Aborto, armas de fuego y fundamentalismo religioso. El “Destino manifiesto”

La Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos ha emitido esta semana dos definiciones de gran relevancia política en la construcción de un proyecto de país. La prensa destacó cancelación del fallo Roe vs. Wade (RvW) que legalizaba el aborto (1973). En sentido jurídico protegía el derecho de las mujeres para decidir la interrupción del embarazo y ahora deja a las legislaturas de cada estado definir el asunto.

Por: Elio Masferrer Kan*

Varios estados tenían leyes antiaborto que no podían aplicar y que al cancelarse la protección judicial ahora tienen plena vigencia. El Fiscal General de Texas dio instrucciones para que se aplique la legislación restrictiva y los fiscales de varias ciudades importantes de ese estado informaron que no iniciarían acciones legales contra mujeres que abortaran. Esta “disonancia” es porque en Estados Unidos los fiscales y el jefe de policía (sheriff) se eligen por elección popular. Un fiscal puede decidir no judicializar el aborto, esta peculiaridad es resultado del sistema jurídico norteamericano basado en el Common Law, está basado en el análisis de casos y no en un sistema legislativo, dando mucho poder a los jueces y ficales, consiste en estudiar el caso y luego buscar precedentes jurídicos de situaciones similares.

Habría entonces estados que no penalizan el aborto, esto perjudica a personas que no pueden trasladarse a estos estados. Las encuestas plantean que entre el 60 y 66% de los norteamericanos adultos están de acuerdo con el aborto. La pregunta es por qué el Partido Republicano promete que si gana las elecciones dictarán leyes a nivel federal prohibiendo el aborto; sectores más radicales plantean la ilegalización del matrimonio entre personas el mismo sexo y un conjunto de medidas antiderechos de la comunidad LGTTTBQ.

Las encuestas predicen también una estrepitosa derrota de los demócratas que serían responsabilizados por la crisis económica, la inflación y el no cumplimiento de las promesas de campaña, como la reforma migratoria. Los demócratas tendrán dificultades para movilizar incluso a su electorado tradicional.

La otra resolución importante de la Corte está referida al uso de armas de fuego garantizada por la Segunda enmienda de 1791: “Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas”, la Corte invalidó numerosas legislaciones locales que restringen el uso de armas y su exhibición en público. Para regocijo de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), planteó expresamente que es un derecho ciudadano adquirir armas y portarlas en público, todo eso a pocos días de la matanza de 19 niños y dos maestras en Uvalde, Tx., por un desquiciado. Este texto constitucional, increíblemente ambiguo, podría ser invocado de diferentes maneras y sirve de base para la organización de “milicias”, grupos de choque de la ultraderecha y el supremacismo blanco, que tuvieron un papel significativo en el asalto del Capitolio del 6 de enero de 2021, para impedir que se proclamara el triunfo electoral de Biden y Harris, un auténtico golpe de estado.

Para los fundamentalistas religiosos, el establecimiento de un modo de vida apegado a los textos bíblicos es decisivo para la preservación del Destino Manifiesto, una ideología del nacionalismo norteamericano, según el cual, los Estados Unidos serían el Pueblo elegido por Dios para instalar un nuevo orden mundial, de esto derivan ideologías de supremacía racial y serían las razones por las cuales no se aprueban las reformas migratorias. Más allá del río Bravo existirían personas que por sus características no somos elegibles para este modelo de país blanco anglosajón y protestante (WASP).

La población WASP se siente amenazada por la pérdida de peso demográfico en la Unión Americana, pasó el 80% al 56% en 2020 y sigue disminuyendo, es así como construyó la “teoría del gran reemplazo”, una supuesta conspiración para desalojarlos de su papel dominante en los Estados Unidos. Para ello es importante incrementar la presencia de los WASP, disminuyendo la influencia de los “grupos emergentes”: feministas, LGTTTBQ, afros, asiáticos e hispanos, la nueva base del Partido Demócrata. La Corte conservadora se erige en la salvaguardia del Destino Manifiesto y considera “necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre”.

*Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH

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