¡Devuelvan lo robado, Bla, Bla, bla!

Por: Francisco Parada Walsh*

Esta sencilla frase fue un revulsivo en todos aquellos que vieron hacia el pasado y por primera vez dijeron: “Al fin, alguien dice la verdad, estuviéramos mejor si ARENA y el Frente devolvieran lo robado”; un anzuelo con una sabrosa carnada, no fue una pinche lombriz de tierra sino la cola de una suculenta langosta a la Termidor la que sirvió para que cándidos y confundidos creyeran esa rimbombante frase, hueca, huequísima como ella sola.

Al final de la fiesta de los cachos, la vida regresa cual bumerang todo lo bueno y lo malo que se hace y esos personajes que de una u otra forma conocía desde la llanura que, con ínfulas de grandes pensadores y conocedores de temas de nación terminan siendo unos vulgares ladrones; ¿Dónde están ladrones? Ocultos, en las sombras de la vergüenza; ustedes, ladrones de un pueblo saqueado hasta por joder no merecen perdón de Dios, son unos  ladrones más en esa cadena del tiempo que poco a poco pone todo en su lugar.

¡Devuelvan lo robado, Bla, Bla, Bla! Solo fue un canto de sirena, no hubo ni una patológica paciencia para esperar siquiera y no caerle al botín como ustedes lo hicieron; muchos que aparecen en esa lista hace diez años eran unos pelagatos, oficinistas (Algunos conocidos míos  y otros que si ese pueblo comatoso  revisara la pobreza de estos gatazos hace 12 años y la fortuna acumulada a la fecha, dice que la lista Engel es apenas un boceto de tantos ladrones);  hombres y mujeres comunes que en su sed de paliar esa pobreza infinita que han vivido le clavan los colmillos en la yugular a un El Salvador destrozado.

¡Devuelvan lo robado, Bla, Bla, Bla! Solo fue otro engaño más, uno más de tantos y el pueblo amante de los pitos, se tragó el cuento de la honradez cuando ustedes han robado no solo dinero, sino cada cinco que han saqueado significa matar a alguien, ese dinero serviría para alguna medicina de un niño que debe ser operado de un tumor en el cerebro y muere por no tener tal medicamento, eso es asesinato, lo hecho por ese grupo que aparece en la lista Engel no solo es el robo sino que ustedes son los asesinos más despiadados del país; robaron dinero, robaron sueños, robaron el futuro de mi gente, saquearon valores, se llevaron lo poco que tenía este país.

¿Quiénes son ahora, pobres diablos que vivirán en el olimpo de la vergüenza? ¿Quiénes son ustedes? : No son nadie, son unos ladrones. Mi vida sigue en paz, moriré pobre, pero mi conciencia y mi alma que pesa 21 gramos seguirá pesando eso, no habrá miedo en mi vida ni mucho menos en mi muerte.

¡Devuelvan lo robado, Bla, Bla, Bla! Nunca la mentira y la falta de vergüenza fue tan descarada, nunca; son ustedes, que mientras su patrón pregonaba a los cuatro vientos que este gobierno sería una especie de paraíso, ustedes, manos largas, robaban a mi gente.

¿A cuántos mataron en tal baja acción? A miles de personas, a miles; pobres criaturas que subieron a las nubes como la espuma y ahora no son más que unos vulgares ladrones, eso son, ¡vulgares ladrones! ¡Devuelvan lo robado, Bla, Bla, Bla! No fue más que una marca que se vendió a un pueblo cansado de tantos ladrones, la diferencia entre esos ladrones de ARENA y el Frente y otros partidos es que robaron callados, nunca pregonaron honradez, nunca y el pueblo salvadoreño sabe que la política es el sueño de cualquier persona que desea salir de la pobreza, a diferencia de ustedes que en largas letanías se hacían pasar por la honradez con nombre, por desear la justicia social a un país derrotado y sin cariño, pero fue casi un gabinete, ladrones comunes y corrientes que se lucieron y sirvieron de conejillos de indias pues tanto ustedes como yo sabemos que esa lista es apenas la punta del témpano.

Muchos, muchísimos que estuvieron con el Frente y capearon el temporal y lograron seguir royendo un hueso carnudo ahora se ríen de ustedes, si, ustedes que le robaron a mi gente, sueños, esperanzas, el futuro; por unos dólares más. Ojala que lo dicho por el presidente de la república no sea otra cortina de humo, otra más, y mucho menos un arrebato de emociones y lo que publicó en un tweet donde se lee: “No vamos a tolerar la corrupción, venga de donde vengan Los funcionarios que aparecen en la Lista Engel serán juzgados y removidos de sus cargos.

Trabajaremos de la mano de la CICIES para procesarlo”. Un pueblo harto de mentiras, se cansa, se aburre. Todo es sentarse cómodamente en un palco y ver el desfile de los ladrones de sueños. Quizá ser ladrones no les preocupa en lo más mínimo, sin embargo ese lastre lo cargarán sus inocentes hijos, familias que quizá pensaron que servirían a un país saqueado a más no poder, pero no; perdieron el rumbo y ahora huyen, y el juez más implacable que los demolerá será el juez conciencia quien día y noche los perseguirá y los sentenciará a que: “Devuelvan lo robado, Bla, Bla, Bla”.

*Médico salvadoreño

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