El maestro rural y dirigente sindical de izquierda Pedro Castillo se impuso a la candidata de la derecha, Keiko Fujimori, y será el próximo presidente de Perú.
Castillo superó a Fujimori por algo más de 67 mil votos, de acuerdo a los resultados oficiales del recuento finalizado en la madrugada de este miércoles, más de 48 horas después de cerrados los comicios.
A las 17 de este miércoles (hora de Perú) la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) mostró los datos según los cuales, con el 99,81% de las actas escrutadas Castillo lograba 50,19% mientras que Fujimori tenía 49,80%.
Estos datos, traducidos en apoyos, le daban a Castillo 8,746,931 votos y a Fujimori 8,679,815, cifras ajustadas pero imposibles de revertir teniendo en cuenta que a esa hora restaba sólo procesar el 0,179% de las actas.
De acuerdo a la ONPE, hay cerca de 1.300 actas observadas, que si bien implican nominalmente más de 300 mil votantes, hay en ellas mucha menos cantidad de adhesiones. Este miércoles llegan los últimos votos del exterior.
Para ser proclamado Presiente electo de Perú deberá concluirse el recuento oficial de todos los votos, la revisión de las actas observadas ante la Justicia Electoral y desestimarse las denuncias de fraude por parte de la derecha.
Más allá de que el conteo rápido conocido el domingo por la noche lo daba como ganador, una encuesta a boca de urna sostenía el triunfo de Fujimori.
A esto se sumó la paridad en el extremadamente lento recuento oficial lo que, además de las expectativas, generó preocupación y temor por parte de los seguidores de Castillo.
El primer reporte oficial fue dado a conocer a las 23 del domingo (hora local), cuando la ONPE le asignó a Fujimori cinco puntos de ventaja por encima de Castillo.
Luego de esa primera etapa, la actualización de datos permitió ver con claridad cómo la ventaja inicial para la candidata de la derecha se fue achicando con tendencia a revertirse a favor de Castillo.
Cerca del mediodía del lunes Castillo comenzó a liderar el escrutinio, ocupando un primer lugar que no abandonó, con una diferencia máxima que alcanzó a 110.000 votos y que luego volvió a estar entre 70.000 y 75.000.
Apenas se conoció la tendencia de que ganaría la primera vuelta (aunque con balotaje seguro), el profesor envió un mensaje desde Cajamarca, donde vive: “hoy al pueblo peruano se le acaba de quitar la venda de los ojos».
«Nos han dicho que politólogos, constitucionalistas y eruditos pueden conducir un país; han tenido el tiempo suficiente, tremendo espacio, décadas, lustros, y miren cómo dejan al país”, señaló.
Castillo aparecía con escasa intención de voto hasta la última semana de la primera vuelta, en que se ubicó sexto en dos sondeos y séptimo en otro. En todos, ningún candidato superaba el 12% de intención de voto.
Fue el líder del sector duro de los maestros que protagonizaron un extenso paro en 2017, que duró dos meses, con movilizaciones y otras formas de protesta.
En aquellos días encabezó la Conare, una plataforma que pretende reconocimiento legal como gremio y que desplazó al histórico Sutep, en ese entonces enfrentado con el ahora ganador de la elección.
Desde que ganó la primera vuelta es señalado como cercano al Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), el brazo político de la organización de izquierda Sendero Luminoso.
El señalamiento más fuerte que recae en Castillo surge de documentos de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote), teniendo en cuenta que para el Estado peruano, sendero Luminoso es una organización terrorista.
Sin embargo, nunca se encontraron otros nexos más que la empatía por los proyectos de izquierda, las organizaciones sociales revolucionarias del Perú y de América Latina.
Ya de cara a la segunda vuelta, la campaña se profundizó y Castillo no sólo sumó apoyos como el de la excandidata progresista Veronika Mendoza sino también de miles de personas que repudiaron a Fujimori bajo el lema «Keiko no va«.
En la campaña propuso, entre otras cosas, eliminar el Tribunal Constitucional -la máxima instancia de interpretación de la Carta Magna- y gobernar a partir del método de “rondas campesinas”.
También prometió una «revolución educativa» para transformar la situación del país, garantizó un amplio plan de vacunación contra el coronavirus y reiteró la necesidad de reformar la Constitución del Perú.
«Creemos importante manifestarles que hay compromiso que todos los compatriotas mayores de 18 años van a ser vacunados antes del 31 de diciembre y a partir de ahí empecemos a reactivar la economía», dijo Castillo.
Reiteró su intención de promover una reforma constitucional, al sostener que «en el marco de esta fiesta democrática vamos a ser respetuoso de la Constitución y sus instituciones hasta que el pueblo lo decida”.
Indicó que impulsará mejoras en el presupuesto educativo para reforzar la enseñanza en todos los niveles con el objetivo de que los mejores estudiantes puedan viajar al extranjero para prepararse y regresar al país a trabajar.
“Debemos empezar a hacer la verdadera revolución educativa desde el espacio de la escuela y del espacio de la comunidad», afirmó.
Agregó que el objetivo es que «nuestros hijos cuando terminen la secundaria e ingresen a la universidad, los mejores estudiantes, vayan al extranjero y regresen para industrializar el país”.
Castillo fue el más votado entre 18 candidatos en la primera vuelta del 11 de abril pasado, con el 18,9% de los votos, seguido de Fujimori, con el 13,4%. Su partido tendrá 37 diputados de los 130 que tiene el Congreso unicameral.
Tomado de Resumen Latinoamericano
