Dientes blancos

Es algo natural que los dientes se tornen menos blancos a medida que se envejece. No obstante, hay personas que recurren a remedios caseros para tratar de deshacerse de ese tono amarillo. Pero, ¿qué tratamientos son más efectivos?

El cepillado frecuente es importante, lavarse los dientes después de consumir alimentos o bebidas que pueden decolorar los dientes como el vino tinto, café, remolacha, es decisivo para tener dientes blancos.Recordemos que hay que cepillarse tres veces al día, durante dos-tres minutos, asegurándose de limpiar la superficie de cada diente –incluyendo los de la parte posterior de la boca– haciendo movimientos circulares. No hay que pasar el cepillo de dientes por las encías. Los enjuagues bucales también contienen fuentes de oxígeno como el peróxido de hidrógeno que reaccionan con los compuestos que tiñen los dientes, ayudando a que recuperen la blancura. Usar un enjuague dos veces al día durante un minuto puede producir una mejora en el color.

Un estudio publicado en la revista Journal of clinical Periodontology de 2007 concluyó que la deficiencia de vitamina C puede empeorar la peridontitis, acumulación de bacterias en los dientes y las encías. Este acopio contribuye a la decoloración. Se deduce que ingerir alimentos con vitamina C puede reducir la decoloración de los dientes, aunque se necesita más investigación sobre si el consumo de la vitamina puede tener un efecto blanqueador. Cuando se usa en pequeñas cantidades, el vinagre de sidra o de manzana puede reducir las manchas y mejorar la blancura. Un estudio que publica Journal of Sichuan University en el año 2014, se determinó que el vinagre de manzana tenía efectos blanqueadores en los dientes. Eso sí, la investigación no fue llevada a cabo en humanos, sino en animales. El vinagre de manzana puede dañar la superficie de los dientes si se usa con frecuencia.

Especialistas señalan que se necesita investigar más sobre su uso como blanqueador. Otro estudio noticiado en la revista Nigerian Medical Journal del año 2015 encontró que hacer gárgaras con aceite de coco podría ser una forma efectiva de reducir la acumulación de placa. Como la acumulación de placa puede contribuir al color amarillento, se deduce que la utilización de aceite de coco puede reducir la decoloración. Sin embargo, de igual forma son necesarias más investigaciones para establecer hasta qué punto puede ser útil este hacer.

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