En “su pretendido nuevo ciclo de acumulación: ya no le interesa el control de los conflictos que desata, sino la deuda que producen esos conflictos. No le interesa algo sino todo, por eso, en su derrumbe, lucha para que no quede nada. Se expresa racionalmente, pero produce irracionalidades”. Rafael Bautista
Por: Igor Iván Villalta Sorto*
En la guerra de agresión y ocupación que mantiene Estados Unidos, la Unión Europea e Israel. Resultado de un mundo que se desmorona, que cae a pedazos por una apuesta colonial que ha venido creando pobreza, nutriéndose de la sangre de inocentes víctimas, enfrentado a los pueblos que luego deben asumir los costos tanto en vidas humanas como en un endeudamiento que parece nunca terminar.
Los países llamados del primer mundo que dirigen los hilos de la desestabilización, que enfrentan a países, son producto de los planes imperiales para ejercer de mejor manera su dominio. Promueven entre los habitantes que mi religión está siendo amenazada por otra que promueve valores diabólicos, que el problema radica en que existen individuos de otros países que nos vienen a quitar los empleos, que los de raza oscura no me gustan.
Y así una gran lista de excusas para llevar al enfrentamiento, y si es posible llevar a la muerte a los individuos que no piensan como pienso yo, que no cree en el dios que yo creo, que no practican ritos que yo practico. La tendencia es excluir al otro. El sistema capitalista está concebido para la acumulación de riqueza, para la depredación de los recursos naturales, que la sociedad la domine las leyes del mercado y de la ganancia.
Esta forma de concebir la economía inmediatamente te va a llevar al conflicto, principalmente si los individuos exigen una paga justa por sus esfuerzo en las cadenas productivas, se valora muy bien el sometimiento y la obediencia al patrón, cualquier reclamo es tomado como una traición a quien te da la posibilidad de tener un trabajo, tal vez no digno, pero trabajo al fin.
En la guerra civil en El Salvador, los estrategas del pentágono propugnaban por una solución al conflicto que implicaba la eliminación de millones de personas, aduciendo que nuestro país estaba superpoblado que si tuviese un millón de habitantes, sería más fácil alcanzar la paz.
Al menos eran más magnánimos que los israelitas que sus soluciones pasan por la aniquilación total de la población palestina, o el traslado a otra zona geográfica del planeta. Se dice de Rusia del porqué no termina con la guerra en Ucrania, porque eso implicaría soluciones de este tipo, como los Estados Unidos aplicaron en Irak en donde bombardearon sin cesar el país entero, causando en poco tiempo un millón de muertos civiles.
Ahora el planeta se encamina a ese tipo de soluciones. Pero estas soluciones implican altos costos humanos y de prestigio para seguir implementando sus políticas en otras regiones del planeta. Si tomamos en cuenta que en estos momentos la agresión se produce en algunas regiones, no implica que mañana puede tocarte en tu zona de vida.
Ante el fracaso de “la defensa de Ucrania” de parte de Estados Unidos y la Unión Europea y el fracaso de la invasión terrestre de parte de Israel en la Franja de Gaza. Israel promueve ampliar el conflicto, crear más caos en la región, logra que los hutíes puedan hundir un buque británico en el Mar rojo o un carguero con granos ucranianos, para justificar que han sido agredidos por lo consiguiente no tuvieron más remedio que enviar a sus tropas a combatir.
Con ello se logra mayor venta de armas, más posibilidades de aniquilación de población civil y perpetuarse en la región como potencia dominante. Israel ante la derrota recurre a más guerra. No sé hasta qué punto los líderes mundiales estarán sopesando las consecuencias de sus actos pero es evidente que están trabajando con una irracionalidad pasmosa y peligrosa.
En nuestra región vemos como se promueve conflictos en el Esequibo, en donde por una resolución amañada de Inglaterra y Francia, se le despojo de esta región rica en petróleo y otras riquezas naturales a Venezuela. En Centroamérica se promueve a Bukele como el presidente de la Federación Centroamericana ampliada, debido a que desde que fue derrotado el criminal Zomosa por la revolución sandinista. Estados Unidos se quedó sin un gendarme regional, creando un vació de poder.
Por esa razón vemos como se gastan millones y millones en propaganda a nivel de toda América Latina promoviendo a Bukele como el héroe de El Salvador, el que puso orden en el país, el que derrocó a las pandillas. Repartiendo canastas solidarias en la pandemia en varios países del área con nuestros impuestos, comprando productos de baja calidad en Sinaloa, México.
Puede ser que esto sea parte de los sueños húmedos de Bukele, porque en la práctica está más que difícil. Pero sospechosamente los pandilleros en Ecuador realizan una serie de desmanes que “obligaron” al presidente a decretar el estado de excepción, debido a que de la noche a la mañana se declara un estado de guerra.
No sé si encontramos paralelismo de hace casi dos años en nuestro país. Antes el control social lo ejercían las pandillas, ahora esa tarea es retomada por los ejércitos que cada vez crecen y se militariza la sociedad.
* Biólogo investigador
