Los indecisos y el voto silencioso

La posibilidad de que un voto silencioso en las elecciones presidenciales y legislativas en El Salvador se proyecte contra los candidatos de Nuevas Ideas (NI) al Parlamento, crea un ambiente de suspenso en el país.

Por: Luis Beatón*

Tanto es así, que el candidato de la tolda cian (azul turquesa, el color que identifica la bandera de esa institución), Nayib Bukele comparece en la televisión y pide el sufragio para sus aspirantes a diputados, algo que de no ocurrir, según sus palabras, pudiera descarrilar el esfuerzo en seguridad y la agenda de su gobierno.

Muchos critican esas presentaciones y las ven como un signo de preocupación del partido en el gobierno.

Hasta ahora, las más diversas encuestas proyectaron una victoria aplastante de Bukele y el partido NI en las urnas, tanto aquí como en el resultado en el exterior, algo que, sin embargo, contradicen criterios opositores.

El director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia (ICTI-UFG), Oscar Picardo Joao, analizó esa posibilidad (un voto de castigo), y aunque no la descartó, la vio como “poco probable”.

En declaraciones a Prensa Latina, Picardo Joao valoró que votarán en contra de las actuales autoridades los familiares de los más de 75 mil presuntos pandilleros y colaboradores, y otros que consideran que la seguridad es una obligación del Estado, al igual que la economía, el talón de Aguiles del gobierno en estas elecciones.

Al respecto, Gabriela Guzmán, candidata a diputada de San Salvador por el partido Vamos, al ser peguntada dijo que: “Sí. Hay un voto silencioso. Es que muchos salvadoreños no pueden hablar por el régimen de excepción y por los trabajos que también tienen. Cuando llegas a la comunidad, la gente es clara y dice “yo no le voy a dar el voto”.

Al igual que Guzmán hay otras voces que confían que pueda darse un voto de castigo contra la política gubernamental, la que algunos críticos caracterizan como algo de “mucho circo y muchas luces”.

Aparte de que también está la gente de los inocentes del régimen de excepción. Hay personas que nos dice: en mi familia hay 10 que no le van a dar el voto, dijo la candidata a arrebatar una butaca a NI para impedir que arrasen en los próximos comicios.

“Lo que percibimos con la gente y el territorio, que la gente no va a votar por ellos; de hecho, los gremios, Fiscalía, Procuraduría, están amenazados de que el próximo año los van a echar, todo el gremio jurídico tiene voto silencioso. El gremio de los vendedores y la gente de los mercados no les van a dar el voto”, estimó Guzmán.

A ese sector inconforme, tal vez se sumen cientos de veteranos de la última guerra a los que se les suprimieron derechos, maestros que no recibieron los aumentos salariales, sectores ambientalistas críticos de algunas políticas, y amplios sectores que vieron como no pueden encender sus fogones por la crisis económica, el alza de la canasta básica y el hambre.

La mayoría de los candidatos opositores aun tienen esperanzas de que se produzca el “milagro” y se dé un voto que revierta las proyecciones de las encuestas y desmienta el enfoque oficialista de que van a buscar la mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa, ya que pocos dudan de la victoria de Bukele.

«Si toda esa gente que está en contra sale a votar, le damos vuelta a esto completamente», señaló al cerrar su campaña Luis Parada, candidato por el partido Nuestro Tiempo, amenazado de desaparecer del escenario político.

Parada estima que pudiera darse una segunda vuelta en las elecciones si los que están presuntamente en contra de Bukele y su gestión salen a votar.

El exmilitar formado en la academia de West Point, en Estados Unidos, consideró preocupante que ningún funcionario, ninguna entidad institucional, hizo nada por detener la reelección inconstitucional de Bukele.

Residente desde hace varios años en Estados Unidos, el abogado dice que si “la patria no estuviera amenazada, yo no estaría acá. Pero estoy acá precisamente por el grave peligro que corre El Salvador”.

En sus temores, Parada dijo que: “La FAES que está preparando el presidente Bukele no es ni siquiera para combatir a las pandillas ni para defender la seguridad del territorio. Está diseñada para atemorizar cuando la población salga a protestar”. El miedo es un protagonista, según diversas fuentes.

La interrogante es si esos aprestos pueden llevar a los votantes a mostrar en las urnas lo contrario a lo que dicen las encuestas.

“Las personas no solo no están queriendo decir lo que verdaderamente piensan, sino que muchísimas veces te dicen lo contrario. He platicado con personas que han sido encuestadas y me dicen que ellos están en contra del presidente, por cómo ha engañado a diferentes sectores de la población, pero que por temor dicen lo contrario”, argumentó Parada.

Qué tan cierto es lo que plantea el candidato de Nuestro Tiempo será una interrogante hasta el 4 de febrero, no obstante existen elementos que muestran otra realidad.

Por ejemplo, durante los actos de cierre de campaña del Frente Farabundo Martí (FMLN) y Nuestro Tiempo, la concurrencia de los salvadoreños fue escasa, incluso algunos recordaron cierres de campaña del partido rojo (FMLN) que llenaron estadios aunque ahora solo colmaron una calle de 50 metros.

«Queremos que la gente salga a votar sin miedo», dijo Manuel Flores, el aspirante presidencial del FMLN.

En la posibilidad de un voto oculto o de castigo también pudiera incidir la situación económica considerada la principal preocupación de los salvadoreños, aunque algunos opinan que la seguridad será determinante.

Otros de los que esperan el “milagro” del voto oculto o de castigo es Joel Humberto Sánchez Maldonado, candidato a la Presidencia del partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), un millonario empresario residente en Estados Unidos.

El aspirante, de 55 años de edad, emigró a Estados Unidos desde los 19 años y ahora es un empresario en el exterior. Preside la compañía de limpieza “Premier Cleaning Services”, con la cual tiene operaciones en Estados Unidos, México y El Salvador. Asegura que tiene 10 años de invertir en el país.

Suárez es otro de los aspirantes que no cree en las encuestas. En una entrevista con el diario El Mundo dijo: Quiero decirte algo muy importante que hay que tomar en cuenta, en política nada está dicho, en política no hay un acierto correcto, hoy en día miramos que las encuestas están equivocándose mucho y que hasta cierto punto están desbalanceadas”.

Según su campaña, espera dar la “sorpresa”, “yo creo más en el clamor del pueblo, yo creo más en el pueblo, el soberano no es tonto, el pueblo sabe cuando el hambre acoge, el pueblo sabe cuando hay que hacer el cambio, por eso yo creo mucho en este proyecto”.

He visto de primera mano caminando los territorios que la gente se nos acercó pidiéndonos ayuda, pidiéndonos el cambio, pidiéndonos que seamos honestos, pidiéndonos que seamos comprometidos, la gente misma nos está buscando para decirnos cuáles son sus necesidades, dijo.

“Yo no me preocuparía, ni me quitan el sueño las encuestas, creo que es importante escucharlas obviamente y verlas, pero lo más importante creo es escuchar al pueblo que está allí y buscar siempre esa parte positiva. Nosotros pensamos ganar más de la mitad de los diputados”, sostuvo Sánchez.

Habría que ver hasta qué punto los planteamientos de la oposición son ciertos y que existe un voto oculto que puede variar el plan de Nuevas Ideas de mantener la presidencia y la mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa.

*Corresponsal jefe en El Salvador

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