Abya Yala. La muerte que no cesa

Este artículo tiene como disparador la imagen que lo acompaña y que comienza a circular en las redes a raíz de la percepción de la estatuaria tras el asesinato de George Floyd. 

Toma I. Tras el asesinato de Atahualpa en 1533 a manos de su secuestrador Pizarro la caída de Cuzco se produjo pocos meses después. Los conquistadores nombraron a Manco Inca como emperador quien pronto advirtió su condición de títere español e inicio en 1536 una revuelta que fue derrotada. Durante el contienda ocurrida en la fortaleza de Sacsayhuaman uno de los capitanes del inca llamado Cahuide viendo el combate perdido y sabiéndose cercado se suicidó arrojándose desde lo alto de la torre para no caer en manos hispanas. El episodio solo es recordado para un conjunto escultórico que rememora ese momento definitivo ubicado en la localidad peruana de Chivay en el Colca diseñado por el artista Artemio Ocaña.

Toma II. Durante la Guerra del Pacifico el empresario salitrero de Iquique Alfonso Ugarte armó un batallón integrado por sus obreros con la intención de defender el suelo patrio y obvio sus propiedades. Durante la batalla de Arica en 1880 viendo perdida la batalla la historia oficial asegura que se arrojó desde lo alto del morro de la ciudad envuelto en la bandera peruana. Si bien su acto de arrojarse al vacío no tuvo ninguna consecuencia táctica real en el combate si la tuvo la evocación de su accionar heroico. Por ello Ugarte fue premiado y recordado con una avenida céntrica en Lima, otra en Tacna, en Puno lleva su nombre un club de futbol al igual que numerosos colegios y escuelas de todo el Perú e incluso también lleva su nombre un distrito en el departamento de Ancash por mencionar apenas algunos de los homenajes que lo inmortalizan. Como vemos, su acto fue similar al de Cahuide las consecuencias para la historiografía oficial fueron muy diferentes.

Toma III. Durante 2008 el entonces presidente peruano Alan García se refirió a Cahuide como “un cobarde” por haberse suicidado en lugar de seguir combatiendo. El mandatario aseguró que “Cahuide, aquel guerrero que prefirió lanzarse a un abismo desde la mítica torre de Sacsayhuamán antes de morir a manos de un español, no merece ser reconocido como un icono Inca. El general inca y su temeroso acto son culpables de la actitud que hoy por hoy suelen asumir los peruanos frente a la vida: derrotista” (Utero.Pe 09/05/2008). Cahuide con aquel acto que puso fin a su vida, en opinión del mandatario no es merecedor de homenajes ni mayores recuerdos debido a su “derrotismo” pese a haber combatido con bravura hasta el final frente a un enemigo que tenía la enorme ventaja de la brecha tecnológica en su favor.

Toma IV. Años más tarde Alan García ya lejos de la presidencia y arrinconado por el Caso Odebrecht buscó infructuosamente asilo en las embajadas de Costa Rica, Colombia y Uruguay. En las tres sedes diplomáticas lo invitaron a retirarse de las mismas. El 17 de abril de 2019 estaba acorralado, cuando la policía allanó su vivienda opto por suicidarse con un disparo. Dejo una carta póstuma “He visto a otros desfilar esposados exhibiendo sus miserias, pero Alan García no tiene porqué sufrir más injusticias”. De esa forma “nunca se inició el juicio, no habría sentencia, no habría incautación de bienes, no habría reparación civil al estado, todos sus bienes quedaran coma herencia ya que la responsabilidad penal es personal, Alan era abogado, saquen ustedes sus propias conclusiones” (Nuestra Bandera 22/04/2019). La historia es elocuente sin necesidad de hacer leña de árbol caído ni hablar de lo peligroso que resulta escupir para arriba.

Toma V. No es necesario ser un semiólogo avispado para advertir el diferente tratamiento otorgado a la memoria de Cahuide y Ugarte frente a la misma decisión radical de quitarse la vida ante un enemigo victorioso. Uno es un indígena, el otro un empresario y militar blanco. Uno inspira el derrotismo el segundo muestra un patriotismo luminoso. Ante la duda allí está el ex presidente Alan García para corroborar lo que señaló como “temeroso acto” de Cahuide mientras a Ugarte se le tributan profusos homenajes que sin duda ha de merecer.

Ese no es el tema, el asunto es otro. Pese al lapso temporal transcurrido y distintas circunstancias de alguna manera el suicidio de Cahuide, Ugarte y García marcan los vaivenes del destino y nos hablan de un cuarto suicidio que no figura en los libros de texto ni consta en notas periodísticas. Me refiero a como el poder busca deshacerse de la profundidad americana y debido a ello lo mismo resulta diferente, así de simple.

La historia oficial resulta una película desquiciada que aunque la rebobinemos una y otra vez no comprendemos una trama traída de los pelos. Un guion absurdo que nos obliga a renegar de la historia real y comulgar con aquella letanía que conjuga lo originario en pasado: cazaban, habitaban y creían… Ya no están, no existen. Es hora de despertar y hacer caso a los que saben. Mariátegui lo tenía muy claro hace un siglo cuando advirtió que nuestro continente andará rengo hasta que no utilice en su caminar también el paso indígena. El ejemplo de lo que sucede en Chile con la Araucanía es elocuente y es una muestra de los que se está sacudiendo por abajo, germinando, floreciendo.

Por:Marcelo Valko, docente universitario y autor de una docena de textos entre los que se destacan Pedestales y Prontuarios, El Malón que no fue, Cazadores de Poder, Pedagogía de la Desmemoria, Ciudades Malditas Ciudades Perdidas y Los indios invisibles del Malón de la Paz.

One thought on “Abya Yala. La muerte que no cesa

  • el 30 septiembre, 2020 a las 4:58 am
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    Buenas noches sr Marcelo Valko , muy interesante su publicación y lo felicitamos por tan buena explicación. Con todo respeto nos dirigimos a usted para hacerle de conocimiento que el autor de este noble conjunto escultórico no fue el escultor que en vida fue el sr Artemio Ocaña fallecido en el año de 1980, si no nosotros los escultores Arequipeños Hermanos Yanqui (Luis, Raul y Edwin) realizada en el año 2018 para la municipalidad distrital de Maca de la provincia de Caylloma , Arequipa a pedido del ex alcalde Genovo Chapi. Tenga usted muy buenas noches ,un abrazo.

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