Plantas alimenticias

En la Facultad de Química y Farmacia de la Universidad Salvadoreña Alberto Masferrer (USAM) entre los años 2014 al 2017 realizamos una investigación sobre el uso de las plantas alimenticias en todo el país.

Por: Igor Iván Villalta Sorto*

El estudio comprendió la realización de una encuesta en la cual se cuestionó sobre el consumo de plantas alimenticias autóctonas en diversos municipios en todo el país. Además de un estudio bromatológico, tamizaje fotoquímico, y análisis histológico e histoquímica.

Este tipo de estudio tiene mucha importancia, en primer lugar porque se rescata el acervo cultural de los pobladores ancestrales y aportan datos interesantes de nuestra cultura. Por medio de los análisis realizados a las 10 plantas que bajo nuestros criterios de selección aportaron mayor interés al estudio, nos pudimos enterar del gran potencial que representan estos recursos naturales que muchos los observamos como hierbas o en el peor de los casos como malas hierbas que encontramos por el camino.

Muchas de las plantas estudiadas se han domesticado a lo largo del tiempo, como el chipilín, el güisquil, la mora. Otras como el papelillo, las hojas de jocote son obtenidas de una actividad extractivista. En los mercados podemos encontrar muchas de las plantas estudiadas y que la población salvadoreña identificó como plantas que consumían y le atribuían propiedades nutritivas.

El cultivo como todo puede ser bueno o malo, lo bueno es que se evita la actividad extractivista que puede provocar la extinción de la especie. Un ejemplo del prejuicio que conlleva el extractivismo tiene que ver con la propaganda y la moda del consumo de una planta en particular y que esto conduzca a que las poblaciones se abalancen sobre el vegetal, que tiene su ciclo de reproducción y desarrollo, pero cuando el interés principal es obtener el lucro inmediato, esas consideraciones carecen de importancia.

Ejemplo de esto, se produjo cuando el artista mejicano Andrés García promocionó una planta de la selva amazónica, que tiene gran uso tradicional entre la población peruana, se trata de la uña de gato (Uncaria tomentosa) aduciendo que esta le había curado de cáncer en la próstata. La venta y falsificaciones fue muy grande. En nuestro país existen muchas plantas que las personas conocen como uña de gato, algunas de ellas pueden ser toxicas. Por tanto, también en nuestro país enfrentamos la depredación de la flora nativa en busca de la planta que les podía “curar de todos los males”.

Para realizar el extractivismo y que esto no lleve a la depredación de la especie es necesario que las personas que se dediquen a esa actividad sean entrenadas para no extinguir la especie. En el caso que nos ocupa, el gobierno peruano se vio en la necesidad de proteger la especie y evitar que se exportara de su territorio la planta.

En el cultivo de las plantas alimenticias, también debe de realizarse con un adecuado entrenamiento, no se puede hacer uso indiscriminado de pesticidas, los fertilizantes deben ser orgánicos, procurando realizar las labores agrícolas sin mayores contaminantes que luego pudiesen ser incorporados por los consumidores, y que como consecuencia puedan dañar la salud.

En nuestro estudio obtuvimos datos interesantes, como que no existe en el imaginario colectivo que consumir semillas de paterna o marañón es nutrimento, quizá porque únicamente lo observan como una golosina o un gustito.

En el estudio bromatológico obtuvimos datos muy interesantes, como los contenidos de hierro en la planta conocida por la población como cochinito, siendo esto un hallazgo de los más importante debido a que existe a nivel mundial una gran carencia de hierro entre la población, se calcula que el déficit poblacional de hierro es de mil millones de personas. Lo que sucede es que se debe continuar el estudio hasta determinar si se trata de hierro II o hierro III, debido a que únicamente el hierro III es absorbido por el organismo. Y si la absorción de hierro se debe a cualidades de la planta o a la acidez del suelo.

También se reconoce como el consumo de la hoja de jocote como de buenas propiedades nutricionales por el hierro que contienen. Pero en el estudio no reportó mayores cantidades, así como otras plantas como las hojas de mora, pero debería de evaluarse los contenidos de folatos que estos son indispensables para la incorporación de hierro al organismo.

El biólogo costarricense Luis Poveda, refuta el consumo de chipilín debido a que este contiene alcaloides pirrolicidinicos en hoja. Estos alcaloides son hepatotóxicos cancerígenos para el hígado, además de ser termoestables y acumulativos en el organismo. En trabajo de cátedra de la asignatura de Farmacognosia las estudiantes Karen Gálvez Méndez y Katherine Guevara Siliezar encontraron alcaloides en vena media de los foliolos del chipilín. Los alcaloides son grupos de principios activos muy amplios, debe de existir mayor investigación para determinar si en realidad son alcaloides pirrolicidinicos. Este trabajo lo llevaron hasta convertirse en su trabajo de graduación.

No puedo dejar de mencionar los importantes aportes de compañeras con las que formamos equipo de investigación ellas son: Lic. Thania Guísella Benites López y Lic. Martha Alicia Argueta Castro y de todos los estudiantes de las cátedras de Botánica Farmacéutica, Farmacognosia y Seminario de Investigación II.

*Biólogo e investigador

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