René Mauricio Mejía
El miércoles 7 de marzo, el Papa Francisco, confirmó una profecía, que el pueblo de El Salvador y muchos pueblos del mundo ya profesaban al llamar a Oscar Arnulfo Romero: San Romero de América.
En efecto, el Papa firmó el decreto que avala uno de los milagros de Monseñor Romero, en su condición de Beato de la Iglesia Católica, con lo cual confirmó su canonización; que por ahora ha sido prevista para el domingo 21 de octubre, en una solemne ceremonia a celebrarse en la Plaza San Pedro en la que también será canonizado el Papa Pablo VI. El milagro realizado por intercesión de Monseñor Romero, documentado ante el Vaticano por la Iglesia Católica, consiste en la sanidad de Cecilia Rivas Flores, quien embarazada de su tercer hijo, padecía de una grave enfermedad que la mantuvo en estado de coma a un paso de la muerte, con un fatal dictamen médico que no ofrecía esperanzas de recuperación.
Sin embargo, Cecilia y su hijo, sanaron luego que una estampa con la imagen de Monseñor Romero, apareció del interior de una Biblia propiedad del esposo de Cecilia, en el instante en que él la abrió para leerla.
La oración impresa en la estampa le motivó a elevar fervientes oraciones pidiendo por la sanidad de su esposa y la de su tercer hijo; gracia que le fue concedida por la fe puesta en la bondad y amor a la humanidad mostrada por Monseñor Romero, quien al escuchar las plegarias, intercedió para que la salud llegara al hogar de la familia Flores.
Al despertar Cecilia sana y salva y dar a luz un niño sano, médicos del hospital Primero de Mayo, afirmaron que sólo un milagro explicaba su recuperación, por lo que al estar perfectamente documentada la intercesión del obispo Mártir, el Papa no tuvo ninguna duda para aprobar su canonización, con lo cual la Justicia Divina brilla en El Salvador, iluminando el camino para que la justicia humana, erradique la impunidad de quienes le martirizaron por odio a la fe.
