9 de mayo de 1945

Un día como hoy hace 78 años, y luego de hacerse público que Hitler se suicidó en el búnker, la comandancia general del ejército alemán se rindió incondicionalmente ante la delegación del ejército rojo, reconociéndolo vencedor incontestable de la batalla de Berlín.

Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*

Aquella terrible victoria no sería gratuita, pues la Wehrmacht no cedió la ciudad sin antes plantar ante los ejércitos del este que convergieron en torno a ésta, una enconada defensa que se saldara con un número aún indeterminado de bajas, pero que se sabe supera las 100,000 entre defensores y atacantes de acuerdo a diversas fuentes.

Por otro lado, aquella rabiosa defensa no era motivada por el heroísmo del Volksstrum, sino por la cruda ejecución de la Orden Nerón, que constituyó la serie de medidas que la jerarquía nazi opuso al progreso soviético, y que no solo incluyo acciones dirigidas a arrasar la tierra para negar los valiosos recursos alemanes al ejército rojo, incluyeron además las más infames medidas de coerción, también ejecuciones sumarias, contra la propia población alemana, para negarle la supervivencia más allá de la caída del Reich, y orillándola a combatir hasta el final junto a los pocos defensores de la ciudad.

Esto porque la jerarquía nazi estaba convencida que se sucedería una suerte de milagro, pues se creía que el 12o ejército que machacaba a los estadounidenses en Magdeburgo llegaría a tiempo para rescatar a la ciudad sitiada, haciendo retroceder a los ejércitos soviéticos más allá del río Dniéper.

Aquel cálculo sin embargo no se correspondía con la realidad, pues historiadores militares han estimado al revisar los hechos de aquellos puntuales momentos, que ni todas las fuerzas militares alemanas sobrevivientes entonces habrían podido hacer retroceder a la máquina soviética, pues simplemente habrían agotado ya todos sus recursos militares.

Por otro lado, los pactos que celebraran los nazis a espaldas de la Unión Soviética, tanto con los EEUU como con GB, y que beneficiara a algunos jerarcas nazis, como a un buen número de elementos del SS, así como a toda la plana científica nazi, permitió que al final de la contienda un buen número de estos pasara a asilarse a territorios americanos y británicos, laborando para la inteligencia de estos países como para la industria militar respectiva.

Estas y otras medidas adelantadas por los EEUU y GB supuso no sólo la negación de la justicia para las 100, 000, 000 de víctimas del fascismo en aquella guerra, pero, además que éste continuara y sobreviviera como efectivamente pudimos apreciar casi de inmediato al finalizar la contienda, expresada en la cruda política que estos países hicieron vigente en casos como el de Patrice Lumumba, Guatemala, Corea, Nueva Zelanda, etcétera.

Entonces, la objetiva lectura de los hechos que nos refiere la historia señala indefectiblemente a la antigua Unión Soviética como vencedora del fascismo, defensora de los inválidos y protectora de la humanidad, lo que deberemos recordar y enseñar a quienes nos siguen, negando a los revisionistas la falsa versión que procuran imponer sobre esta verdad.

*Educador salvadoreño

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