Retos categóricos para el fútbol salvadoreño

Dr. Carlos A. Escalante

El mundial de Fútbol representa un deporte capaz de reunir en una extensión territorial relativamente pequeña a un enorme número de espectadores; según estadísticas del recién pasado evento se considera que en los 64 partidos pudieron asistir alrededor de 3 millones de personas en los 12 estadios en 11 ciudades. La FIFA inscribió y presentó a 32 selecciones, y 736 jugadores bien identificados cada uno.

Conocí muy de cerca el antecedente del debut de una selección salvadoreña, en 1970 puesto que fuimos dos los psiquiatras que realizamos algunas “sesiones” de apoyo psíquico con los jugadores de la selección que el excelente Director Técnico de la época Gregorio Bundio, de nacionalidad argentina consiguió llevarlos a” México 70”.

Desafortunadamente el manejo político inadecuado incide en todos los deportes de El Salvador, es decir el profesionalismo de jugadores y de algunos técnicos preparadores, no es respetado suficientemente, para que el deporte salvadoreño crezca. Con mucha pena pienso que el germen corrupción también ha invadido este campo. Ambiciones de poder perturban la buena fe y aspiraciones nacionalistas en el buen sentido al deporte.

RUSIA 2018, fue fértil en innovaciones técnicas estuvieron a la orden del día, (Arbitro asistente de video), tanto en lo que se refiere al juego en si como también lo relativo a organización y control en general, y en particular el caso de los espectadores inscritos como “hinchas” extranjeros, podían ser identificados de inmediato por alguna emergencia mediante la portación de un chip.

Ha habido cantidad de detalles en aspectos políticos, sociales y culturales para citar; pero mí intención al escribir estas líneas son más para destacar aspectos antropológicos, humanitarios y de imagen de lo sucedido. Por ejemplo, a pesar de que la mascota del evento es un lobo – y recordar la época de la Unión Soviética, “el lobo de aquella época, ya no es hoy tan fiero como lo pintaron antes ”; muchos comentarios de oída y en línea, el pueblo ruso ha sido para los visitantes excelentes anfitriones y hospitalarios, facilitando a todo mundo la movilización y a veces hasta de gratis para trasladarse de un estadio a otro. Desconozco si los museos y otros palacios, que abundan en dicho país, fue fácil visitarlos.

Hemos visto con gran agrado en muchos equipos, tanto americanos como europeos y obviamente de países africanos y jugadores de otros continentes, personas de color, el racismo disminuye o se extingue.

Hemos visto grandes sorpresas, los jugadores estrellas de antes, se han visto sumamente opacos y en cambio han surgido nuevos nombres de jugadores de equipos y países antes un tanto desconocidos, y como ha habido mucho jugador joven, ya se especula verlo de nuevo en CATAR.

Las selecciones procedentes de América les animan modestos grupos acompañándoles; en cambio las barras de los europeos, muy nutridas. También se vio, con pequeñas excepciones mucho orden, disciplina y respeto en el interior de los estadios.

Se destaca la entrega y patriotismo de todos, pero fue muy notoria en jugadores de Croacia, Francia, Islandia y Rusia, quienes apoyados emocional y afectivamente por las autoridades técnicas y políticas, se entremezclaban efusivamente unos con otros sin prejuicios insanos.

En fin,” el mundial es un evento que culmina en reunirse y jugar las 32 selecciones durante un mes e irse eliminando hasta quedar las representantes de 3 0 4 países; pero en si el proceso tiene una duración de aproximadamente cuatro años, proceso en el que participan miles de personas de múltiples profesiones, pero los más importantes son los jugadores de futbol de muchos países y que poco a poco se clasifican o se eliminan.

Ya en Rusia, las 32 selecciones clasificadas que provienen de países desarrollados y en vías de lograrlo. Ya en el engramado, ninguna diferencia los separa solo persiste el anhelo de ganar y ganar hasta llegar al final, y esto será posible aplicando las tecnicas aprendidas y desarrollar jugadas que culminan en goles y desde luego respetar las normas establecidas.

Yo veo en esa dinámica de cuatro años una experiencia de interacción y promoción humana extraordinaria; no obstante ha habido escritores que han criticado este evento por los intereses materiales que hay de por medio; a pesar de eso, los países, deben interesarse aprovechar y facilitar desde ya esta experiencia enriquecedora para todos, jugadores y aficionados y además administradores y técnicos conformando así un grupo de trabajo cuyo objetivo último sea clasificar y asistir a Catar ; es una inversión cuyos dividendos psicosociales y otros son de incalculable valor en cuanto a autorrealización, ética, imagen y dignidades humanas; Albert Camus, premio Nobel de literatura dijo: “lo que más se acerca de la moral y de las obligaciones de los hombres, se lo debo al futbol”.

Exhorto al gobierno actual, autoridades deportivas, empresa privada y medios apoyar toda esta labor para que desde ya se inicie ese proceso, para que El Salvador se prepare y opte por una tercera participación en este cónclave mundial de verdadera promoción humana y alejar así la corrupción y la maledicencia que nos corroe. La exhortación que dirijo como profesional de la salud mental al grupo humano que tiene que ver con el deporte conlleva confianza y credibilidad en la gente en general cuando actúa con realismo y honestidad. Esperaría por lo tanto, de ellos, consciencia y patriotismo en esta nueva aspiración, y que luchen sanamente para que la representación del país en una tercera ocasión en un Mundial de Fútbol sea exitosa.

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