Polvos mágicos, malas intenciones, manipulación y alienación de mentes

El ambiente está de sobra contaminado, bastante tóxico y no parece que vaya a mejorar en algún tiempo, y en campo de la vida—algunos lo intentan siendo personas que aún creen en la ciguanaba y el cipitío, y creen que todo se debe a estos ancestros que han sido trasladados por la cultura del mito y lo fabuloso por muchas generaciones. Y creen todo lo que pasa a su alrededor, aun cuando tenga claramente bases de mentira y fraude, quizás entre más tenga de esto más creíble para estos grupos poblacionales.

Están aquellos que la intelectualidad que poseen no los pone al nivel de las circunstancias y tratan de manipular la opinión pública que se lleva por creencias míticas o de conveniencia que hace que el producto de su conocimiento sea una resultante que no conduce más que a diferentes rivalidades, más confusión y la realidad se distorsiona para tratar de justificarla con argumentos técnicos, supuestamente con base científica, pero que del otro lado sólo se observa que se trata de una argucia que pretende disputar intereses y manipular hasta conseguir su finalidad—mucho de esto entra el análisis somero, las medias verdades, la base de autores que han dicho algo al respecto, y son retomados pedazos descontextualizando lo que se ha expresado.

El discurso creíble se desmonta por el otro bando o bandos, y se deslegitima lo expresado ya sea por venir de un personaje poco o nada creíble o en el mejor de los casos se inventa algo negativo para desacreditar su aporte a lo que se pretende dilucidar. Quedando todo en lo más confuso y fuera de lugar, que no se recoge nada de positivo y va de tumbo en tumbo hasta quedar hecho cenizas, y no servir ni para lavar bien los trastos como lo hacían las abuelas. Algunos pensarán en los cuentos de que “polvos mágicos” mantienen las mentes enclaustradas y con poca coherencia para entender las formas objetivas y subjetivas de superar los valladares y darle la solución a lo que nos acosa como el problema fundamental.

Los procesos alienantes que sufrimos hoy en día unos más atosigados que otros, abusados en mucho por el poder, la corrupción, ambos llenas de malas intenciones que cada día se hacen más grandes para ahogarnos, presos nuestros quehaceres de mayor alienación, en mucho manipulados por una existencia poderosa que reina en la tierra de la codicia, la hambruna, la injusticia, sin razón más que la de continuar siendo empobrecidos de mente y corazón, que hacen nuestras vidas más miserables y obtusas para buscar salidas y soluciones a los diferentes problemas, por hoy esos “polvos mágicos” y esas alienaciones nos mantienen en ese antro, drogados por pensamientos frustrantes y poco alentadores, seguimos abordados por las más embrutecedoras comunicaciones—contactos que no alumbran la verdad, sino que la esconden aflorando las mentiras en contraposición a lo bueno, ético y humano.

Hasta dónde vamos a sentir que el juego, la broma y la chanza, la hemos perdido y desplazado por la burla, la injuria, la desidia y el acoso a quienes pueden con su lucidez, y buenos sentimientos sacarnos del marasmo en el que hemos caído, sin embargo hay personas que alienadas se ofuscan y arremeten contra la frescura del pensamiento y el conocimiento de quienes tienen ese don, como construir una comunicación que vaya a las mentes de quienes se mantienen en estados de conciencia tóxicos, donde anida la violencia de todo tipo, como apagar la llama de ese fuego que ataca visceralmente la solidaridad, que anula las buenas intenciones de hacer que todo tenga una “nueva y mejor” construcción de normalidad participativa y proactiva.

La razón parece no ser tomada en cuenta, quizás el asunto sea que la queremos imponer, o hacerlo con la prepotencia y el ufanarnos, bajo la humillación del resto de la humanidad que poco o nada comprende lo que está sucediendo; mientras los intereses no sean los compartidos, los más valiosos de la comunidad, los más necesarios para salir del caos, pareciera que seguiremos atacados por los polvos mágicos que no vienen del sahara, la manipulación y alienación de las conciencias más frágiles, por la escasez de formas de pensamiento y acción constructivas; y esas malas intenciones con las que hoy hacemos el presente, sólo podrá llevarnos a las nuevas generaciones al más absurdo vivir fuera de la confraternidad, en sosiego, paz y bienaventuranza, que nos lleven a una mejor existencia humana.

Por: Róger Hernán Gutiérrez, sindicalista salvadoreño

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