Votos y miedos

El poder del neuromarketing político: ¿cómo las artimañas del miedo erosionan la democracia.?
Las claves del dominio a través del temor: De la guerra al miedo, la constante coerción en la historia electoral salvadoreña.

Por: Miguel A. Saavedra

En las últimas décadas, hemos sido testigos de cómo el neuromarketing político ha adquirido un papel cada vez más relevante en las campañas electorales. A través de técnicas psicológicas y estrategias manipuladoras, se busca influir en las emociones y la toma de decisiones de los votantes. Estas artimañas del miedo han afectado la democracia y conlleva a la manipulación; que es lo que hemos vivido en las elecciones recién pasadas. Hemos sido testigos de una verdadera operación de neuromarketing como parte de un mega fraude, documentado hasta la saciedad. (Ver ediciones anteriores de El Independiente sv)

Detrás de la victoria del partido del oficialismo Nuevas Ideas queda en evidencia absoluta cómo el neuromarketing manipula las emociones y erosiona la democracia. El neuromarketing político se basa en la comprensión de cómo funcionan nuestros cerebros y cómo podemos ser influenciados emocionalmente.

Aprovechando esta información, los estrategas políticos utilizan técnicas para manipular las emociones de los votantes y dirigir su comportamiento electoral.

Esto representa una amenaza para la democracia, ya que se busca obtener el poder a través de la manipulación en lugar de la persuasión basada en argumentos sólidos. Y esto conllevará muy pronto al fin de la democracia, como la conocemos hasta ahora.

Democracia en venta: las técnicas psicológicas que inclinan la balanza electoral.

En la búsqueda de obtener resultados electorales favorables, los políticos recurren a técnicas psicológicas para inclinar la balanza a su favor.
Estas técnicas van desde la creación de mensajes que generan miedo y ansiedad, hasta la utilización de estudios que analizan el comportamiento de los votantes para adaptar los discursos y las estrategias de campaña. Para nadie es un secreto el mensaje burdo del partido gobernante diciendo que: «si la oposición gana mayoría, éstos liberarán a los mareros». Por grotesco que suene, ese fue el mensaje central de campaña, meter miedo y más miedo.

De esa forma, en este proceso, la voluntad popular fue eclipsada por la manipulación emocional y la venta de promesas vacías. Venciendo (aparte del mega fraude) por manipulación, dándole así el ‘cheque en blanco’ con graves riesgos para el futuro.

En algunas ocasiones, estas estrategias de neuromarketing político pueden llevar a la obtención de una victoria electoral abrumadora. Sin embargo, detrás de este aparente triunfo se esconden graves peligro para la sociedad en su conjunto. Más temprano que tarde surge un detonante que hace caer en razón a las personas y descubren que todo fue un timo, que fueron vilmente manipuladas. Pero ya es muy tarde. Un régimen tiránico y dictatorial utiliza las elecciones (pieza clave de ua democracia) para llegar al poder. Luego en el mismo, ya nadie le puede arrebatar el poder. Pues con el control de toda la institucionalidad de la mano del fraude y de la mano del neuromarketing y de todas las herramientas habidas y por haber en estos tiempos de nuevas tecnologías, sobre todo en la comunicación y manipulación masiva.

La concentración de poder en manos de un solo individuo o partido político, sin rendición de cuentas ni contrapesos, puede socavar los principios fundamentales de la democracia y abrir la puerta a la autoritarismo. Si ya tienen control de las instituciones y tienen control absoluto de los procesos electorales, surge la pregunta honesta: ¿Es lo electoral el camino? No será más bien la lucha social organizada y la construcción de un proyecto esperanzador con el objetivo claro de sacar al país de la pobreza.

Las fórmulas del triunfo pasajero: populismo, emociones y el verdadero costo de ‘ganar’ una elección

El populismo y la manipulación emocional son ingredientes clave en las fórmulas del triunfo pasajero en las elecciones. Al apelar a las emociones más básicas y primarias de los votantes, los líderes populistas pueden generar adhesión y obtener resultados electorales favorables.

Sin embargo, este «triunfo» puede tener un costo elevado para la sociedad, ya que las políticas basadas en la demagogia y la falta de sustento pueden generar consecuencias negativas a largo plazo.

Debemos tener claro lo siguiente:

-Más allá de obtener votos, este tipo de estrategias buscan control social a largo plazo mediante la generación de miedos y emociones que luego son explotadas políticamente.

-No solo influyen en elecciones, también facilitan la aprobación de políticas y leyes autoritarias al socavar la participación y el debate constructivo.

-Se requiere regular el uso de datos personales y la propaganda encubierta, para que no se utilicen con fines de manipulación a gran escala.

-Si ya no existe en la educación media y superior temas como ética cívica, pensamiento crítico y alfabetización digital-mediática, seguiremos a expensas de la manipulación.

-Al haberse eliminado Los contrapesos institucionales y poner toda la institucionalidad en función del proyecto dominante, sólo le queda, a las mayorías, la organización social y desarrollar lucha de calle organizada alrededor de un proyecto aglutinador que defienda sus derechos y tenga propuesta verdadera de futuro..

-Un enfoque integral que combine, denuncia efectiva a tiempo, formación política, educación y lucha organizada de todos los sectores parece clave para que las nuevas tácticas manipuladores de las mentes no terminen debilitando la sustancia de nuestros sistemas democráticos, ya endeble y prácticamente fenecido.

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