«Siempre ha habido topes del monto de depósitos que el Gobierno o instituciones públicas podían tener en bancos estatales chiquitos. Hoy el tope se ha quitado y el Gobierno puede concentrar todos sus fondos en dos bancos estatales», dijo el expresidente del Banco Central de Reserva, Carlos Acevedo.
Acevedo dijo que ahora que el Gobierno ha quitado el límite de los fondos públicos que puede guardar en los bancos estatales y está haciendo movimiento de dinero hacia estos, desde bancos privados, aumentará el riesgo país que ya venía al alza.
El economista explicó, durante una entrevista en el programa televisivo Frente a Frente de Telecorporación Salvadoreña (TCS), que guardar todos los fondos en pocas instituciones es un riesgo y por eso había un límite.
«Si el Gobierno colocara todo su dinero, CEL, CEPA, ANDA, ISSS… si todo eso se colocara en un banco pequeño del Estado, se genera un gran riesgo para el banco. Siempre ha habido topes del monto de depósitos que el Gobierno o instituciones públicas podían tener en bancos estatales chiquitos. Hoy el tope se ha quitado y el Gobierno puede concentrar todos sus fondos en dos bancos estatales», indicó.
«Entre los dos hacen el 8 % de activos de todo el sistema financiero», indicó.
Para Acevedo, «siendo uno mal pensado, si uno lo ve en el contexto fiscal, la impresión que da, para ponerlo en buen salvadoreño, es que el Gobierno está raspando ollas para sacar lo último que tiene de dinero y tenerlo fácilmente disponible para manejarlo de una manera, no más holgada, pero por ahí va la cosa, toda la liquidez que esté al alcance del Gobierno para hacerle frente a los flujos de la caja fiscal».
El exfuncionario dijo que la razón para moverlo hacia la banca estatal es porque así al Gobierno se le facilita tomarlo. «Si el Gobierno saca dinero de la banca comercial, salen noticias como esa», dijo, sobre lo publicado el fin de semana.
Recordó, además, que los fondos que se desfalcaron en anteriores administraciones se hicieron usando un banco estatal. «La caja chica de Casa Presidencial se manejaba en el (Banco) Hipotecario», señaló.
Recalcó que este nuevo movimiento debe verse «en el contexto de todas las señales de los últimos meses».
«Los mercados no lo ven como un signo de buena gestión, de holgura fiscal, sino como un signo de estrés financiero del Gobierno, y se acumula el deterioro de riesgo país que hemos ido experimentando en los últimos cinco meses», expuso.
Acevedo dijo que el riesgo país era cercano al 5.38 en abril pero al 21 de septiembre este había crecido «más del doble» y «este tipo de noticias aumenta el riesgo», así como el de una posible reforma de pensiones.
Explicó que «el riesgo país es lo que El Salvador tiene que pagar al salir a buscar deuda pública». Mencionó que si quiere salir a colocar deuda tiene que pagar como mínimo tasas de interés del 12.5 %; mientras que «Guatemala salió a colocar esta semana entre tasas del 3 % y 4 %» así como Honduras.
Para Acevedo, la mayor parte del deterioro en el riesgo país ocurrió a partir de mayo, con el golpe a la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía General de la República, siguió con el desmantelamiento de la Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (CICIES), luego con «que el Gobierno le valía la lista Engel», siguió con la Ley Bitcóin y después con la noticia de que la Sala de lo Constitucional impuesta por el oficialismo dio aval a la reelección del presidente. «Ahí se disparó», recuerda y compara que lo hizo aún más que la noticia sobre la imposición del bitcóin.
«A los mercados no les importa si (Bukele) se reelige, si la Constitución hubiera dicho se puede reelegir y no hay problema, el problema es que se viola el marco institucional. Dice: el país está violando su constitución de una manera tan impúdica, ¿qué garantías hay que se respeten las reglas del juego cuando llega un inversionista?», expuso.
Por su parte el articulista y economista, Rafael Castellanos, advierte lo siguiente: «El más inmediato de los graves problemas que enfrenta este gobierno es la falta de fondos, iliquidez severa con el agravante de que ellos mismos han ido cerrando las puertas de quienes pueden ayudarnos. Al dar el golpe de Estado y remover jueces sin razón, sin criterio y sin legalidad, entraron un paso más adentro en la categoría de dictadura que irrespeta el Estado de derecho, la Constitución y cuanta ley se ponga enfrente de sus caprichos y esa conducta no es aceptable para Estados Unidos que tiene el voto principal en el Fondo Monetario Internacional, que es la opción número uno para un país ilíquido y ultra endeudado».
La iliquidez del gobierno es muy severa, recientemente relataba en un artículo que expertos estiman que el combustible le alcanzaba al gobierno para uno o dos meses. Ya vemos las señales de eso, vacían sus cuentas bancarias para pasarlas a los bancos estatales, el Hipotecario y Bandesal. Vemos algo nunca visto en los tiempos cercanos, se endeudan sobre los certificados de depósito a plazo, en el argot financiero a eso le llaman «raspar las cacerolas», ya agotaron su liquidez y las fuentes de financiamiento.
Pronto comenzarán a demorar pagos a proveedores, a demorar la inversión pública, probablemente a demorar salarios… allí se arma la oposición pública más virulenta como se ha visto en los países que caen en ese tipo de impago.
