Lecciones valiosas derivadas del caso hondureño

Honduras reviste particular interés para América Latina en razón de sus antecedentes, pues además de ser el primer país intervenido indirectamente de la era Obama en nuestra región, supone el paradigma de lo que es la intervención estadounidense en lo que considera su patio trasero.

Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*

Algunos datos revelan crudamente que significa tal afirmación.

Cuando se llevo a cabo el golpe de estado contra el presidente Zelaya, la deuda externa del país rondaba $3, 000, 000, 000. 00 (FMI), allá por julio de 2009, habiéndose multiplicado por 6 a la fecha y alcanzando la cifra de $17, 600, 000, 000. 00 (BM).

Su institucionalidad, cooptada por militantes del golpismo, paso de ser presentable a “seudo feudalista” (ucr.ac.cr/noticias 2015), en apenas meses, al grado de modificar varias veces la constitución, a espaldas del soberano y para el beneficio particular de las élites.

En este punto, cualquier similitud a nuestra realidad es pura casualidad.

Ya para 2005 la cifra de muertes violentas promediaba las 40,4 por cada 100, 000 (UNAH), en 2011 eran 86,47, fenómeno al que se aplicaron medidas extremas que redundaron en una constante y sostenida baja en el porcentaje de ciudadanos muertos como producto de la violencia social imperante, hasta enero del presente año, cuando de acuerdo al censo del INE, la cifra de decesos relativa a cada 100, 000 habitantes fue de 23,17, con un leve incremento del 6,7% a la fecha de acuerdo a CIPOL.

El PIB per cápita hondureño de 2009 tuvo un leve incremento en relación al anterior año, ubicándose en 1,283, y una leve variación de 2,4% (Datosmacro.com), en 2020 cayó a -9,7%, haciendo de aquella la mas golpeada de la región [en el mismo período nuestra economía cayó a -7,2%] según los datos ofrecidos por el BM.

Es decir, podemos deducir que la desinstitucionalización del estado hondureño, sumado al populismo con el que se gestionaron las sucesivas administraciones luego del golpe de estado, la emergencia sanitaria y los embates de la naturaleza, se tradujeron en un estado inviable para amplios sectores hondureños, quienes huyendo se arriesgan en las célebres caravanas que desafían los bloqueos que interfieren su progreso hacia los EU.

Esto es porque de acuerdo al observatorio del migrante hondureño (OMIH), a principios de 2000 el porcentaje de hondureños migrantes rondaba aproximadamente el 3% de la población total, alrededor de 350, 000 hondureños viviendo fuera del país; mientras ahora esa cifra se ha triplicado, con hasta un millón de hondureños trasladándose a terceros países, escapando de la inseguridad, la falta de empleo y el futuro incierto.

Entonces, el panorama atisba un estado virtualmente fallido, cuya riqueza se la apropiaron las élites so excusa de recuperar el estado de derecho, para lo que ahora se apartan, permitiendo al progresismo en la persona de doña Xiomara Castro, asumir la gestión de la crisis que hereda, responsabilidad de la derecha, mientras desde la comodidad de la oposición se dedican a criticar y aconsejar como hacer bien las cosas.

Una historia similar. ¿Tendremos el mismo final?

* Educador salvadoreño

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: