Los aspectos sensibles en el proceso de pensionamiento

Róger Hernán Gutiérrez*

Después de la reforma del 27 de sept2017, de nuevo el asunto de pensionarse con beneficios más favorables a la clase trabajadora, cayó en una insatisfacción casi total; y de nuevo las quejas a niveles individuales y colectivos, ante quienes administran el sistema de pensiones del sistema privado y del sistema público.

Haber creado el fondo de reserva—a efectos de que sea este quien pudiera cubrir aquellos financiamientos producto de la distorsión provocada por la socialización de las pérdidas y la privatización de las ganancias, en detrimento del derecho social y humano; además por el mal diseño del sistema de pensiones y de la ley del Sistema de Ahorro para Pensiones.

La cuenta de garantía solidaria basada en el 5% de la cuota previsional de 15%, implicó el supuesto sustento de aumentar a un 2% dicha cuota, pero mientras la salida era que con ello se daba paso a cubrir los financiamientos deficitarios cuando la cuenta de ahorro acabase, teniendo el Estado que dar una pensión mínima de 207.60—eso lleva a una clara injusticia social, en tanto que la persona que se pensiona, lo hizo desligándose del sistema público, y con el imaginario que haciéndolo de manera individual y no colectiva, pudiera de esa manera obtener un mayor monto de pensión.

Además el alto déficit provocado por quienes se favorecieron unilateralmente de beneficios como fueron los decretos N°1217 y N°100, que provocó que se distorsionara la LSAP, al asignar primero un cálculo diferente para pensión y luego hacer este mismo cálculo de manera vitalicia. La reforma fue claramente darle una salida al problema, un cálculo de pensión que daba un monto totalmente bajo y diferente a si se hubiese quedado en el sistema público (INPEP-UPISSS)

Esto condujo a que se afectara negativamente el sistema fiscal, el Estado no obtiene contribuciones previsionales y mucho menos obtiene ganancia o rentabilidad alguna de los cotizantes que contribuyen al sistema, absorbe el gasto por la reforma que afecta negativamente a la mayoría que cotiza al sistema de las AFP. Y la injusticia social se hizo de mayores impactos, el Estado paga esos beneficios ilegítimos a través de los impuestos de las personas que contribuyen y no contribuyen al pago y sostenibilidad financiera del sistema de pensiones.

El fondo de garantía solidario se impuso y afectó drásticamente la posibilidad de un ahorro total para la cuenta individual, dado que antes de la reforma de sept2017, del 13% se obtenía un ahorro individual de 10.8% y ahora después de la reforma es de 8.05%, por ende la cuenta individual sufre una potencial desmejora para una pensión. Y no es interés de las AFP, que le interesa la comisión administrativa, disminuyéndose de 3.5% (1998) hasta la actual de 1.9% (2017), implicando para los dueños y capital corporativo, recuperaciones de las inversiones en un corto plazo y, una alta tasa de rentabilidad del negocio.

Este bajo ahorro para la cuenta individual, implica un ofrecimiento de montos de pensión mucho más bajos—que tiene que ver con los bajos salarios y los problemas de rentabilidad por la forma como se maneja la economía en el país. El sistema de pensiones es un colapso, y la reforma no ha tenido efecto alguno, en tanto que el fondo de garantía solidaria, está muy incipiente y se desconocen las presiones para que empiece a darle cobertura al déficit, que según se sabe sigue el Estado cubriéndolos.

Las diferencias siguen siendo dramáticas entre unos cotizantes y otros—los del sistema público por tener un mejor cálculo, aunque el déficit para su cumplimiento vitalicio a tiempo va tener problemas a futuro; pero dentro de estos está quienes tienen tiempo de servicio cotizado al ISSS y al INPEÑP, hay algunas discrecionalidades de no hacer coordinaciones, a menos que se trate de hacerlo para sumar los 25 años que es el requisito de ley.

Los que han cotizado sólo para las AFP, sin tener algún refuerzo de cotizaciones en el anterior sistema de manera de certificado de traspaso y complementario, se pensionan con pensiones del 30% o menos, lo que estaría generando grandes malestares, que se suman a otros grupos de cotizantes que al pasarse a las AFP, se les determinan otros cálculos que hacen llegar a montos de pensión abajo del 30% que dice la OIT en su convenio 102. Lo que está dando pauta a que líderes sociales se agrupen y den la pelea por algo mejor.

*Sindicalista salvadoreño

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