Según CEPAL: El Salvador el país de Centroamérica que menos crecerá en 2023

El informe anual de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), indica que los países de la región seguirán enfrentando un panorama económico de bajo crecimiento.

Se proyecta para 2024, un crecimiento promedio del 2,1% para Centroamérica y México. Según el informe, El Salvador, será de los países de la región de Centroamérica que menos crecerá en 2023. Según la proyección de CEPAL será de 2,1%

Además, el informe “Estudio Económico de América Latina y El Caribe, 2023 señala que se anticipa un menor dinamismo en la creación de empleo, y crecientes demandas sociales.

El Salvador se ubica en la categoría de países con economía de elevado riesgo crediticio junto a Argentina, Barbados, Bolivia, Belice, Cuba, Ecuador y Surinam.

El Salvador también se ubica entre los países más vulnerables al sobreendeudamiento y por ser un país dolarizado, junto a Ecuador y Panamá, se agrega un factor adicional de presión a las cuentas fiscales.

La crisis provocada por la pandemia de COVID-19 generó un aumento significativo de la deuda pública, que en muchos casos superaron el crecimiento de la década anterior, dice el informe. El Salvador está entre los países donde hubo aumentos de deuda más destacados entre 2019 y 2020 con 18,1 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto, PIB. La  deuda pública bruta del gobierno de El Salvador en un 61.4% es con acreedores externos y un 38.6% con acreedores internos.

El Salvador también se ubica entre los países que destinan entre el 14% y el 24% de sus ingresos tributarios al pago de intereses, siendo la República Dominicana y El Salvador los que registran niveles más altos, según el informe de la CEPAL.

Al mismo tiempo, en El Salvador, junto a  Barbados, Honduras y la República Dominicana, los pagos de intereses equivalen a casi el 100%, o incluso más, de los gastos de capital del gobierno central,  que sirvieron como principal instrumento de ajuste fiscal durante la última década. “El pago de intereses equivale a aproximadamente un tercio del gasto social del gobierno central en El Salvador, Honduras y la República Dominicana”, agrega el informe.

El análisis económico de la CEPAL hace referencia al informe del Fondo Monetario Internacional, FMI, que señala que la deuda de El Salvador es insostenible, aún con las políticas actuales desde 2022. La dinámica de la deuda continúa siendo desfavorable, incluso con financiamiento en condiciones favorables.

“Si no se adoptan fuertes medidas de consolidación, se prevé que la deuda pública ronde el 96% del PIB en 2026”, advierte.  Agrega que  en El Salvador, los niveles de endeudamiento se aceleran rápidamente en cualquier escenario.

Además, preocupa la calidad del empleo en ese contexto de bajo crecimiento. De acuerdo con el informe es muy probable que los trabajadores se vuelvan más vulnerables, tengan menores niveles de protección social y se empleen en sectores menos productivos.

Para 2050 se prevé disminución del PIB y descenso del rendimiento agrícola

El informe también evalúa el posible impacto del cambio climático sobre el crecimiento económico y las cuentas fiscales de algunos países de Centroamérica y El Caribe, entre ellos El Salvador.

El país junto a  Guatemala, Honduras, República Dominicana y Santa Lucía se consideran especialmente vulnerables a los cambios climáticos, esto  debido a su geografía, sus niveles de pobreza y desigualdad y su elevada dependencia de actividades económicas como la agricultura y el turismo.

Se estima que El Salvador y otros países, en 2050, como resultado de la agudización de los choques climáticos, su Producto Interno Bruto podría ser entre un 9% y un 12% menor. Se prevé que para 2050 estos mismos países tengan un drástico descenso del rendimiento agrícola, mayormente en la producción de frijoles, maíz y  arroz.

El Salvador, como parte del Corredor Seco Centroamericano, es especialmente vulnerable a las perturbaciones de la agricultura, debido a su población rural pobre y dependiente de la agricultura de subsistencia. La menor producción agrícola intensificará la inseguridad alimentaria y creará mayor presión para la migración interna e internacional, advierte el informe.

El déficit de crecimiento refleja la disminución progresiva de la productividad laboral y agrícola provocada por el aumento de las temperaturas. Estos efectos son especialmente graves en países como El Salvador, Guatemala y Honduras, donde el sector agrícola y las actividades relacionadas representan gran parte de la actividad económica.

BID otorgó 415 millones a El Salvador para compensar impacto de desastres

El informe plantea que en el caso de El Salvador, en 2021, el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, otorgó un financiamiento de $415 millones de dólares, lo que representa un 1,4% del PIB, de los cuales $400 millones correspondían a un préstamo contingente otorgado al gobierno central para ayudar a compensar el impacto de los desastres y las emergencias sanitarias sobre las finanzas públicas del país.

El informe advierte que para enfrentar los efectos macroeconómicos del cambio climático se requerirá de esfuerzos nacionales, regionales y globales. Entre ellos, recaudación y progresividad de la estructura tributaria, gasto público verde y acceso a nuevos mecanismos de financiamiento. Además, un manejo de riesgos financieros y cambiarios a través de la política macroprudencial.  Movilización de financiamiento concesional y banca de desarrollo, con énfasis en el financiamiento climático y mecanismos de alivio de la deuda  que incluya cláusulas vinculadas a desastres y huracanes, y cumplimiento de metas climáticas.

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