Cecilia Menjivar, dedicada a la elaboración de tortillas, en San Salvador, la capital de El Salvador, toma un descanso en el proceso de cocción del maíz, que realiza en una olla de un metro de altura y 50 centímetros de diámetro, calentada por un fogón de leña. Muchas mujeres de las áreas urbanas y rurales impulsan estos pequeños negocios conscientes del daño a la salud que les provoca el humo, pero la situación económica las obliga a usar la leña, mucho más barata que el gas licuado. Imagen: Edgardo Ayala

El humo de la leña sigue enfermando a las mujeres en El Salvador

Con unos maderos secos como combustible, la salvadoreña Margarita Ramos encendió el fuego de su estufa de leña y seDe más interés

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