La obra de Dios

(Por: Francisco Parada Walsh)

Poco soy de apariciones públicas. Por algo decidí alejarme del ruido de una sociedad vacía, de los carros y del ego. Soy un ermitaño, soy un solitario, soy nada y vivo en la mayor plenitud de la sencillez. Me asusta eso que se llama fama, y peor, el dinero. ¿Que es necesario?, por supuesto, pero por más que he intentado retenerlo siempre se me escapa así que en vez de acapararlo mejor lo comparto.

Fue así que una mujer maravillosa como es Marisol Doratt se apersonó a mis humildes habitaciones y lo que fue una bella tarde cobró vida, empezó a palpitar el corazón no sangre chirle sino bondad, reconocimientos de propios y extraños, reaparecieron amistades grandes como las que siempre he tenido, no importa si treinta años han pasado y no he conversado con algún amigo lejano pero el calor se siente en esa llamada telefónica, hierve el cariño, hierve la verdad.

Como resultado de un video realizado por TCS toda mi vida cambió, bueno, cambió para bien y deberé escribir otro artículo para que los amigos y conocidos conozcan mi vida, mi sencilla historia; que es más común de lo que se cree. En este momento atiendo a dos pacientes gemelas que se llaman Solidaridad y Gratitud, están frente a mí, son enormes cajas llenas de medicamentos y de amor que serán repartidas entre los preferidos de Dios: “Los pobres, los niños y los enfermos” y volverán a tomar vida esas enredadas palabras que dije: “Cariño por cariño” gracias al “Ministerio Unción Sanidad Enfermos” que volaron hasta La Palma y trajeron tanto pero tanto que es difícil explicar por qué dan amor cuando todos queremos recibirlo.

Dejo que sea Pamela García, líder de este bendito Ministerio quien cuente su historia: “Nuestra labor inició con una visita al hospital Rosales al área de enfermedades crónicas, entre las que hay pacientes con cáncer, insuficiencia renal; también visitamos la consulta externa, llevamos alimentación para los acompañantes de los pacientes del hospital, ese día brindamos alimentos a 67 personas. Este ministerio nació en el corazón de Dios debido a la situación económica que enfrentan las personas que viajan del interior del país que no poseen ni siquiera los medios mínimos para alojamiento, transporte y comida, así como también llevar consuelo a través de la palabra del Señor y las buenas nuevas de salvación.

Con la ayuda de Dios desde que dio inicio el Ministerio se ha logrado dar desayunos a más de 3625 personas lo cual se ha logrado gracias a los donativos de personas altruistas nacionales y residentes en el exterior. Llevar esperanzas a las personas a través de nuestro testimonio de vida para que sepan que Dios es el único que cambia, sana, transforma y da vida y vida en abundancia.

Nuestra visión es llegar a ser un Ministerio que cubra todos los hospitales de la red pública de El Salvador en cuanto a alimentación de los acompañantes y personas enfermas, así como brindar el alimento espiritual, dar consuelo y tener por lo menos un albergue local en cada uno de ellos”. ¿Qué más se puede pedir?: Nada. ¿Por qué debemos imitar al Ministerio Unción Sanidad Enfermos”?: Porque dan todo a una sociedad decadente que poco importa el bien común, poco importa nuestro prójimo; ¿Cómo agradecer tantas bendiciones recibidas disfrazadas de medicinas, de setenta libras de arroz y setenta libras de puré de papas? ¿Cuántos Ministerios como el que ha servido a mi montana se necesitan?: No muchos, no muchos, será Mateo 22: 14 quien responda: “Porque muchos son llamados y pocos, escogidos”.

Este es el correo de Pamela García, líder del Ministerio por si algún lector desea colaborar con esa bendita obra de Dios: mpamelaluv@gmail.com