestos contribuyen a pagar el monto de pensiones que va aumentando año con año. Hacienda incorpora al presupuesto grandes sumas de dinero para este rubro. El punto es que el sistema los margina y excluye—y los que cotizan muchos no alcanzarán una pensión ni tan siquiera ese porcentaje de miseria—se les devolverá su poco ahorro sin más—y muchos no alcanzan aún a comprender la existencia en condiciones inhumanas en la adultez mayor.

*Sindicalista salvadoreño

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