“Ten cuidado con lo que deseas, se te puede convertir en realidad”, Oscar Wilde

Un ex compañero de trabajo publicaba en su cuenta de Facebook que el pueblo salvadoreño se puede levantar en armas si el presidente Bukele no se reelegía.

Por: Igor Iván Villalta Sorto*

Habría que preguntarse:  ¿contra quienes se van a levantar en armas los bukelistas? o  será que el comentario de este apreciable amigo es una amenaza directa contra todo aquel que no comulgue con el pensamiento de los seguidores del presidente.

En primer lugar, esta desaguisada invitación a la violencia armada, no cabe en un contexto de progreso social, político y económico como pregona el régimen, no cabe en un país que apenas acaba de salir de una confrontación armada.

Pero veamos cual es el trasfondo de la propuesta. Afortunadamente el amigo que pide sangre, no es una figura relevante en la vida nacional, se trata de un individuo que por el pasar del tiempo como que está perdiendo la cordura y ahora se conduce por el fanatismo de adoración a la figura presidencial. Lo que sí nos debería  llevar a la meditación es: ¿cuantos fanáticos del presidente están pensando lo mismo?

En nuestro país, y el mundo entero, no es nada nuevo exacerbar el fanatismo con fines políticos, solo basta recordar  la famosa “guerra del fútbol” en donde una competencia  fue tomada como excusa para organizar la Mancha Brava en Honduras,  despojando y expulsando de sus tierras a los campesinos salvadoreños, so pretexto de una Reforma Agraria.

El problema, según los hondureños, era que los oligarcas salvadoreños deseaban contar con salida a la costa caribeña, por tanto necesitaban tomarse una franja de su territorio. Los oligarcas salvadoreños justificaban la posterior invasión al territorio hondureño, porque defendían los derechos humanos.

Las justificaciones de ambos bandos, desnudaba la crisis del modelo agro exportador, la crisis en el Mercado Común Centroamericano, la crisis social y política que se avecinaba en toda la región.

El retorno de compatriotas expulsados de territorio hondureño, provocó que la oligarquía salvadoreña entrara en pánico, por las consecuencias sociales que esta migración podría significar para la estabilidad del estado oligárquico.

En mi periplo de todo el país, a raíz de la guerra, estuve en el cantón El Caulotal, en el Departamento de Usulután. En este lugar se encontraba una comunidad llamada La Colonia. Ésta se había conformado por desplazados de Honduras. Luego cometieron el pecado de unirse a las reivindicaciones de las organizaciones populares y  el estado defensor de los derechos humanos, arremete  contra ellos con brutal y feroz represión.

Si tomamos en cuenta la propaganda incesante a que está sometida la población salvadoreña, exacerbando el odio y  la exclusión, veremos que todo este accionar tiene un fin. Regresar al estado oligárquico de hace cien años, a un estado de dictadura militar asesina y criminal , en donde se cuente con cuerpos represivos con licencia para matar.

En donde ser tildado de comunista, significaba una sentencia de muerte. En ese sentido cabe la propuesta de nuestro estimado ex compañero de trabajo y también cabe la denuncia de organismos defensores de derechos humanos de 400 muertos en  penales, que muchos de ellos han sido entregado a sus familiares con señales de tortura.

También se ha denunciado que existe un pacto en el cual se ha convenido que los cadáveres sean enterrados en fosas clandestinas (más de 30 reportadas), en donde han ido a parar, de 2019 hasta 2022,  actual gestión presidencial, cuatro mil víctimas de secuestro y homicidio.

El cardenal Gregorio Rosa Chávez, advierte de lo peligroso que puede ser la reelección de la dupla Bukele – Ulloa, aduciendo que: “la decisión está tomada, esperemos las consecuencias”. Y es que con el encantamiento que ejerce sobre la población la figura presidencial. Podría pensarse que siempre va a ganar, que porque lo decide él todo va a salir bien. Cuidado, los comportamientos sociales son impredecibles.

En estas semanas se han celebrado los juegos centroamericanos, como era de esperarse, con todo el despliegue propagandístico del estado. Al jugarse el partido de fútbol femenino entre El Salvador y Honduras, en el estadio Las Delicias de Santa Tecla. Simultáneamente en el estadio Mágico González, Daba declaraciones el presidente “Ad Honoren” del Instituto Nacional de los Deportes (INDES) Yamil Bukele.

Este alababa los escenarios deportivos de primer mundo con los que contamos. Pero por la otra sección de la pantalla del televisor se observaba el choque deportivo en el estadio de Las Delicias. En el cual, el estado de la cancha y las instalaciones en sí, distan mucho de ser de primer mundo.

También, expresaba su satisfacción, que por contar con escenarios deportivos del primer mundo, los campeones internacionales deseaban venir a competir a nuestro país. Con la delegación venezolana de fútbol femenino venia la estrella del fútbol femenino mundial, se trata de la jugadora del Manchester City, Deyna Castellanos. Que levantó  polémica al denunciar la falta de condiciones necesarias en las instalaciones deportivas.

Lo cual desató en redes sociales cantidad de improperios e insultos, a lo que ella respondió que si no escuchábamos las críticas. “jamás llegaran a ser ese país que intentan hacerle creer al mundo que son” .

*Biólogo investigador

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