Censura

Se denomina censura a toda política orientada a sesgar y limitar la información, negándole a la población acceso a aquella que no haya sido previamente sujeta a control del censor, al grado de incluso tergiversar intencionalmente para impedirle a la población cualquier acercamiento a la verdad que oculta la censura.

Luis Arnoldo Colato Hernández*

El ánimo último es sujetar a la población a los intereses del censor, con menoscabo de la ley y de la verdad.

Se vale el sensor de medidas tales como el controlar el completo aparato informativo, obligando por ejemplo a estos medios noticiosos a solamente reproducir la información que provenga de su fuente, y cuando ésta haya sido tamizada y recompuesta para responder al interés del censor.

El control del espacio es fundamental en ello, pues en el presente la información se conduce por precisamente las ondas hertzianas, es decir digital y satelitalmente, para lo que el control y censura se vale de herramientas del mismo género, dirigidas a anularlas por completo para impedir a la población acceder a estas.

En todo caso la censura busca que la población acceda a información que no la contradiga, sirviéndose incluso de medidas legales que buscan desincentivar de parte de la población, que tenga acceso a fuentes alternativas de información.

Ulteriormente toda censura además supone violentar derechos fundamentales de la población, concretamente en materia constitucional y de derechos humanos, pues la censura y en virtud de la limitación de la información a la que se puede acceder, además corrompe la capacidad de la ciudadanía de tomar decisiones correctas en razón de ello, su mala calidad y la desinformación intencionada.

Se entiende que existe información cuya naturaleza es en extremo sensible, por ser personal o económica, por lo que su difusión debe sujetarse al elemental derecho a la intimidad, pues los datos que reúne son de interés particular.

Fuera de ello, toda información que afecte a la población es de interés público, por lo que acceder a esta es fundamental para que la población decida debidamente informada, sin incurrir en equívocos que favorezcan a particulares intencionadamente, en razón de la desinformación a la que está sujeta.

Ahora bien, ese es el deber ser en una sociedad democrática en toda regla, pero la nuestra dejo de serlo desde aquel mayo cuando el entonces aún ejecutivo se tomó junto a la soldadesca al órgano judicial, para luego deponer ilegalmente a la completa sala de lo constitucional, el fiscal general, para posteriormente también hacerlo con las autoridades de la PDDH y la PGR, colocando en cada caso a tecnócratas a su medida, despersonalizados, sin voluntad propia y por completo sometidos a la voluntad del golpista.

Entonces la censura adelantada por el régimen al quitar del grillo espectral a fuentes del calibre y la probidad de RT y Telesur, reduce al consumidor de información a apenas las fuentes del régimen, corruptas como son y carentes de veracidad.

Total, según el régimen, al aceptar sin reacción el resultado que nos imponen sobre estas elecciones, aceptaremos cualquier otra mentira. ¿Será?

*Educador salvadoreño

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