La charlatanería moral del médico

Francisco Parada Walsh


Es una realidad. Definición de charlatán: Es una persona que practica algún tipo de estafa con el fin de conseguir beneficio económico o alguna otra ventaja mediante el engaño o la superchería. Dos palabras marcan la vida de un médico: La compasión y el desprecio.

¿Será posible que en el ejercicio de la medicina se pueda invocar al desprecio como un anti valor en la relación médico-paciente?: Por supuesto. No describiré en este artículo al médico excelso, honrado, ético, caballeroso, “Educado”; escribo educado entre comillas pues no fue la escuela de medicina quien le enseñó a decir: “Buenos días, por favor, puede sentarse”, fueron sus padres que esculpieron esos valores. Me referiré a aquel médico mediocre que se deleita pavoneándose con un gabachón que arrastra como arrastra su baja auto estima, me referiré al médico que mientras camina por los pasillos de un super mercado o de una ferretería lleva colgado al cuello un estetoscopio cual medalla de oro ganada en los juegos olímpicos; a ese nivel de soberbia y de desprecio hacia sí mismo se desenvuelve el médico charlatán; en apariencia demuestra un éxito profesional envidiable, pero habrá días que no tiene que comer, no hay dinero para la gasolina, su tarjeta de crédito ya no es aceptada y tan frágil es su situación económica que no podrá mantener a sus hijos en escuelas bilingües y se verá obligado a que sus hijos asistan a colegios de mediana calidad o a escuelas públicas que en ningún momento desmerecen su enseñanza sino que es un golpe a ese hombre-mujer frustrado que en una sociedad marcada por sendas diferencias sociales jamás podrá aspirar a compartir una copa de un fino licor con un miembro del grupo hegemónico de poder.

¿Cuál es mi experiencia personal con relación a atender a un paciente rico de dinero?: Recuerdo cuando tenía mi clínica-changarro-boutique en el centro comercial más exclusivo de El Salvador hubo una ocasión que un paciente del bloque hegemónico me invitó a su isla, fue larga la noche para entender y buscar una excusa para no asistir; se imagina a quien esto escribe degustando escargots, langostas y finos caviares, ¡Ni idea de la etiqueta y modales ni cómo ocupar cubiertos descubiertos en esos lugares. No fui.

¿Cuáles son los criterios mayores para describir al médico charlatán?: Se disfraza como una refinada persona, su caminar cambia, ya no camina sino que levita, posee vehículos de renombradas marcas europeas y éste apenas cabe en su estrecha cochera-casa que en ocasiones su valor es superado por el precio del vehículo en mención.

¿Qué es lo que hace que la moral del médico se vuelva charlatana?: Hay muchos acontecimientos, esto no lo define pertenecer a una clase social porque sería generalizar que ser pobre es ser mediocre y charlatán y no es así; en mi vida me he rodeado de personas pobres como yo y son de estas personas de quienes he recibido las notas más altas de honradez, entonces.

¿Dónde está la semilla que hace que la moral charlatana de un médico sea expresada a través del desprecio a sus pacientes?: En una auto estima baja que se ve reforzada por una clínica en una zona exclusiva, un equipo médico moderno y un fino traje; este hombre-médico-charlatán no ha alcanzado tan denigrante papel en su adultez, viene desde la infancia, vive el ejemplo, para él todo tiene precio, todo; no importa recurrir a “Robar” o “Comprar” exámenes cuando era alumno de la facultad con tal de lograr su sueño-propósito: “Ser médico y alcanzar el éxito económico”.

¿Qué recuerdo de mis años de estudiante de medicina sobre el arte, la honradez y la ética inherente al ser humano?: Cursaba cuarto año de medicina y estaba en la rotación de ginecología, necesitaba 3 en la evaluación final para aprobar la materia, por cosas del destino me enteré que un grupo de “Amigos” había comprado dicho examen, no me parece correcto tener algo que no es mío y eso también aplica al conocimiento, me avoqué al jefe de la materia, el eminente doctor Luis Alonso Aguiluz, lo busqué en su clínica ubicada en el Centro Ginecológico, le conté que el examen final estaba en garras de ese grupo de “Amigos-alumnos, charlatancitos”, por un momento su rostro no daba cabida a mi señalamiento, al final agradeció mi gesto, nada para encumbrarme; menuda sorpresa fue cuando repartió el examen y pude ver el gozo en los rostros del “Amigo-alumno-charlatán-ladrón”, se frotaban las manos, sonreían entre sí.

¿Qué decide hacer el maestro Aguiluz?: Dice: “Por favor denle vuelta a la papeleta, les voy a dictar diez preguntas”, pude ver a ese “Amigo-alumno-charlatán-ladrón” pálido, rostros compungidos, todos aplazaron pero recuerde amigo lector que vivimos en El Salvador donde lo bueno es malo y lo malo se hace bueno y ahora son “El Culmen de la medicina”, “Los médicos gourmet”, conferencistas invitados, médicos de renombre.

¿Cuál es mi experiencia para conocer al gremio médico?: En primer lugar pertenezco a muchos gremios, pertenezco al gremio de los hombres libres, al gremio de los gatos, al gremio de los perros callejeros, al gremio de los pájaros cantores, al gremio del vino que en vano limpia mis venas; bueno, son tantos gremios a los que pertenezco que no alcanzaría estas líneas para nombrarlos: fui hijo de socio, crecí en el Colegio Médico, jugaba billar desde las cinco de la tarde hasta las seis de la mañana mientras el toque de queda dejaba quedados a hermanos salvadoreños; nadaba como tritón y desde las entrañas pude vivir cómo el médico charlatán considera algo divino pertenecer a dicha institución, ese es el problema: “El Médico-charlatán-DIVINIDAD”; somos falibles, humanos, mortales, viciosos; para algunos médicos charlatanes El Olimpo no es digno de ellos, ¡Merecen algo mejor!, ¡Pobres diablos charlatanes!, ¡Qué bajeza!, ¡Qué tristeza!, si Carlitos Gardel y Discépolo vivieran en El Pinochini de América con toda seguridad les dedican un triste y patético tango al médico charlatán.

¿Cómo es que el médico camina entre la compasión y el desprecio?: No puede haber compasión en un corazón charlatán ni puede haber charlatanería en un corazón compasivo. Por situaciones económicas y por la abundancia de escasez me vi obligado a retirarme del Colegio Médico y de COMEDICA.

¿Cuál es la diferencia entre el buen médico y el médico charlatán?: Siempre el buen médico es pobre, apenas sobrevive pero vive en paz; el médico charlatán existe y cada día ese deshumanizado profesional-charlatán gana terreno, más terreno. Como en la viña del señor hay de todo: Médicos que operan de mentiritas, médicos secuestradores, médicos abortistas, médicos acosadores y la última moda: Médicos pandilleros.

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