El carbonero y el gabinete

(Por: Francisco Parada Walsh)

Pancho Lara y su brillante premonición escrita en 1934 llamada El Carbonero nos hace viajar a ese pasado de explotación, sumisión y maltrato total de parte del rico al pobre; quizá Don Pancho nunca imaginó que ese suplicio en verso se cantaría con lágrimas en el alma cuando escribió tal profético tango salvadoreño. Nada ha cambiado.

Nombre del Teatro: Casa Presidencial. Primer actor: Presidente de la República de Sumisionlandia. Actores de reparto: Miembros del gabinete, presidentes de autónomas y más.

Primer acto. Presidente al Ministro de Defensa, ¿Cómo se está manejando la seguridad del Estado?: Si mi señor, es buen carbón. Presidente a Ministra de economía, ¿En cuánto aumentará el presupuesto en salud para el 2020?: Si mi señor, es buen carbón. Presidente a Canciller, ¿Qué acuerdos se tomaron con relación a militarizar las fronteras antes que los cocodrilos devoren al migrante?: Si mi señor, es buen carbón, cómprelo usted, de nacazcol (bailando). Presidente a Ministra de Salud: ¿Usted ya no es sindicalista?: Ya no mi señor, es buen carbón. Presidente al Ministro de Gobernación y Desarrollo Territorial: ¿Cómo avanza la autonomía municipal y el FODES?: Si mi señor, es buen carbón. Presidente al Ministro de seguridad: ¿Cómo avanza la segunda fase del control territorial y volverá a sugerirme algo?: Perdón mi señor, Perdón mi señor es buen carbón. Presidente al Ministro de Hacienda: ¡Debe incrementar el presupuesto para el pago de médicos y debe entender que no son estudiantes!: Si, si, si y si mi señor es buen carbón. Presidente a Ministra de educación: ¿Por qué no ha incorporado en el plan de estudio el tema de la corrupción como lo hizo Guatemala?: Si mi señor es buen carbón. Presidente al Ministro de Trabajo: ¿Cómo van los cierres de Míster Donuts y los próximos?: Si mi señor, es buen carbón. Presidente al Ministro de Agricultura: ¿Cómo van las incautaciones de pescado para donarlos a los hospitales?: Si mi señor es buen camarón. Presidente al Ministro de obras públicas: ¿Cuándo inaugurará las obras que el FMLN dejó terminadas?: Si mi señor es buen carbón. Presidente al Ministro de medio ambiente: ¿Cuánto vale el coctel tumbo negro y qué hace para detener la deforestación?: Si mi señor es buen carbón. Presidente a Ministra de turismo: ¿Cómo están las olas en El Tunco?: Si mi señor es buen carbón; una sugerencia mi señor excelentísimo presidente ¿Por qué no le cambia el nombre a El Tunco por Turicentro San Romero?; presidente: ¿Cómo se atreve a tan siquiera darme una banal idea? Se escucha la trompeta del chacal: ¡despedida! Presidente a la Ministra de Cultura ¿Cuántas casas de la Cultura ha inaugurado en estos cien días?: Si mi señor es buen carbón. Presidente a Ministra de vivienda ¿Cuántas casas lleva construida para nuestros migrantes internos?: Si mi señor es buen carbón. Presidente a Ministra de desarrollo local ¿Cuántos puentes ha construido?: Es puente por día mi presidente pero si mi señor es buen carbón. Presidente al presidente de CEPA: ¿Cómo estamos de tiempo para el bote cinta azul?: Si mi señor es buen licor. Presidente al presidente de ANDA: ¿En qué universidad sacó su maestría y doctorado en hidrología?: Si mi señor es buen carbón. Presidente al Director de la policía: ¿Qué hará si le ordeno contratar a la joven que se robó la radio patrulla?: Contratarla inmediatamente mi señor presidente y si, si mi señor es buen carbón. Presidente al Asesor de seguridad: ¿Ya se tomó sus anti sicóticos? y ¿Tiene bien aceitadas las armas?: Si mi señor es buen carbón. Presidente a la ONU: ¿Siempre obsoletos?: No su señor, no es buen carbón. Pareciera que se ha confundido el respeto, la lealtad y la amistad a ser una persona totalmente vacía, pusilánime, cobarde; pero aquí está el truco de la maldad, la mentira y la doble moral pues el servilismo, el miedo llevado a terror solo lo manifiestan hacia la figura del presidente y quizá tengan razón pues al final de la historia fueron contratados por él y es el presidente quien paga el mariachi, pero sus comportamientos ante el subalterno y ante cualquier ciudadano es diferente pues hay prepotencia, malacrianza y un aire de grandilocuencia mezclado con sumisión. Serán sus hijos y nietos quienes les susurrarán al oído: Padre y Abuelito, y tú ¿Por qué fuiste tan pusilánime cuando te nombraron ministro?: Y le responderán a su nieto: ¡Si mi querido nieto fui un cobardón!

Segundo acto. Ya no es la sumisión entre el campesino/carbonero sino entre el profesional/ carbonero, nada ha cambiado y no se ocupa el corvo ni el fusil sino los diez mil pesos salvadoreños que mes a mes disfrutan mientras sus perversos troles engrandecen la sumisión de un gabinete sin brillo, sin patas, sin alma, sin dignidad. No estaré para cuando el juez conciencia los juzgue sin embargo no habrá un lugar donde esconderse mientras la guadaña de la vida los busque, los encuentre y los señale. Criterio abolido. En cada reunión de gabinete los acompaño, los veo tronarse los dedos, dirigir su mirada al suelo y callar; en un pueblo chico e infierno grande todo se sabe, El Salvador es una finca, soy apenas un colono pero es mi finca.

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