Eso engorda

(Por: Yamila Berdaye)

Dice un reciente estudio que los químicos presentes en el polvo doméstico pudieran suscitar el desarrollo de células grasas. En investigaciones anteriores ya se escribía este acontecer, sin embargo, ahora se explica que sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal presentes en el polvo doméstico pudieran promover el desarrollo de células grasas en un modelo celular y contribuir a un mayor crecimiento en los niños de acuerdo a su edad.

“Esta es una de las primeras investigaciones sobre los vínculos entre la exposición a mezclas químicas presentes en el ambiente interior y la salud metabólica de los niños que viven en esos hogares”, comentó Christopher Kassotis, encargado principal de la NicholasSchool of the Environment de la Universidad de Duke en Durham, EE. UU.

Inicialmente, otros estudios demostraron que las exposiciones químicas podían promover la acumulación de triglicéridos –un tipo de grasa que se encuentra en la sangre–, y el aumento de la obesidad en animales. Por otra parte, observaciones encontraron relación entre la exposición a sustancias químicas que alteran el sistema endocrino y que se cree contribuyen a la obesidad, al aumento de peso en los humanos.

El presente estudio abrió puertas para que Kassotis y su equipo investigaran el efecto de las mezclas químicas aisladas del polvo doméstico, se recogieron varias muestras de polvo doméstico en hogares, después se extrajeron los químicos de este en el laboratorio. Los extractos fueron probados por su capacidad para promover el desarrollo de células grasas en un modelo celular.

De esta manera se encontró que concentraciones bajas de extractos de polvo podían promover la proliferación y desarrollo de células grasas. Según la EPA, Agencia de Protección Ambiental, se calcula que los niños consumen entre 60 y 100 miligramos de polvo cada día.

“Descubrimos que dos tercios de los extractos de polvo eran capaces de promover el desarrollo de células grasas y la mitad de ellos promovían la proliferación de células grasas precursoras a 100 microgramos, o niveles aproximadamente mil veces más bajos de lo que los niños consumen a diario”, dijo Kassotis.

Luego, se midieron más de 100 sustancias químicas diferentes en el polvo y se analizó la relación entre sus concentraciones y el grado de desarrollo de las células grasas. Se halló que aproximadamente 70 de los productos químicos tenían una relación positiva-significativa con el desarrollo de células grasas inducidas por el polvo, y aproximadamente 40 estaban relacionadas con el desarrollo de células grasas precursoras. “Esto sugiere que las mezclas de sustancias químicas que se producen en el ambiente interior podrían estar causando estos efectos”, aclaró Kassotis.

Los científicos descubrieron que varios productos químicos tienen niveles significativamente elevados en el polvo de los hogares de niños con sobrepeso u obesos. De esta manera se continuará estudiando estos químicos, algunos de los cuales se encuentran en productos comunes para el hogar, como: detergentes para ropa, limpiadores, pinturas, cosméticos, para determinar cuáles pueden estar relacionados con la obesidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: