Dr. Carlos Díaz Manzano ¡Yo te extrañaré!

Por: Francisco Parada Walsh*

“Yo te extrañaré, tenlo por seguro, fueron tantos bellos y malos momentos que vivimos juntos; los detalles, las pequeñas cosas, lo que parecía no importante son las que más invaden mi mente al recordarte” (Después de ver un video tan conmovedor donde aparece Carlos Díaz Manzano, Maestro de Maestros, Humano de humanos,  Esposo de esposos,  Padre de padres, Amigo de amigos, los que lo conocimos debemos decir al Cielo: ¡Yo te extrañaré! la lección más grande que me enseñó es que no hay que posponer nada, no hay mañana; guardo cada mensaje, cada conversación que tuvimos y eso nutre mi espíritu triste, lloroso, sufrido porque aún no era el momento para elevar su vuelo y siempre recordarle, no lo era, no lo era).

“Ojalá pudiera devolver el tiempo para verte de nuevo, para darte un abrazo y nunca soltarte, más comprendo que llegó tu tiempo, que Dios te ha llamado para estar a Su lado, así Él lo quiso, pero yo nunca pensé que doliera tanto” (Muchas cosas pasan por mi mente, pero nunca, nunca imaginé verle partir sin abrazarle; siempre la distancia fue mi mayor obstáculo para sentarnos a arreglar el mundo, siempre tuvo tiempo para dedicarme, yo fallé; siempre su amabilidad, su grandeza mezclada con un don de gente lo convierte en esa persona que admiramos, que da gusto ver, platicar, simplemente ser; siempre fue, es y será el extraordinario hombre para no olvidarle). 

Ya no llores por mí, yo estoy en un lugar lleno de luz donde existe paz, donde no hay maldad, donde puedo descansar, no llores por mí; es tan bello aquí ,quiero que sea feliz, que te vaya bien, y cuando te toque partir espero verte aquí” (No puedo dejar de llorar aunque sé que está en un mejor lugar donde solo hay paz, usted me dice cómo es de bello el Cielo para ir preparando mi maleta universal, serán largas tertulias con los apóstoles, escuchar al  coro de ángeles cantar; todo el personal de salud que se nos adelantó preparan su llegada, inflan globos, hacen deliciosos canapés; Jesús, desde lejos observa cuánto amor le tienen en el Cielo como en el planeta Tierra roja; nada será igual sin usted y sé que en sombras, días, meses o años  nos volveremos a ver; a hablar de política, de migrañas y de migración, no era su momento, no lo era, todos los que lo conocimos vivimos un vacío con su ida a Dios, yo lo extrañaré y todos los que lo conocieron lo extrañarán). 

Yo te extrañaré, tenlo por seguro, ¿Cómo pensar que la vida puede terminar en un segundo? La vida es polvo, puede esparcirse en un momento; nada trajiste, nada te llevarás, solo lo que había dentro” (Somos fantasmas en el tiempo y en un cerrar del corazón todo acaba, somos polvo, somos uno con Dios, somos efímeros, somos pasado y presente menos futuro, todo queda, todo; usted me dice, usted decide qué  vino le llevo y de cuáles jamones prefiere, no nos caería mal unos sabrosos chicharrones, un queso con loroco y conversamos lo pendiente, calentamos motores y el alma y nos desvelamos  saludando a los que se nos fueron, a los que se nos adelantaron y entre copa y copa de vino que en vano limpia mis venas y algún queso gruyere nos animamos y amanecemos cantando, no podemos dejar de invitar al Maestro Francisco Serpas, que con su inseparable guitarra  y un par de buenos fogonazos cantemos a todo pecho “Con dinero o sin dinero” y en un descuido del guardián bajamos a la Tierra a abrazar a los nuestros, a decirles cuánto los amamos, que todo está bien). 

Ojalá pudiera devolver el tiempo para verte de nuevo, para darte un abrazo y nunca soltarte, más comprendo que llegó tu tiempo, que Dios te ha llamado para estar a Su lado, así Él lo quiso pero yo nunca pensé que doliera tanto (Si supiéramos que nada es seguro, que solo la muerte nos espera quizá el mundo sería un mejor lugar donde todos nos abrazáramos para nunca soltarnos, para entender que todos somos uno, que somos hijos de Dios, que personas como usted nunca deben marcharse). 

Ya no llores por mí, yo estoy en un lugar lleno de luz donde existe paz, donde no hay maldad, donde puedo descansar, no llores por mí, es tan bello aquí, quiero que seas feliz, que te vaya bien, y cuando te toque partir espero verte aquí” (Gracias Maestro, gracias Doctor, gracias Amigo por su grandeza, humildad, sencillez, por su tiempo, por dejar un mundo mejor; por siempre tener tiempo, por siempre tener paz y amor para todos; queda pendiente ese café, ese café negro con azúcar blanca en tasas verdes como la esperanza, ese café de junio que nunca se tomó, hierve el agua, hierve mi alma, todo queda listo, para cuando llegue el día de volvernos a ver. 

Gracias, gracias por ser un faro en mi vida, en haber sanado a miles de pacientes, por ser ese gran hombre que hay en usted;  cuando  los apóstoles le den tiempo revise cuán lindos mensajes escribieron los que lo conocieron, sus pacientes, sus amigos y querido Doctor, cuando yo muera me basta recibir un solo comentario de los tantos recibidos por usted para entender que dejamos un mundo mejor;  usted recibió cientos de hermosas palabras y desde allá le pedimos que nos cuide, que no nos abandone, que nunca se olvide de nosotros como también nosotros nunca lo olvidaremos. Usted no debió marcharse, hubo algún error y si no lo hubo siempre me pregunto por qué se nos va la mejor gente, ¿Por qué? jamás lo entenderé, jamás, jamás).Yo te extrañaré… Tenlo por seguro…Uno de tantos mensajes recibidos: (Muy bien Francisco, tu artículo ha sido comentado de forma positiva. Felicitaciones).

*Médico salvadoreño

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