Ecuador, o la justificación libertaria de un crimen

¿Te acuerdas de Francisco Flores?

Por: Luis Arnoldo Colato Hernández*

Cuando fuera presidente un grupo de militares venezolanos intentaron un golpe de estado contra Hugo Chávez, el cual apoyó, ¡contra las obligaciones contraídas con los tratados suscritos por nuestro país!, para luego justificarlo en cadena nacional acompañado de una musiquita de fondo muy animada.

Apenas algunas semanas después tuvo el masivo brazo del Comandante Chávez rodeando su reducido y estrecho cuello, mientras sonreía sudando frío, empequeñecido con obvia obligación, mientras el Comandante luciendo una amplia, muy amplia sonrisa comentó aquella experiencia, disculpándose públicamente, a aquel infeliz ejecutivo cuyo transito transcurriera sin pena ni gloria teniendo un final vergonzoso por corrupción.

Otro desviado como aquel, Noboa del Ecuador, el sábado 6 autorizó asaltar a las fuerzas policiales, la embajada de México para capturar al señor Jorge Glas, ex vicepresidente del país, quién era beneficiario de asilo político por parte de México.

Inmediatamente México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador, seguido de Nicaragua, así como la condena de toda América Latina salvo el Perú, y nuestro país.

La justificación detrás de este operativo del señor Noboa fue el artículo 5 de la Carta de Caracas, el cual sin embargo sólo explica cómo cada uno de nuestros países se reserva el derecho soberano de arropar bajo la figura del Asilo a esta o aquella persona, así como el que el resto deberá por la misma razón respetarlo.

Es decir, no existe ninguna justificación legal o moral para que un país, invocando razones de seguridad interna o de aplicación de justicia, o cualquiera otra, asalte, violente la infraestructura diplomática de un país; dicho de otro modo, lo afirmado por el señor Noboa es apenas una falacia.

Constituye un delito porque se atentó contra un territorio soberano, reconocido así por las 193 naciones miembros de las NNUU, por lo que las legaciones diplomáticas son por definición estatuida en los tratados firmados por todas, una extensión territorial de aquellas.

Es entonces aquel asalto, tan grave como lo sería bombardear la sede presidencial en Ciudad de México.

Para agravar, ahora se hace público que el señor Glas, y por sobresaturación de ansiolíticos por parte de los militares y policías que lo capturaron, ha sido trasladado de emergencia al hospital militar en Quito.

El lío como vemos es verdaderamente grave, quedando Noboa solo, pues ninguno de sus aliados lo ha acompañado, dado que incluso Argentina fue una de las primeras naciones que condenaron este atropello junto a los EEUU.

El libertarismo ha sufrido en esta acción un revés que, si bien lo padecerá el pueblo ecuatoriano, es un revés que le establece un límite, que será un precedente en lo sucesivo.

Resolverlo pasa por aceptar de parte de Ecuador este delito, retornar al señor Glas a Méjico, admitir la legalidad y la legitimidad del asilo, admitir ante el pueblo ecuatoriano este error, y, someterse a las sanciones que derivarán de la CIJ.

Es decir; reconocer que esa corriente degenerada del neoliberalismo, es solo una falacia.

Fácil.

*Educador salvadoreño

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